Tucumán Rugby, campeón del Clausura: un equipo con el sello Macome

Mientras los jugadores se acomodaban para cumplir con el ritual de los campeones de abalanzarse sobre la copa, un poco más allá José Macome observaba la escena sin estridencias, con la misma calma con la que había llegado a la cancha de Natación para disputar la final del Clausura. En la espera para formar la ronda y felicitar a sus muchachos, surgió la oportunidad de juntar en una misma foto a todos los elementos del equipo que llevan el apellido Macome: junto a José estaban sus hermanos Hernán y Benjamín (miembros del staff de entrenadores), y los jugadores Agustín Macome, Ignacio y Gerónimo Pascal (estos últimos llevan el Macome como apellido materno). “¿Y Luis? Falta Luis”, preguntaban. Pero Luis María Macome (también parte del staff) ya no estaba, se había ido apenas terminó el partido por otro compromiso.

“Sí, somos una plaga en el rugby”, define en tono de broma Benjamín, cuya función en el staff encabezado por José pasa principalmente por el line y las armas en ataque. “Aunque el ‘Homero’ (José) nos da la libertad de que todos hagamos un poco de todo, así que también me involucro un poco en sistemas de ataque y defensa”, cuenta el ex segunda y tercera línea de Los Pumas.

Afectado por un accidente que le impidió jugar este año, Luis María se sumó al staff para aportar en destrezas individuales y colaborar en la Preintermedia. “Estoy muy agradecido con el staff y con los jugadores, que me dieron un lugar para participar y disfrutar del rugby desde otro lado”, destacó “Luisma”.

Este año se sumó también Hernán, primero para enfocarse en destrezas referidas al breakdown, pero a medida que se fueron acomodando los planteles, se hizo cargo principalmente de la Intermedia junto a Patricio Ramasco y Santiago Albiero, con quienes se conoce “de memoria”. El resultado fue intachable: ganaron el Apertura y el Clausura. “Es un equipo divino. Los planteles de Intermedia suelen tener much rotación de jugadores que pasan por la Pre o por Primera, pero este fue muy estable y se armó un grupo espectacular. Siempre poniendo la cara en los momentos difíciles que tuvimos hasta que nos acomodamos”, resaltó “Beto” Macome. Como toda intermedia, apoyó a la Primera cuando hizo falta. “Se trabaja mucho en la semana en función de las necesidades del primer equipo, y en eso los chicos ayudaron un montón”, subraya.

Confianza de hermanos

Trabajar con familiares puede ser un arma de doble filo: a veces, la confianza puede trastornar el ambiente de trabajo y conspirar contra el orden necesario. No es el caso de los Macome. “Tenemos una visión dentro de todo parecida del rugby porque venimos hablando de eso desde que somos chicos, entonces se hace mas sencillo saber qué piensa el otro y hay más confianza para decir las cosas. Por supuesto, a veces surgen opiniones distintas, pero en líneas generales pensamos parecido y eso facilita mucho el trabajo”, asegura Benjamín.

“Beto” coincide en que puede haber contrapuntos en cuestiones menores, no así en la idea general del rugby que quieren plasmar. Lo que sí, también es clave separar los tantos cuando en el plantel hay sobrinos. “Es lindo, tengo muchos sobrinos que juegan y a casi todos los entrené alguna vez, con algunos llegué a jugar incluso. Pero trato de ser justo y objetivo. No quiero regalarle nada a un jugador por ser familiar, pero tengo una gran relación con ellos”, aclara Hernán.

El primer objetivo de los Macome ya se alcanzó: ahora van por los playoffs. Así lo indica José: “el grupo humano es muy lindo y hay una mezcla de jugadores experimentados y chicos que están con muchas ganas. Pero para nosotros no terminó nada. Ahora viene una semifinal en casa y de ahí a buscar ser el campeón anual.