20 Octubre 2021
He leído en LA GACETA del domingo 17/10, la crónica que escribe la doctora Claudia Herrera sobre la vida y la importante acción del tucumano Marco Avellaneda. Muy interesante y didácticas sus palabras sobre este tema específico, como lo hacen también, en el mismo ejemplar, los señores Guillermo Monti y Sebastián Rosso. También estoy seguro de que conocerán lo que escribió sobre Avellaneda el escritor y poeta taficeño Juan Eduardo Piatelli. Como una contribución a este homenaje a Marco Avellaneda, paso a describir lo que Piatelli tituló: “Romance a la cabeza robada de Marco Manuel de Avellaneda” (dedicada al Dr. Eudoro Avellaneda), que dice: “Una Pica está clavada / en la plaza principal, / hay silencio de temores / y lágrimas por secar. / La noche, con esa fuerza / que le da la oscuridad, / está aguardando esa pica / labrada con un puñal. / En la pica, una cabeza / de palidez sepulcral, / como si fuera un diamante / le marca el punto final; / tiene los ojos abiertos, / no se cansa de mirar, / quizás busque a esos verdugos / porque quiere personar. // Está mirando al Cabildo, / Mientras, en la Catedral, / ojos que derramen perlas / se posan en el altar, / palpitar de corazones, / porque no se puede hablar. / Está mirando al Cabildo, / ¡ah! Si pudiera gritar. / Cien sombras pasan y pasan / Inquietas por tanto mal, / son las de aquellos que juntos / Juraron la libertad. / Manos blancas se estremecen / Debajo de un manto real, / llevan piadosa la carga: /la cabeza ya no está.
Enrique Julio Ortega
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