

En la nota titulada “Aniversario de la batalla de Salta: Valor tucumano en el frente”, publicada el 20/02, se menciona que “Belgrano anota: agregué para la acción a los escuadrones de milicias de Tucumán del mando del coronel mayor D. Bernabé Aráoz y de Jerónimo Zelarayán”. El general Gerónimo de Zelarayán y Argañaraz de Murguía es un personaje histórico poco recordado en Tucumán. Dice Jacinto Yaben que desde el comienzo de la lucha por la independencia puso su espada al servicio de la Patria. Fue uno de los integrantes del Regimiento de Voluntarios de Caballería de Tucumán que en 1811 se incorporó al Ejército del Alto Perú, combatiendo en Huaqui. Luego participó en el Éxodo Jujeño, e integró la caballería de Dragones en la Batalla de Tucumán. En noviembre de 1813 se le expidió despacho en Buenos Aires de Capitán de la 4ª. Compañía del 4° Escuadrón del Regimiento de Dragones de Milicias Regladas de Tucumán, como reconocimiento a su actuación en Salta. Cuando la República de Tucumán fue invadida por las tropas de Güemes e Ibarra, participó en la Batalla del Rincón de Marlopa con el grado de Coronel Mayor, al frente de la retaguardia tucumana. Había contraído matrimonio con Dª Hermenegilda Campero y era bisnieto de un vasco guipuzcoano, el Capitán Ygnacio de Çelayarán y Ugarte (sic), Tesorero Real en Ybatín, y genearca del apellido en nuestra provincia. Su familia, de vieja raigambre, pertenecía a la “estirpe de los fundadores”: era cuarto nieto de Francisco de Argañaraz y Murguía, fundador de San Salvador de Jujuy; séptimo nieto de Diego de Villarroel, fundador de San Miguel de Tucumán y también séptimo nieto de Gerónimo Luis de Cabrera, fundador de Córdoba. El 8 de enero próximo pasado se cumplieron dos siglos de su fallecimiento en acción de combate, cuando en su carácter de comandante General de Armas de la provincia lideró la revolución que derrocó al tirano Abraham González.
Luis Marcelo Zelarayán (h)
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