29 Noviembre 2021
ABRAZO FINAL. Los planteles naranjas escuchan el mensaje del head coach Emilio Valdez. Tucumán fue protagonista. Foto de Sergio Gomez
El objetivo de base de cualquier seleccionado tucumano, sobre todo si es uno de rugby, es ser protagonista de cualquier competencia en la que intervenga. Quien se pone la camiseta naranja sabe que en ese momento está firmando un pacto de compromiso: el de salir vacío de la cancha, con la certeza de haberlo dejado todo en ella. Desde ese punto de vista, las jugadoras de los seleccionados tucumanos femeninos pueden darse por satisfechas: Buenos Aires y Misiones tuvieron que sufrir hasta el final para despojarlas de los títulos argentinos Mayor y Juvenil que Tucumán se había traído de Paraná en 2019.
Las de ayer fueron dos finales tremendas, que se definieron en los últimos instantes y que por cuestión de segundos no terminaron en otro monopolio “naranja”. Esta vez no pudo ser, y aunque a las Naranjas y Naranjitas todo lo que esté abajo del primer puesto les sepa a poco, reconforta saber que el rugby femenino de la provincia sigue siendo de primer nivel, tanto en Mayores como en Juveniles.
De hecho, en la primera jornada, ambos equipos habían marcado clarísimas diferencias sobre sus rivales, goleando sin recibir puntos en contra. Las Naranjitas, primeras campeonas de la categoría, se abrieron camino hacia la final de Oro derrotando 52-0 a Jujuy, 25-0 a Alto Valle y 27-5 a Oeste (Uroba). En la final, las dirigidas por Walter Majolli se cruzaron con Misiones, con las que protagonizaron una final de palo y palo que Tucumán llegó a dominar 17-12 en el segundo tiempo. Sin embargo, las misioneras lo dieron vuelta cerca del cierre con un try convertido y se impusieron 19-12. No obstante, fue un gran torneo para las juveniles tucumanas, pese a presentar un equipo bastante renovado y sin algunas jugadoras importantes del título 2019 (pasaron a Mayores).
Luego fue el turno de las Mayores. El equipo conducido por Emilio Valdez y Cristian Zelaya también arrasó en la fase clasificatoria (47-0 a Salta y 37-0 a Entre Ríos) y pasó a la final derrotando 22-5 a Córdoba. Allí se encontró otra vez con Buenos Aires, su clásico rival, al que habían vencido en las últimas dos finales. Tucumán pegó primero en la búsqueda del tricampeonato consecutivo y llegó a estar arriba 19-7, pero Buenos Aires aprovechó la superioridad numérica que le dieron un par de amarillas en Tucumán para igualarlo en la ultima jugada, forzando la definición por muerte súbita.
Allí, ganaba el que hiciera el primer punto, y ese fue Buenos Aires, que sumó así su tercer título en Mayores (habían ganado en 2016 y 2017).
Para las Naranjas, el cierre no fue el esperado, pero aún así estuvo cargado de emoción: fue la despedida de Rita Cazorla, capitana y figura histórica del seleccionado y del rugby tucumano. Una crack que sirvió de inspiración para muchas jugadoras que eligieron el camino de la ovalada. El final de su trayectoria naranja sin dudas merecía ser con la Copa de Oro entre las manos, pero de todos modos, la “purpurada” sabe que cumplió ese pacto de la camiseta hasta la última función.
Juveniles
Las posiciones finales del campeonato de Juveniles: 1º, Misiones; 2º, Tucumán; 3º,
Oeste; 4º, Entre Ríos; 5º, Alto Valle; 6º, Córdoba; 7º, Austral; 8º, Buenos Aires; 9º,
Andina; 10º, Salta; 11º, Rosario, y 12º, Jujuy.
Mayores
Las posiciones finales del certamen de Mayores: 1º, Buenos Aires; 2º, Tucumán; 3º, Córdoba; 4º, Cuyo; 5º, Andina; 6º, Nordeste; 7º, Alto Valle; 8º, Salta; 9º, Austral; 10º, Rosario; 11º, Entre Ríos, y 12º, Oeste.
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