Sexualmente hablando: Sexo kosher

Sexualmente hablando: Sexo kosher

Por Inés Páez de la Torre - Psicóloga.

Sexualmente hablando: Sexo kosher
07 Noviembre 2021

“El judaísmo en general, incluyendo el sector ultraortodoxo, considera el sexo como algo muy positivo y natural. No sólo para traer hijos, sino como forma de satisfacción y placer", declaró David Ribner, coautor junto a Jenny Rosenfeld de “Momento para amar”, un revolucionario manual de sexo para los ultraortodoxos publicado hace algunos años. Tal es así que los primeros judíos creían en el deber de disfrutar de los placeres de la vida, entre ellos el sexo; incluso algunos rabinos sostenían que en el día final las personas tendrían que explicar cada uno de los placeres que no habían disfrutado. Y según los entendidos la Torá -el texto que contiene la ley y el patrimonio identitario del pueblo judío- y el Talmud –aquel que registra las discusiones rabínicas sobre la ley judía, la ética, las costumbres, la historia y la filosofía- son también manuales de la vida marital.

Shmuley Boteach, rabino estadounidense, autor del best seller “Kosher sex”, afirma que “Según el pensamiento de los Antiguos Judíos, el encuentro sexual era una metáfora de la creación e interpretación que Dios hace de Su mundo. Se creía que el sexo proporcionaba la unión celestial de la energía femenina y masculina… Como nuestro mundo fue creado como el ámbito en el que se demostraba la unión de Dios, ningún otro acto representaba esta unión con mayor certeza que la conjunción física del hombre y la mujer, dos extraños que se vuelven amantes, dos amantes que se hacen amigos”.

La pasión femenina

Boteach sostiene que los antiguos rabinos aconsejaban a hombres y mujeres casados cómo disfrutar las placenteras, y aún así sagradas, relaciones íntimas, haciendo del orgasmo femenino una obligación para los maridos de la colectividad y no estando permitido a ningún hombre utilizar a una mujer para su propia gratificación.

Hace unos dos mil años, el Talmud declaró que la pasión sexual femenina es más importante que la del hombre. Luego, Nachmánides, rabino y filósofo de la Corona de Aragón en la Edad Media, explicó que cuando Dios le dijo a Eva que añoraría a Adán luego de comer la fruta del árbol del conocimiento (“Hacia tu marido irá tu apetencia, y él te dominará”), su deseo tomó la forma de un extremo deseo sexual por él.

La costumbre y la ley judías concuerdan asimismo con el pensamiento de Desmond Morris -zoólogo y etólogo inglés, autor de “El mono desnudo”- sobre el intercambio sexual cara a cara y sobre cómo aumenta la pasión. Sostiene Boteach que “en ninguna otra posición sexual observamos un encuentro de las bocas conjuntamente con una total unión de los miembros. Marido y mujer no sólo están unidos por la zona genital, sino que funden todas las partes de los cuerpos de tal forma que parecen una sola persona. La posición del misionero permite experimentar el arquetipo de la condición humana”.

Complacer al Creador

A pesar de ser un antifeminista confeso, Boteach tiene en Naomi Wolf -una de las principales representantes de la llamada “tercera ola” del feminismo- una aliada inesperada en su teoría de que el judaísmo es una religión sexual por naturaleza. Wolf concuerda en que el cultivo de la satisfacción femenina dentro del matrimonio siempre se consideró el valor principal de la familia. De hecho los Kabbalist, un grupo místico judío, creían que la satisfacción sexual que los hombres proveían a las mujeres complacía al Creador y lograba el balance, el orden y la armonía a escala cósmica.

En la misma línea el Zohar, la tradición mística de los judíos europeos, sentencia: “Cuando la esposa se purifica (es decir, después del baño ritual, cuando la menstruación finaliza), el hombre está obligado a satisfacerla, en la alegre gratificación de la obligación religiosa… Una vez que vuelve (de viaje) la obligación del hombre es darle placer a su esposa… Un hombre debe complacer a su mujer porque el placer es religioso, y así brindarle alegría a la Divina Presencia; esto constituye un instrumento de paz en el mundo”.

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