Incertidumbre por el móvil de un crimen

Incertidumbre por el móvil de un crimen

La versión más fuerte indica que el asesinato se dio tras una pelea de tránsito, pero la familia de la víctima no entiende por qué una camioneta lo perseguía.

LA CUADRA DEL HECHO. Walter Arnaldo Pigüela recibió un disparo en la cabeza en Entre Ríos al 700.   LA CUADRA DEL HECHO. Walter Arnaldo Pigüela recibió un disparo en la cabeza en Entre Ríos al 700.

Aún hay mucha incertidumbre sobre la muerte de Walter Arnaldo Pigüela, de 28 años. Lo único que está claro por el momento es que el joven murió al recibir un disparo en la cabeza y que los autores del homicidio serían los tripulantes de una camioneta Renault Kangoo gris. El hecho ocurrió ayer a la madrugada en Entre Ríos al 600, en El Manantial. Hay una versión oficial sobre el hecho, que indica que todo comenzó por una pelea por un accidente de tránsito, pero la familia de la víctima y los vecinos creen que pudo tratarse de otra cosa.

1) Pelea por un accidente

Según las primeras versiones de algunos testigos que consiguieron los investigadores del Equipo Científico de Investigación Fiscal (ECIF) y de la División Homicidios de la Policía, cerca de las 5, Maximiliano Juárez y Pigüela circulaban en una moto cuando, en la esquina de Entre Ríos y 20 de Junio, de esa ciudad, una Renault Kangoo dobló, cerrándoles el paso. Esa situación habría generado una discusión, por la que uno de los tripulantes de la camioneta desenfundó un arma y comenzó a dispararles a los motociclistas. Uno de los proyectiles impactó en el ojo de la víctima, que falleció en el acto.

La investigación del caso está a cargo del fiscal de Homicidios I, Ignacio López Bustos. Los peritos del ECIF, a cargo de Eugenio Agüero Gamboa, recolectaron seis vainas servidas, mientras que la Policía, al mando de Diego Bernachi, tomó testimonios al superviviente y a los testigos.

2) Una persecución

En la casa de Pigüela esperaban que terminara la autopsia para poder velarlo. La madre y los hermanos del joven contaron una versión diferente y consideraron que la versión de un accidente no era correcta. “Lo único que sé es que volvían de un viaje con su compañero de trabajo y que les apareció una camioneta que los empezó perseguir y que les disparó”, le dijo a LA GACETA Eugenia Elizabeth Pereira, la madre de la víctima, que volvía a casa con algunas gaseosas para ofrecerles a los familiares que se acercaron a acompañarla.

La madre explicó que Pigüela trabajaba para una empresa de gas, donde lo tenían “en negro”, y donde su tarea era viajar a distintas localidades del norte argentino trasladando garrafas. Por esos viajes, Pigüela estaba fuera de casa varios días; solía irse un martes y regresar para el fin de semana, indicó uno de sus hermanos.

“Creemos que quisieron asaltarlos, porque los perseguían y porque ya ha pasado que quieran robarle la moto a la gente en estas cuadras; pero lo cierto es que a ellos no les robaron finalmente”, explicó Pereira. “En todos lados están pasando este tipo de cosas”, agregó.

Los primos y hermanos de la víctima lo recordaron como alguien que siempre hacía reír a los demás. “Es lo que más nos quedó de él, y así lo están recordando sus amigos también en Facebook; evidentemente él era así con todos”, sintetizó Juan Pigüela, su primo.

3) Miedo en el barrio

La cuadra de Entre Ríos al 700 estaba aún delimitada por la cinta de “peligro”. En la calle no quedó nadie tras el hecho.

Cuando LA GACETA llegó al lugar se encontró con el cierre de varias puertas y con el silencio de los residentes, que manifestaban cierto temor por lo que había ocurrido.

Hubo un solo vecino que se atrevió a hablar pero bajo reserva de su nombre, por temor a sufrir represalias. “Acá todos dicen que los asesinos son del barrio 2 de Septiembre (sería un asentamiento detrás del barrio San Martín, de la capital) y que son tipos que están metidos en la droga. No sé si esto tendrá que ver con el móvil del crimen, lo que sí puedo decir es que la víctima era un chico laburante, quizás el que más trabajaba para su casa. De su compañero no sé nada, por eso pienso que, si los venían buscando, quizás las balas no eran para Pigüela”, indicó O.M..

“Esto es un pueblo de nadie, en esta cuadra viven dos policías y ni así tenemos seguridad. Aquí te matan y el caso queda en la nada”, se quejó el vecino, que agregó que debería haber más recorridos preventivos por ese sector de El Manantial.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios