Por Rodolfo Casen
06 Noviembre 2021
LA GACETA / FOTO DE OSVALDO RIPOLL
La Justicia de Monteros dispuso erradicar la conexión clandestina que había practicado la comunidad originaria de El Mollar en la toma de agua de Mula Corral, perteneciente a la comuna local.
Al mismo tiempo ordenó que la provisión del líquido a los barrios de los comuneros se instrumente desde el depósito de excedentes, tal como lo hacían desde un principio.
De este modo se puso fin al conflicto que enfrentó a la comunidad de originarios con la comuna. Jorge Cruz, comisionado comunal del pueblo, dijo que la eliminación del empalme clandestino hecho por los aborígenes permitirá la recuperación paulatina del suministro de agua corriente en más de 14 barrios de la villa veraniega.
“El desvío impedía que los piletones de Mula Corral acumulen el agua necesaria para distribuir al pueblo. Se derivaba directamente a 250 usuarios de los barrios Loma 1 y 2. Esa actitud se tomó sin medir consecuencias”, añadió el funcionario.
Margarita Mamaní, cacica de la zona, celebró la medida judicial en razón de que, según dijo, “volvemos a recuperar el depósito de excedentes del que nos desconectó la comuna y que nos obligó a hacer otra conexión más arriba”. “No nos quedó otra alternativa que apelar a algo urgente porque desde hacía varios días estábamos sin agua y nadie se preocupaba por solucionar el problema. Hubo ancianos, niños y gente enferma que sufrió malamente ese problema”, sostuvo la dirigente.
Tras la decisión judicial, personal de la comuna, acompañado de efectivos de la Policía, se hizo presente en la toma de Mula Corral para proceder a efectuar los trabajos ordenados.
“Este es un triunfo que conquistamos luego de varios días de estar padeciendo la incertidumbre de no saber si íbamos a recuperar el agua que nos pertenece a todos”, dijo María Pedraza.
A raíz de la conexión clandestina que practicaron los originarios en Mula Corral, Cruz denunció penalmente a Mamaní por incurrir en delito contra la propiedad.
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