Un recorrido por canciones que dejaron huella en su vida

Un recorrido por canciones que dejaron huella en su vida

El cantautor ofrecerá un recital intimista en el Centro Virla, junto al tecladista Zalo, que se formó en su taller. Guitarra, piano y voz

UN REPASO A LA HISTORIA. Anselmo Lago recreará viajas composiciones en El poder de la canción. UN REPASO A LA HISTORIA. Anselmo Lago recreará viajas composiciones en "El poder de la canción".

Con el recital titulado “El poder de la canción”, Anselmo Lago vuelve a las fuentes con las que se inició hace 40 años en la música. Lo hará hoy a las 21, en Centro Cultural Virla (25 de Mayo 265), donde interpretará 17 canciones -las más representativas de su carrera- de los 60 temas que ha compuesto.

“Por ejemplo, tengo una canción que habla del agua de mar, de sus propiedades nutritivas y curativas, que presenté en 2015 en un recital temático en Patio Lorca -comentó-. Y así como esa, otras composiciones que he ido desarrollando en diferentes agrupaciones. Esas letras son poderosas porque cuentan muchas cosas, que abarcan no solamente mi historia personal sino también la historia del país. Con este recital estoy volviendo al concepto de cantautor”.

El cantante estará acompañado en su concierto por Zalo (nombre artístico de Gonzalo Argañaraz), un tecladista que se formó en el taller de música que conduce Lago. “Es un pianista notable que ahora ya está haciendo su propia carrera en la música clásica, bajo la dirección de algunos maestros que lo preparan para acceder a las ligas mayores -afirmó-. Hemos decidido hacer un espectáculo intimista, con piano, voz y guitarra, para poder abarcar parte de mi repertorio”.

Lago mencionó “Ancajuli”, una canción que compuso en su adolescencia y tuvo una trayectoria en los escenarios tucumanos. Otra de las que cantará es “La dulce espera”, que surgió hace 31 años cuando iba a nacer su primera hija. También tiene prevista en el repertorio la “Chacarera del arrogante”, compuesta cuando actuaba con su grupo Los Piqueteros y “ Pa’ mi Gringa Madre”, entre otros, que a ser escuchados en versiones acústicas, aunque “respetando los arreglos originales y el espíritu del momento en que fueron creadas, ya que consideramos que las canciones trascienden el tiempo y el espacio, además de ser el alimento esencial para el alma”, aseveró.

“De cada proyecto que hice en mi vida, he rescatado uno o dos temas que son representativos de esa determinada etapa. Y abarcan un gran abanico de géneros musicales, porque hay chacareras, blues, aires de zamba, rock... Todo en formato acústico”, aclaró.

Docencia

La faceta de Lago como docente de música, en su taller cultural, apunta no solamente a que los alumnos aprendan un instrumento sino también a tocar en grupo, a expresarse y a relacionarse con el otro a través del arte. El maestro es un cultor de la filosofía oriental y en su relación con los alumnos aplica la psicología y la pedagogía, al mismo tiempo que enseña diferentes técnicas instrumentales -además de canto- como guitarra, teclado, batería, armónica, ukelele y violín.

“Hace más de 35 años que tengo una fábrica de artistas -explicó-. Estimulo a mis alumnos con un criterio de libertad y expresión; en síntesis, creamos un espacio de crecimiento en el que pasan por el aprendizaje de ocho instrumentos. La idea es que cada uno de ellos autogestione su obra y que el canto esté presente. Los voy pasando por todos los géneros, desde el folclore, en todas sus variantes, la balada, bolero y tangos, hasta la salsa”.

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