Chile elige presidente entre propuestas tan dispares como extremas

Chile elige presidente entre propuestas tan dispares como extremas

Los candidatos de la izquierda, Gabriel Boric, y de la extrema derecha, José Antonio Kast, tienen chances de llegar al balotaje del 19 de diciembre.

A LAS URNAS. Los chilenos votarán hoy la primera vuelta de las presidenciales. A LAS URNAS. Los chilenos votarán hoy la primera vuelta de las presidenciales. REUTERS
21 Noviembre 2021

Chile acude hoy a las urnas culminando un período de dos años en los que vivió un estallido social, empezó a redactar una nueva Constitución y lidió con la pandemia, conformando un panorama en el que las propuestas más extremas son las que parecen mejor posicionadas.

Los sondeos para las elecciones presidenciales auguran una clara victoria en primera vuelta de la izquierda más radical encarnada por Gabriel Boric y la extrema derecha capitaneada por José Antonio Kast -ambos con más de un 20% de las preferencias-, que se disputarían el balotaje el 19 de diciembre.

De confirmarse el escenario, los chilenos darían carta de defunción -al menos temporal- a los dos bandos políticos que han regido sus destinos desde el retorno de la democracia en 1990: el legado centroizquierdista de la Concertación representado por Yasna Provoste y el actual oficialismo derechista abanderado por Sebastián Sichel.

La existencia -según sondeos- de un 25% de indecisos hace que los analistas no terminen de descartar una posible remontada que lleve a Sichel o a Provoste a la segunda vuelta, sobre todo después de que el último debate evidenció un frente común contra un Kast que se vio errático e impreciso por primera vez en toda la campaña.

Está por ver igualmente el desempeño de uno de los elementos más disruptivos de la campaña, la candidatura virtual de Franco Parisi, un mediático economista radicado en Estados Unidos que no pisó Chile durante todo el proceso y que asoma como tercera fuerza en algunos sondeos.

Marco Enríquez-Ominami, un ex diputado centroizquierdista que se presenta a su cuarta elección presidencial y ha sido un gran animador en los debates gracias a su conocida telegenia, y Eduardo Artés, un profesor de 70 años admirador de regímenes como el cubano o el norcoreano, completan el abanico de candidatos que competirán por la presidencia de Chile.

Las urnas abren a las 8 y cierran a las 18. Los resultados empiezan a sumarse rápidamente.

En la jornada también se celebrarán elecciones parlamentarias -los 155 miembros de la Cámara de Diputados y 27 de los que serán 50 senadores- y a consejeros regionales, conformando el tablero político para los próximos años, a la espera de los resultados del trabajo de la Convención Constitucional.

Boric, un ex líder estudiantil de 35 años, es señalado por muchos como el principal aspirante a La Moneda, al aglutinar en Apruebo Dignidad apoyos que van desde la centroizquierda al Partido Comunista, al que podría añadirse un voto de rechazo más transversal contra Kast si acaban midiéndose en el balotaje.

En una carrera de menos a más en la que juntó por poco las 35.000 firmas necesarias para avalar su candidatura y venció contra todo pronóstico al popular alcalde capitalino Daniel Jadue, este oriundo de la región de Magallanes -en el extremo sur del país- busca capitalizar la ola de descontento social que estalló hace dos años en el país, otrora considerado una isla de estabilidad en la convulsa América Latina.

En la vereda opuesta es probable que choque con Kast, al frente de un proyecto ultraconservador que se ha mostrado tan condescendiente con los abusos a los derechos humanos cometidos durante la dictadura de Augusto Pinochet como beligerante con la inmigración, los hechos de violencia en el marco del conflicto mapuche en la Araucanía y la delincuencia en general.

Con promesas de reducir el papel del Estado, bajar los impuestos y lograr un fuerte crecimiento pese a los nubarrones que acechan en el horizonte para la economía chilena, este abogado de 55 años ha protagonizado un fulgurante ascenso en los sondeos a expensas de Sichel, sacando provecho de los ciudadanos que se quejan de la inestabilidad y la inseguridad y claman por una "mano dura" que devuelva el orden a Chile.

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