BONDADES DE UN GRANO. El arroz es fuente de vitaminas y de minerales, aporta proteínas sin gluten, se digiere fácilmente y resulta un gran cómplice en la cocina. LA GACETA
El arroz es una de las comidas más consumidas del mundo; la base de la alimentación de gran parte del planeta. De hecho, el 95 % de lo que se cosecha mundialmente se utiliza para consumo humano. No obstante, en la Argentina no se come tanto. Una pena, porque se trata de un grano versátil y presto para ser saboreado en numerosos platos. "Es mucho lo que podemos hacer en la cocina con el arroz. Para empezar, el líquido de cocción no tiene que ser necesariamente agua; se puede usar caldo, cerveza o vino", enumera la chef Ana Goldman.
Otra alternativa es saborizarlo durante la cocción con ajo, hierbas o especias. También se le puede agregar texturas con vegetales rallados, con legumbres o con frutos secos. O sobre el final, mezclarlo con una salsa a base de soja o queso rallado. Pero antes de llegar a esa etapa, conviene profundizar sobre cómo cocinar un arroz a punto. A continuación, un paso a paso revisado por Goldman:
1. Enjuagar el arroz. Este primer paso es un buen modo de eliminar el polvo y el almidón. Para enjuagarlo basta con poner la cantidad de arroz necesaria en un colador y dejar correr el chorro de agua fría, de la canilla, sobre los granos.
2. Respetar la proporción de agua y arroz. Para la mayoría de las variedades comunes de arroz, se calcula una taza de arroz por dos tazas de agua. Por lo general, las indicaciones están en los paquetes. Para el arroz integral o el yamaní, se suelen usar tres partes de agua. Algunos gustan usar caldo natural en vez de agua o agregarle un caldo en cubo al agua.
DE ORIGEN ITALIANO. Arroz con leche de coco y gajos de mango. LA GACETA
3. En una olla, colocar el arroz con el líquido en frío y poner a fuego fuerte. Una vez que se rompe el hervor, agregar sal y bajar a fuego lento. Continuar la cocción sin revolver y con la olla tapada.
4. Controlar el nivel del agua. Aproximadamente a los 20 minutos, se supone que el arroz habrá absorbido el agua. Para el arroz integral se necesitan más minutos de hervor. Apagar el fuego y dejar reposar con la olla tapada para que se termine de cocinar con el vapor.
5. Con un tenedor revolver el arroz para despegar los granos y liberar el vapor. Esto evitará que se pegotee.
A LA JAPONESA. Un plato de arroz con brócoli, tofu, cilantro y semillas de pistacho. LA GACETA
Ahora que el arroz está listo, la chef sugiere tres recetas para lucirlo en ensaladas de verano.
Arroz frito (como el que hacía la abuela de Goldman)
Colocar en una sartén dos dientes de ajo enteros y un chorrito de aceite. Agregar una taza de arroz del que no se pasa y dorar todo junto. Finalmente, agregar dos tazas de caldo de verdura hasta que se evapore el agua.
Ensalada integral
Cocinamos arroz integral a fuego medio durante 20 minutos. Sin embargo, conviene probar el grano dos minutos antes del tiempo recomendado; si está al dente, retirarlo. Escurrir el agua sobrante. Agregar tiritas de pollo salteadas con salsa de soja y mostaza. Al último, poner granos de choclo y dados de palta y tomate.
Arroz yamaní con atún
Colocar arroz yamaní en un recipiente con agua durante un minuto, para deshacerlo de cualquier suciedad, o colocarlo bajo el grifo de agua y removerlo. Escurrir. Tras eso, colocar el arroz en una olla, agregar agua y sal. Tapar la olla y cocinar a fuego alto hasta que hierva. De ahí en más, cocinar por 30 o 40 minutos más. Dejar reposar unos 10 minutos y listo. Se completa con atún, tomate, lechuga mantecosa y repollo morado.
¿Sabías qué? El arroz empezó a cultivarse en China unos 6.000 años antes de Cristo; hoy existen cerca de 10.000 variedades. Gracias a los árabes el arroz llegó al Mediterráneo. Españoles y portugueses lo trajeron a América. Así, se transformó en uno de los alimentos básicos de la humanidad.







