Instalarán un observatorio astronómico en la Antártida

Instalarán un observatorio astronómico en la Antártida

Estudiará planetas extrasolares y otros cuerpos menos accesibles desde otras latitudes. Será ubicado en la base Belgrano II.

CLIMA ESTABLE Y POCO VIENTO. El telescopio estará localizado a 1.300 kilómetros del Polo Sur. telam CLIMA ESTABLE Y POCO VIENTO. El telescopio estará localizado a 1.300 kilómetros del Polo Sur. telam
27 Diciembre 2021

Un telescopio automatizado, que podrá operar remotamente desde Buenos Aires, será montado en la base antártica Belgrano II, el más austral de los emplazamientos argentinos en el continente blanco, desde donde tendrá la posibilidad de detectar exoplanetas y otros cuerpos celestes que son de difícil acceso desde otras latitudes, informa Télam en su portal de noticias.

El montaje del “Observatorio Robótico Antártico Argentino” -tal su nombre- es parte de una cooperación entre el Instituto Antártico Argentino (IAA), el Instituto de Astronomía y Física del Espacio (IAFE) y la Universidad Nacional de Hurlingham (Unahur). Estará orientado a realizar observaciones científicas de tipo fotométrico sobre diversos objetos del cielo nocturno.

El observatorio tendrá un telescopio con instrumentos necesarios para producir imágenes astronómicas de alta calidad y una infraestructura adecuada para albergarlos frente a las condiciones climáticas extremas.

Para albergarlo se construyó una cúpula que contará con sistema de motorización y automatización realizado en la Unahur; el observatorio estará apoyado sobre una base de hierro galvanizado, que ya está instalada en el suelo antártico.

Ventajas de la ubicación

El doctor en física e investigador del IAFE Mario Melita explicó: “las ubicaciones polares tienen ventajas importantes para la astronomía. En la Antártida hay regiones donde el régimen climático es de los más estables en el planeta, con muy poco viento, las bajas temperaturas disminuyen el ‘ruido’ en los detectores y de acuerdo a la latitud en la que nos paremos podemos disponer de seis meses de día y seis meses de noche”.

Melita consideró muy valiosas todas esas condiciones para estudiar un fenómeno astronómico como estrellas binarias o exoplanetas porque se pueden conseguir datos constantes durante un largo período de tiempo y no observaciones de ocho horas al día como se puede hacer desde posiciones más al norte. Y sostuvo: “Este proyecto aprovecha la disponibilidad logística de Argentina para operar desde la base antártica Belgrano II que está ubicada a apenas 17 grados del Polo Sur, desde donde se puede monitorear la región del espacio visible desde allí con mucha regularidad, algo que para los observatorios ubicados más al norte es más complejo porque sus latitudes le dan menos tiempo de acceso”.

Modelo de pruebas

“Esta iniciativa no busca solo avanzar en la observación astronómica, sino que también busca desarrollar la ingeniería necesaria para poder montar un observatorio que pueda operar en regiones más aisladas de la Antártida en las que no tenga personal para darle soporte técnico como sucede en Belgrano II”, subrayó.

“El observatorio que se va a montar en Belgrano II también es un modelo de pruebas para ver cómo tolera esta tecnología las condiciones climáticas de ese ambiente hostil, y en esta ubicación en particular su cercanía con la costa”, resaltó.

En ese sentido, indicó que en la campaña de verano de 2019-2020 fue montada allí la estructura metálica que servirá de base, este verano se va a trasladar a Belgrano II el edificio en forma de cúpula que protegerá al telescopio y el próximo verano llevaremos el telescopio y el resto de los sensores”.

“La dotación de Belgrano II va a ser la responsable del mantenimiento del edificio y revisar si efectivamente es lo suficientemente estanco y robusto, si los motores que deben mover la cúpula funcionan y si los burletes mantienen su estanqueidad bajo esas condiciones climáticas”, detalló.

Melita contó que el telescopio en sí es un equipo que nos lo dona el Instituto de Ciencias Astronómicas, de la Tierra y del Espacio (Icate), un instituto del Conicet que hace astronomía en San Juan, y durante este año vamos a trabajar para adecuar los componentes electrónicos al frío antártico y en los sistemas necesarios para que en principio el observatorio pueda ser operado de manera remota desde Buenos Aires, pero con el objetivo de que en el mediano plazo pueda funcionar de manera robótica, eligiendo qué sectores observar o cuándo hacerlo en base a los parámetros que se le programen para cada investigación”.

“Este observatorio nos va a dar más oportunidades de observar estrellas peculiares y sistemas exoplanetarios tomando como referencia lo que ya conocemos y los datos que aportan las misiones satelitales”, completó Melita.

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