Juan Carlos de Pablo: “El plan económico plurianual es una fantasía”

Juan Carlos de Pablo: “El plan económico plurianual es una fantasía”

Según el economista, el resultado electoral ha significado el fin de la era kirchnerista de gobernar con mayoría automática en el Congreso. No observa, aún, medidas que tiendan a bajar la inflación

Juan Carlos de Pablo: “El plan económico plurianual es una fantasía”

Como una charla de café y con la dosis de ironía propia de la experiencia, el economista Juan Carlos de Pablo, está convencido que el resultado electoral de este año llevará al oficialismo a aterrizar para tomar decisiones en materia económica y dejar de hacer barbaridades, según afirma durante la entrevista telefónica concedida a LA GACETA. De Pablo puntualiza que ni el Gobierno nacional ni el Fondo Monetario Internacional tienen apuro por cerrar un nuevo acuerdo y dejó, además, una definición categórica: “el plan económico plurianual es una fantasía”.

-¿Cree que el Gobierno nacional cierra un año de adversidades políticas y económicas, con u presupuesto 2022 rechazado, sin un plan plurianual y con el acuerdo con el FMI pendiente?

-Ni idea. Pero lo que hay que resaltar es que el resultado electoral ha sido contundente, con lo cual el Congreso funciona de manera distinta. Por lo tanto, al proyecto de Presupuesto 2022 lo tendrán que mejorar. Respecto del acuerdo con el Fondo, vengo diciendo desde hace bastante tiempo que ninguna de las dos partes tiene apuro. El Gobierno argentino porque sabe que no va a conseguir un mango fresco, que es lo único que le importa. Y la señora Kristalina Georgieva (gerente del organismo) porque sabe que tendrá que ir al directorio a defender el acuerdo y donde la van a mirar y a cruzar los dedos en su cara. Con lo cual esto va para largo. Respecto del plan plurianual es una fantasía en un país como la Argentina en la que no sé cuántas decenas de economistas de primera línea, tendrán que trabajar no sé cuántas semanas más para poder hacer algo más razonable. No hay nada parecido en la Argentina de hoy.

-¿Esto ha sido mala praxis?

-No sé; que se yo. Pero aquí no hay misterio. Es lo que ves, un Gobierno políticamente debilitado que no le cree nadie nada, no tiene equipo económico. La mayoría de los funcionarios están paralizados, algunos están preparados sentados haciendo de bomberos y la Secretaría de Comercio, cada tanto, tiene una que otra iniciativa. El Gobierno es esto.

-Pero así no se construye el destino de un país...

-No hablemos de destino. La gente que va a leer esto se levanta todos los días para ver cómo le encuentra la vuelta.

-La sociedad está a la expectativa respecto de qué otras medidas se adoptarán en el verano para corregir el rumbo económico...

-Insisto la gente se levanta todos los días a ver cómo le encuentra la vuelta. Y, de esa manera, va incorporando las novedades. Y nadie sabe cuáles son esas novedades. Es mucho más simple de lo que está pasando. Cuando voy por la calle, la gente me dice: profesor, ¿qué es lo que va a hacer el equipo económico del Gobierno? Les respondo que ni ellos lo saben. Ahora, ¿qué van a intentar hacer? Nada. ¿Y qué van a terminar haciendo? Depende de las circunstancias. Veremos.

-Pero, con ese razonamiento, la Argentina siempre está atravesando crisis tras crisis, con caídas profundas y con rebote económico como el de este año.

-Estamos hablando acerca de cómo tomar decisiones en base a la realidad. Listo. De todo lo que acabas de preguntar, creo que lo más importante es el resultado de las elecciones que hace que el Congreso funcione de manera distinta a lo que venía haciendo.

-¿Seguirán las devaluaciones del peso?

-No tengo cómo saberlo. Pero hagamos una distinción fundamental: lo único que puede sorprender a la gente es un salto devaluatorio; un aumento del ritmo devaluatorio no puede sorprender. Hay consecuencias, pero la historia también dice que las unilateralidades no funcionan. Tenés que meter la modificación de la política cambiaria dentro de un conjunto de medidas. Yo no veo ni nada parecido hoy en la Argentina.

-¿Cómo se puede reconstruir una economía sin planificación?

-Imaginate si me hubieras hecho esta pregunta hace dos años. Y mirá todo lo que hicimos durante esos dos años sin avanzar, sin planificación, sin esto ni lo otro. No, no pidas demasiado. Atenete a lo que tenés. Lo que tenés, insisto, es una debilidad política, una falta de equipo y de tantos etcéteras. Y en medio de todo eso estamos nosotros que nos levantamos todos los días a tratar de encontrarle la vuelta.

-Pero profesor, mientras buscamos encontrarle la vuelta nos encontramos con una inflación interanual superior al 50%...

-Efectivamente.

-¿Y para eso no hay remedio?

-Nos remitamos a la historia. ¿Qué dice la historia? Podés encontrar 10 programas antiinflacionarios que tuvieron las siguientes características: fueron todos de shock, que el primer día funcionaron, pero ninguno de ellos ha sido eterno. Pero los exitosos fueron los que tenían un Gobierno creíble en ese momento y un equipo idóneo. Hoy no tenés ninguna de esas dos cosas. Olvidate entonces de una política antiinflacionaria.

-La historia se repite. La Argentina arrancó 2021 con incertidumbre; está cerrando el año de la misma manera y ¿eso se repetirá en 2022?

-¿Qué querés que te cuente un cuento? ¿Conocés el del loro?

-Pero los argentinos intentan encontrar una luz al final del túnel...

-Si querés te facilito el teléfono de un mago, que es amigo mío. Estás hablando con un economista profesional querido. No tenemos derecho a venderle buzones a los lectores. (sonrisas)

-Pero sí hay derecho a tener esperanza...

-La esperanza es la vida misma. La gente que lee esta nota no se suicida, sino que pelea dentro de lo que hay, pero no se cuenta el cuento. No sé cuánta gente cree las cosas que dice el Gobierno. Cuando habla el Gobierno, no le presto atención, así que no lo sé.

-En algún momento, la Argentina debe recuperar la senda de la normalidad económica...

-La verdad que no sé qué es eso. Vamos a ver qué sucede. Tal vez a fines de 2023 podamos tener respuestas; antes de eso es muy difícil.

-Demasiadas cuestiones pendientes en la economía, con los pagos a los acreedores y sin reservas...

-Algunas de ellas, con organismos, se pagan con Derechos Especiales de Giro (DEG), que es para lo único que sirven. Y cuando se terminen no vamos a pagar.

-¿Cabe la posibilidad de entrar otra vez en un default?

-Querido, ¿a vos te parece que alguien en la Argentina esté pensando que en marzo del año que viene vamos a juntar, con esfuerzo argentino, U$S 20.000 millones, para pagar eso? Yo no conozco a nadie que crea eso.

-Es complicado pensar en eso...

-Es complicado; la vida es complicada. Complicado para el Fondo y complicado para nosotros.

-Pero necesitamos una cuota de optimismo para lo que se viene...

-La vida misma; la vida misma.

-¿Y otra crisis más se avecinará entonces?

-No debemos perder el tiempo en conjeturas. Hay un aquí y un ahora, una cosa concreta. No hay que distraerse; hay que focalizarse. Ahora no tendremos los dólares para seguir honrando las deudas, pero a vos te parece que en 2018, cuando la Argentina hizo el acuerdo con el Fondo, ¿estaba pensando en que le iba a pagar? Lo pagaron con la reapertura del mercado. Íbamos a volver a cambiar de acreedor y, como no se pudo, nos quedamos con el acreedor que tenemos. A nivel privado, sin embargo, honramos las deudas. Si vos te fijas la mora bancaria, es muy baja. A nivel país, vos te endeudás y después decís perito para la vieja, chau. Esto ha sido así. Y cuando te creen, te prestan a una tasa exorbitante. Y cuando no te creen, se cierra todo. Y ahí estamos.

-¿Hay probabilidad de que vayamos saliendo de los cepos cambiarios? ¿El campo seguirá siendo el que alimente de dólares al Gobierno?

-Vos no podés salir del cepo con este gobierno. Olvidate; punto. Pero te lo van a liberar al revés. Si el presidente (Alberto Fernández) llegara a anunciar eso, no va a ser tomado como una muestra de confianza, sino como que se volvió loco el pobre. Le vamos a sacar los últimos cuatro dólares que tienen. El campo va a seguir aportando porque se trata de un sector altamente dinámico. Y los K tienen un problema personal con el campo porque no le perdonan que en 2008, en oportunidad del debate por la Resolución 125, le hicieron perder el invicto a una forma de funcionar que tiene esta gente. Un problema que vuelve a surgir ahora, tras las elecciones y, desde el 10 de diciembre pasado, tenés otro Congreso y ellos no están acostumbrados a negociar; están acostumbrados a decir esto se hace así, duplico la apuesta y espero que vos vengas, con los pantalones bajos, a pedir disculpas. Y bueno, terminó una era. Ahora estamos tratando de ver cómo funciona esto.

-¿Todas las soluciones pasan por la credibilidad?

-No todo, pero casi todo. Fijate lo que pasa en los Estados Unidos. Basta que la Reserva Federal anuncie (no tomó hasta ahora ninguna decisión) que el año que viene va a aumentar tres veces, la tasa de interés que maneja (0,25% la anual) y otro tanto en 2023 para que el sistema financiero se ocupe del problema. Esto pasa porque es un país creíble. Acá el presidente del Banco Central argentino puede llegar a decir no se preocupen que el 22 de enero de 2023 no sé qué voy a hacer y nos preguntamos: ¿y este de qué habla? En este 2021, el resultado electoral ha sido importante. ¿De qué estaríamos hablando si el oficialismo ganaba por nueve puntos? Creo que es un límite para dejar de hacer barbaridades y creo que el Gobierno va a tener que aterrizar porque ya no tiene mayoría automática en el Congreso.

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