Después de más de nueve años comenzaría hoy el juicio por el crimen de Roxana Chiaro, la joven veterinaria que fue asesinada, cuyo cuerpo arrojado en un cañaveral del Este de la provincia. Por ahora es incierto el comienzo del debate porque el defensor del principal acusado se encuentra en Buenos Aires y no se sabe si podrá llegar a la provincia.
Chiaro desapareció el 12 de febrero de 2012. Su pareja, Luis Corral, realizó la denuncia dos días después y les avisó a sus parientes el 15. Los familiares viajaron a Tucumán y encontraron indicios que les permitieron sospechar del joven. “Ella jamás habría dejado sola a su hija”, dijeron las hermanas. El jubilado fiscal Guillermo Herrera investigó el caso y con el correr de los días fue elaborando teorías.
Descubrió que la pareja no estaba pasando por un buen momento y que Corral acababa de tener un hijo con su amante, Paola Castro, que trabajaba con él en la veterinaria de Villa Amalia. Herrera los imputó por homicidio agravado cuando descubrió que había manchas de sangre en el centro de atención para animales y en el departamento que el sospechoso le alquilaba a su pareja clandestina.
La acusación se mantuvo firme, pese a que no se habían encontrado el cuerpo de la víctima. En una gélida mañana del 12 junio de 2012, trabajadores rurales encontraron restos de una mujer en un cañaveral al este de la provincia. Las hermanas de Chiaro reconocieron que los restos de ropa encontrados en el lugar eran de ella. Meses después un estudio de ADN lo confirmó.
Herrera realizó la siguiente hipótesis a la hora de elevar la causa a juicio: Corral podría haber matado a Chiaro, descuartizado el cuerpo y arrojado los restos en el cañaveral. Según el fiscal, Corral no podría haber realizado todo esto solo, sino que había contado con la colaboración de alguien de su extrema confianza. Por ese motivo, pensó que Castro podría haber tenido algún tipo de participación en el hecho.
“Pediremos que reciba la máxima condena. Hay pruebas suficientes para condenarlo a él. Este es un juicio donde se deber tener en cuenta la perspectiva de género”, señaló Juan Colombres Garmendia, que actuará como querellante. Gustavo Morales, defensor de Corral, no adelantó cuál será su estrategia, pero sí confirmó que era difícil que se inicie el debate porque se encuentra en Buenos Aires. Castro, la otra imputada, iría camino a la absolución, puesto que no habría pruebas que la incriminen.
La fiscala de Cámara Marta Jerez deberá decidir que hará con la sospechosa, en tanto que la última palabra la tendrá finalmente el tribunal, integrado por Wendy Kassar, María Fernanda Bähler y Patricio Prado.








