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El cuerpo del Premio Nobel de la Paz, Desmond Tutu, fallecido a los 90 años, será reducido a polvo por aquamación, un nuevo método de cremación basado en la combinación de agua y altas temperaturas, presentado como una alternativa ecológica a los modos de sepultura clásicos.
Como la técnica de compostaje de los cuerpos con capas de hojas y madera, o el nitrógeno líquido, la aquamación es un método funerario permitido sólo en algunos países. En Sudáfrica, por ejemplo, la práctica evoluciona en un cierto vacío legislativo.
De su nombre científico "hidrólisis alcalina", consiste en la cremación por el agua más que por el fuego. Los restos del fallecido se depositan en un gran cilindro metálico y luego se sumergen en un líquido, una mezcla de agua y productos alcalinos.
La sustancia se calienta (alrededor de 150 ºC) y se pone bajo presión, proceso que permite una rápida disolución de las carnes en el interior de la caja.
Después de sólo unas horas, los tejidos del cuerpo (grasas, sangre, proteínas, piel...) son "completamente licuados, y no quedan más que los huesos", explica el sitio "funeral.info". Estos huesos son luego reducidos a polvo blanco, colocados en una urna y entregados a los familiares para ser enterrados, como lo será monseñor Desmond Tutu, o depositados en un columbario.
Desde un punto de vista simbólico, el agua se considera más suave que las llamas, y evoca el final de una vida comenzada en el elemento líquido. Pero sus defensores destacan sobre todo el beneficio ecológico del método, menos energizante que la cremación por combustión y que emite menos gases de efecto invernadero.
Según la empresa Resomation, con sede en el Reino Unido, el agua consume cinco veces menos energía que el fuego.
También se lo utiliza para eliminar los restos de los animales en los mataderos, donde se lo considera eficaz desde el punto de vista sanitario.
Quién era Desmond Tutu
Nació en un pequeño pueblo sudafricano llamado Klerksdorp en 1931. Durante su infancia fue educado en escuelas misioneras de la región, donde su padre daba clases. Escaló en diferentes cargos eclesiásticos pero no fue hasta 1976 cuando comenzó su carrera como defensor de los derechos humanos, y él se levantó en contra de usar el afrikaans (idioma impulsado durante el apartheid) en los eventos parroquiales.
En 1978, Tutu aceptó el nombramiento como secretario general del Consejo Sudafricano de Iglesias. A partir de eso se convirtió en referente y símbolo de la lucha en contra del apartheid junto a Nelson Mandela, trabajo que fue reconocido años después por la comunidad internacional.
En 1984 recibió el Premio Nobel de la Paz y en 1996 fue nombrado arzobispo emérito. A partir de esa fecha dedicó su tiempo a defender los derechos humanos y ambientales a nivel internacional.
Uno de sus artículos más recientes titulado “This fatal complacency” publicado por The Guardian habla de la crisis ambiental y las consecuencias del cambio climático, especialmente en la población más pobre del planeta.
Escribió varios libros relacionados con la defensa de derechos humanos como The Divine Intention (1982), una colección de sus conferencias; Hope and Suffering (1983), una colección de sus sermones y; No Future Without Forgiveness (1999), una memoria de su tiempo como jefe de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación.







