Mirtha Legrand, la “reina” no quiere abdicar del trono ni de la corona

Mirtha Legrand, la “reina” no quiere abdicar del trono ni de la corona

La "Chiqui" despide el año en la pantalla de ElTrece con un programa especial y diluye la expectativa de que pueda anunciar su futuro. El rol de Juana Viale.

EN PLENITUD. Mirtha Legrand volverá a la pantalla, un territorio habitado por su presencia en el último medio siglo, como lo hizo en agosto pasado. EN PLENITUD. Mirtha Legrand volverá a la pantalla, un territorio habitado por su presencia en el último medio siglo, como lo hizo en agosto pasado.

Vuelve Mirtha Legrand para dejar en claro que nunca se fue. La reina de la televisión (alcanzó dos Récord Guinness: por ser la presentadora activa de mayor edad en el mundo y por haber conducido el mismo programa más tiempo que nadie) ocupará esta noche nuevamente su trono en la punta de la mesa y todas las miradas se posarán sobre ella. Sin decir una palabra, habrá dicho así que ese es su lugar, aunque la pandemia le haya impedido estar por tanto tiempo.

La atención estará centrada tanto en sus gestos como en sus palabras. Y muchos esperan que anuncie su abdicación y designe a su sucesora, aunque la ley de la herencia no corre para el público televisivo que supo construir con la conductora nacida en Villa Cañás, Santa Fe (bajo el nombre de Rosa María Juana Martínez), un vínculo de respeto y afecto que deberá ganárselo aún quien la sustituya. Sin embargo, en declaraciones al diario La Nación, la Chiqui disipó esa posibilidad: “este sábado no será mi despedida; simplemente, es un saludo de fin de año”.

El reemplazo de su nieta Juana Viale (la estrella aclaró que el programa servirá para agradecerle lo hecho) siempre tuvo el carácter de transitorio, aunque la actriz (ya no joven, tiene 39 años) pueda haber soñado con que era definitivo. Para que nadie se llame a engaño, la abuela dirá -incluso con su silencio- que ella es presente y no pasado, por lo menos en el cierre de 2021. ¿Seguirá (incluso con intermitencias) la próxima temporada, cuando desde febrero ya tenga 95 años?

En un clima festivo como el de su reaparición en pantalla (“La noche de Mirtha” estará al aire por ElTrece hoy, desde las 21.30, con un programa que será pregrabado en el estudio de La Corte), es difícil que se empañe con una despedida. Menos aún cuando Viale conducirá el “Almorzando...” del domingo por el mismo canal. Todo eventual anuncio quedaría para un especial en la apertura de 2022, tras el cumpleaños de Mirtha, según especulan algunos conocedores de los pasillos de la TV nacional.

En esos corrillos se habla de una cogestión antes de una sustitución definitiva. Es decir que Legrand estará en algunos programas para oficiar de conductora indiscreta, con preguntas molestas que sólo a ella pueden perdonársele, mientras que el grueso de la tarea bajo los focos recaerá sobre Viale. Claro que el gran trabajo es el que existe detrás de cámaras, con Nacho Viale como motor de la productora StoryLab, que no tiene descanso y que se mantiene de domingo a domingo activa: si no está con los programas de fin de semana al aire, agita en las redes sociales todo el tiempo con lo que pasó o con lo que va a pasar, desde declaraciones picantes y cruces entre invitados hasta la comida que prepara la chef Jimena Monteverde y la estética presentada, vestidos y joyas incluido.

Y para dejar en claro cuál es el concepto del producto que venden, el hashtag de esta semana fue #MirthaEterna. El ojo avispado lo entendió como un guiño que anticiparía el desarrollo de la entrega de esta noche, que tendrá invitados de primer nivel (ver “Detalles...”) y a Juana sentada al lado de la matriarca; este sería el futuro, con Viale como conductora estable y Mirtha con apariciones periódicas. No habrá políticos ni periodistas a la mesa, pero las posiciones ideológicas se darán en la charla.

Junto a los récords mundiales y a los innumerables reconocimientos que tiene, Legrand bien podría encabezar el podio de los personajes de memes, otro territorio de las redes. La diva es consciente de ello y de alguna manera los admite, aún a regañadientes, así que para mañana se podrá esperar una avalancha de ironías y sarcasmos.

Emocionada

“Estoy muy bien, con mucha emoción. Dos años hace que no estoy en el aire, ¡no es fácil la vuelta!”, le dijo Legrand esta semana a La Nación respecto a su ausencia sanitaria forzada, salvo por dos reapariciones coyunturales en la TV. Y completó: “Estoy muy emocionada, contenta, feliz… Todo eso junto”. Lo mismo reiteró ante Infobae. Por lo pronto, el verano la tendrá instalada en Mar del Plata, anunció.

La posibilidad del retiro no es nueva, pero la pandemia (y la reclusión forzada de Legrand por 280 días continuados dentro su departamento para evitar contagiarse de covid) la hizo más latente que nunca. Viale le imprimió al programa una innegable frescura, en un intento por saltar generaciones en la audiencia y llegar a una renovación de público. Pero sigue estando a la sombra de su famosa abuela y cada aparición deriva en alguna comparación con lo que habría hecho o dicho la estrella. Es que es imposible crear un estilo propio cuando el concepto es darle continuidad a un espacio de otro, con esa sensación de inquilino permanente sin llegar a ser propietario (y cuando quiere pensarse como tal, nunca falta quien le recuerda que lo suyo es eventual).

La nieta famosa asume su lugar de segunda respecto del programa de hoy. “Vamos a estar juntas. Ellas comandando su trono, por supuesto, y yo en una silla de costado. Poneme un banquito y yo soy feliz”, declaró.

Por lo pronto, Juana está decidida a seguir desarrollando su carrera autónoma como intérprete: protagoniza junto a Laura Novoa la película “Causalidad”, disponible desde hace pocos días en la plataforma de streaming Amazon Prime, con buenas críticas.

No es casual que su abuela comenzase la fama de la misma manera hace 80 años cuando protagonizó “Los martes orquídeas”, dos años después de haber sido elegida “Reina del Corso de la avenida de Mayo”, con apenas 12 años y de haber estado en algunos filmes con roles secundarios. Fue, además, una década antes de que la televisión llegase al país (el programa que lleva su nombre comenzó en 1968 y tiene 53 años ininterrumpidos, sea diario o con entrada semanal).

Si finalmente Mirtha abandona todo, lo primero a cambiar será el nombre del programa. Si ella no estará nunca más, mantenerlo sería incluso una provocación. Renombrarlo implicaría, a su vez, admitir un cambio de era. Como dice el dicho, reformulado en términos femeninos: “muerta la reina, viva la reina”, sea cual sea.

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