Durante el sexo la vagina puede hacer “ruidos inesperados”

Durante el sexo la vagina puede hacer “ruidos inesperados”

¿Te pasó? Algunas cuestiones para normalizar la situación y su explicación práctica. ¿Qué son las mal llamadas flatulencias vaginales?

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Las cosas iban bien; estaba la atracción palpitante, los roces cada vez más intensos y besos cartografiados por el cuerpo… Sin embargo, a mitad del sexo, de repente de escucha un ruido extraño que proviene ¿de la vagina?

¿Acaso fue un gas? En momentos así muchísimas mujeres se ven embargadas por la vergüenza e incomodidad. Mientras, nosotros le damos la bienvenida a otro tabú: el de las “flatulencias vaginales”.

Estas resultan más comunes de lo que se piensa y por detrás hay una explicación sencilla. “Aunque bajo esas circunstancias la mayoría piense en gases (y como respuesta haya bastante pudor), el nombre es incorrecto porque no se producen en el aparato digestivo y no tienen nada que ver con el intestino”, explica la sexóloga Myriam Carrasco.

Lo que ocurre es que durante la excitación el conducto vaginal se expande un poco. Entonces, en la secuencia de penetración, puede llegar a ingresar aire en la zona. “Con la presión que ejerce el pene o algún sex toy sobre la cavidad, al retroceder el aire sale de nuevo al exterior y produce cierto sonido a su paso. Y que quede claro, nunca hay olores implicados”, agrega.

Ser testigos de las ventosidades o no depende de varias cosas. Entre ellas, influye bastante las posturas sexuales (las más intensas o bruscas pueden ocasionarlas) y el tamaño o forma de ambos genitales.

“Es importante comprender que este hecho es natural para seguir derribando falsos ideales. En la sociedad aún permanecen arraigados muchos mandatos sobre una imagen femenina limpia, pura o al menos delicada. A menudo nos creemos un sinfín de ideas romantizadas, no obstante pensar en nuestros cuerpos y el sexo incluye ese otro lado de secreciones, sudoración, vello, granos y fallos. Al pensarlo de esta manera el placer que sentimos en las relaciones íntimas es el mismo, pero las imágenes se vuelven más realistas”, explica Carrasco.

Contrapunto

Estos sonidos involuntarios deberían preocuparnos si ocurren con frecuencia fuera del contexto sexual. Por ejemplo, al caminar, hacer ejercicio o permanecer en reposo. “Cuando sucede se trata de un indicativo de que el tono muscular de nuestro suelo pélvico se encuentra débil”, aclara la profesional.

Para solucionarlo, hay que trabajar y fortalecer la zona a través de actividades físicas de tonificación, fisioterapia, ejercicios Kegel o el uso de bolas chinas según la magnitud del caso. “Al margen, es usual también que estas ventosidades ocurran luego de pasar por alguna cirugía genitourinaria, tras el parto (al retomar los encuentros eróticos o en el ámbito diario), durante el climaterio, la menopausia o menstruación”, acota.

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