Sánchez calla sobre Alfaro, pero dice que quiere la gobernación

Sánchez calla sobre Alfaro, pero dice que quiere la gobernación

Prudente silencio sobre la renuncia a la banca de su par capitalino, pero contundente revelación de propósitos para 2023.

El intendente de Concepción y electo diputado nacional, Roberto Sánchez (Juntos por el Cambio), ayer se sumergió en el descanso y el silencio. No respondió los llamados de ningún medio de prensa. De esta manera optó por evitar emitir cualquier comentario sobre el escándalo que se generó con la renuncia a la banca de senador nacional de su compañero de boleta Germán Alfaro.

El lunes el ahora legislador nacional dejó en claro, después de algunas especulaciones, cuál es su próximo objetivo. Y el mensaje fue también para Alfaro. Después de su notorio desempeño en las generales del domingo (se ubicó como segundo mejor votado en la provincia), confirmó su intención de postularse como candidato a gobernador en el 2023.

“Como se dice, todo cura quiere llegar a ser Papa, los comisionados comunales a legisladores, los concejales a intendentes y entonces, en mi caso, se me cruza por la mente candidatearme para gobernar Tucumán”, dijo. “Esto lo digo sin ningún problema porque para eso comencé esta carrera de ser diputado recorriendo la provincia de punta a punta”, agregó.

Alfaro, como se sabe, tiene la misma aspiración. Sánchez no reveló preocupación al respecto. “Esa cuestión se discutirá en otro ámbito. Estamos con esas intenciones y luego veremos cuando vayan transitando los meses. Pero el objetivo muy claro es ser gobernador de la provincia”, insistió. Sánchez, acostumbrado a los primeros puestos en el automovilismo, al parecer no está dispuesto ahora a experimentar otro desplazamiento en su aspiración política cuando, con apoyo de un sector del radicalismo, se proponía ser candidato a senador. Este hecho adelanta una fuerte puja interna en JxC. De todos modos el flamante diputado nacional precisó que por ahora “vamos a ir defender en el Congreso a los tucumanos y a los argentinos”.

Y adelantó que seguirá recorriendo la provincia para “brindarles una opción y alternativa a los tucumanos a fin de cambiar de una vez y para siempre Tucumán”. Lo envalentonan los 385.054 votos cosechados. Casi 7.000 más que Alfaro.

Sánchez, como se recordará, también semanas antes de los comicios deslizó la posibilidad de desistir al escaño en el Congreso de la Nación, en caso de resultar elegido (tal como sucedió), si el Concejo Deliberante no le garantizaba un reemplazante de su confianza frente a la intendencia. Ese hombre resultó finalmente el radical Alejandro Molinuevo, reelecto presidente del órgano legislativo.

Será el que se haga cargo del departamento ejecutivo una vez que Sánchez renuncie para asumir su banca.

El flamante diputado nacional también aspiraba a que la presidencia del Concejo quede a cargo de Ramiro Beti (presidente del Pro) una vez que el titular del cuerpo pase a ejercer el Departamento Ejecutivo Nacional. Era un compromiso asumido con quien había retornado a su fila de aliados.

La resistencia que le opusieron los dos ediles “alfaristas” y los cuatro del peronismo, obligaron a un acuerdo mediante el cual la vicepresidencia primera quedó para Gabriel Jiménez, del Partido de la Justicia Social (PJS). De este modo se dio por terminado un conflicto que impedía la renovación de la mesa de conducción.

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