Rock tucumano con mucha trayectoria

El encuentro que mantendrán dos bandas tucumanas de rock esta noche, desde las 20 en La Coupole de Yerba Buena (avenida Aconquija 2.780), encierra muchos años de transitar escenarios de sus protagonistas.

Por un lado, Marcelo Negrex Delgado estará al frente del trío que comparte con Cachito Palomino en batería y Gonzalo Aragón en bajo eléctrico. Por el otro, Yarará del Desierto la integran Omar Bardón, Daniel Israel y Ubaldo Rodríguez. Como invitado especial estará Adrián Llovera. Aparte de un set cada una, habrá temas conjuntos: “Sueños en las dunas”, del Negrex Trío, y “Drugos”, de los Yarará.

“Es un concierto en el que vamos a sumar la energía que se percibe en el aire, a salir de los escondites a mostrar lo que amamos hacer, sin guardarnos nada”, señala Delgado, quien recuerda que Israel fue el primer bajista con el que tocó los 15 años, cuando debutó en la música con el grupo Sostenidos por Bemoles. “A Omar lo conocí en esa época también y compartimos escenarios muchas veces. Es un gran amigo y un maestro de la música y de la vida”, agrega.

No pioneros; sí viejos

Bardón aporta que su banda se formó “de una manera aleatoria: Ubaldo es oriundo de Uruguay y reside en Los Sazos, Amaicha, donde yo tengo una casa y nos juntábamos a tocar, y luego sumamos a Israel, que vive en Cafayate”. “No somos los pioneros del rock tucumano, pero somos viejos ya en esta historia”, señala. El nombre de la banda surgió cuando una víbora se cruzó en su camino mientras iban a ensayar.

Hace tres años, y con ensayos todos los meses, Yarará del Desierto comenzó con versiones de temas conocidos, hasta que Bardón comenzó a componer sus propias creaciones, incluso en inglés, pero sin abandonar los clásicos en cada presentación. “Nos sentimos mejor con nuestra música de blues y rock. Las letras expresan ideas bastante sencillas que resumen un modo de estar o de sentir. Ya tenemos un repertorio de unos 12 temas propios, que pudimos grabar en Estudio Rojo, donde el Negrex estaba de público y me propuso hacer algo juntos y decidimos avanzar en conjunto con los dos tríos para que sea más atractivo para el público”, señala.

La admiración entre los músicos es mutua. “Me gustan mucho sus composiciones, siempre estuve en contacto con él y encontramos puntos en común en nuestras vidas, como las edades y el persistir en los proyectos artísticos cuando otros se están retirando. Estamos con más ganas que nunca de seguir tocando, sobre todo en los valles en nuestro caso. Actuamos mucho en Cafayate, que tiene una movida de consumo cultural más importante que la que hay en Amaicha”, concluye.