Una obra millonaria ha sido arrasada por una creciente en el socavón de Alto El Puesto

Una obra millonaria ha sido arrasada por una creciente en el socavón de Alto El Puesto

Los vecinos de la zona temen ser devorados por el gigantesco hundimiento, que quedó a pocos metros de la escuela y de varias casas.

TRABAJOS TOTALMENTE DESTRUIDOS. Pisos y muros laterales de los canales quedaron reducidos a escombros por la fuerza de las crecidas. TRABAJOS TOTALMENTE DESTRUIDOS. Pisos y muros laterales de los canales quedaron reducidos a escombros por la fuerza de las crecidas. LA GACETA / FOTOS DE OSVALDO RIPOLL

Las tormentas que castigaron el sur tucumano han transformado en una montaña de escombros las obras que se ejecutaban en el enorme socavón de Alto El Puesto (Graneros). El hundimiento, de unos 400 metros de extensión, 200 metros de ancho y de unos 15 metros de profundidad, se ensanchó aún más y empeoró la situación de zozobra que viven los vecinos.

El nuevo edificio de la Escuela 295 y varias casas de familias quedaron a pocos metros del gigantesco bache que, literalmente, está devorando a la comunidad. Los trabajos de canalización, de levantamiento de piso y de amurallado de los laterales, entre otros, se desplomaron como un castillo de arena con el paso de las correntadas que bajaron desde los cerros.

Las obras comenzaron a ejecutarse el año pasado, pero una tormenta que se desató en noviembre ya había dañado lo poco que se hizo. Luego, los trabajos se reanudaron con un presupuesto que ascendió a los $ 39 millones. Se había ejecutado casi un 40%, según las estimaciones oficiales.

Todo fue destruido por una creciente de mediana magnitud. Los vecinos hablan de trabajos “mal proyectados” y de una “mezquina utilización de materiales”.

“Era previsible”

“Lo que sucedió era previsible. Las murallas de cemento levantadas y los gaviones se vinieron abajo porque el agua se filtró por los costados. Uno, que es agricultor y que está acostumbrado a lidiar con canales y acequias, sabe que las entradas tienen que tener una especie de orejas laterales que impidan que la masa líquida se filtre, para que no suceda lo que ahora vemos. Y los gaviones tienen que ir echados y no en posición vertical, como se los puso”, planteó Fidel Fernández, aludiendo a presuntas deficiencias por parte de los responsables para avanzar con las obras.

Otro lugareño hizo notar que los hierros utilizados en las paredes laterales y en el piso del canal eran para construcciones de menor envergadura.

La gente ahora pide que se investigue, mediante pericias técnicas, si el proyecto que estaba en ejecución, y los materiales utilizados, iban a poder dar una respuesta efectiva a las inclemencias a los que serían sometidos en los tiempos de lluvia.

“La creciente que destruyó estos trabajos fue mucho menor a la del año pasado. Por eso nos sorprende ver de cómo arrasó todo lo que se hizo”, expuso Celeste Vera.

Más peligro

Las casi 50 familias de la zona ahora se sienten más amenazadas frente al peligro. E imploran que no llueva. Aunque tienen salidas auxiliares, siguen expuestas a quedar totalmente aisladas. Las penurias que padecen todos los años obligaron a varios pobladores a abandonar el lugar.

“Los escombros quedaron en medio del socavón impidiendo el escurrimiento de las aguas. Por eso advertimos que una nueva creciente, esas que llegan en enero o febrero, va abrirse hacia los costados para anegar campos y casas”, planteó Celeste, vecina de la zona.

El socavón de Alto El Puesto comenzó a agrietarse hace tres años por el camino que atraviesa el pueblo. En un principio tenía 100 metros de largo y 30 metros de ancho. En ese entonces tragó a gran parte del viejo edificio de la Escuela 295. Por eso se construyó uno nuevo a 300 metros de distancia del hundimiento.

Más cerca del pozo

Ahora, el flamante establecimiento escolar, inaugurado hace dos años, dista sólo 35 metros del descomunal pozo. “La verdad que vivimos en la incertidumbre. No sabemos si cuando regresemos a clases el año que viene vamos a encontrar a nuestra escuela. El socavón se nos viene encima”, alertó la docente Rosa Alonso, directora de la 295.

Ayer se realizó en ese lugar el acto de finalización del ciclo lectivo 2021. “Nos dicen que nos vayamos de aquí porque tarde o temprano el pozo nos va a tragar. Pero la cuestión es que no tenemos donde ir y, además, hemos nacido aquí y vivimos del trabajo en la tierra. En otro lugar no vamos a tener qué hacer. El Estado nos tiene que solucionar este problema”, planteó con desazón Fernández.

En la zona, la mayoría de los lugareños son tabacaleros o trabajan en fincas en las que también se cultivan cereales.

Otros caminos

Las tormentas, las primeras del período estival, causaron también estragos en caminos vecinales de otras localidades.

Se trata de caminos que habían sido reparados durante el año y que, por la fuerza de las aguas, ahora presentan un estado peor que el de antes.

Es lo que sucedió en las comunas de Taco Ralo, El Sacrificio - La Invernada y Gastona - La Tuna; y en los municipios de Graneros, La Cocha y Simoca.

“En Domingo Millán la creciente volvió a dejar aislado al lugar porque las aguas destruyeron el camino de acceso. Las crecientes bajan descontroladas desde los cerros y arrasan lo que encuentran. Lo que se arregló durante el año quedó dañado en horas”, se lamentó Carlos Castro, comisionado comunal de El Sacrificio.

La masa líquida anega la ruta 38, deteriora las alcantarillas y avanza hacia Alto El Puesto.

“En estos días se trabajó para rehabilitar los accesos. Lo preocupante es que ahora en pocas horas llueve hasta 80 milímetros. Y esa agua caída se transforma en un torrente imparable”, concluyó el funcionario comunal.

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