08 Octubre 2021
El billete de $1.000 perdió el 77% de poder de compra de cuando fue creado
Que la plata alcanza cada vez menos, no es novedad, pero que el billete de más alta denominación apenas cubra lo básico muestra a las claras la depresión de nuestra moneda. Algo que, a la vez, lleva a que se necesite que el Banco Central imprima más cantidad de papeles de $ 1.000 para satisfacer la demanda de efectivo.
Solo en septiembre, la autoridad monetaria emitió 37,3 millones más de ejemplares de máxima denominación, según datos del propio BCRA. Hasta fin del mes pasado, el país llegó a las 1.195,8 millones de unidades de billetes con la imagen del hornero en circulación. La emisión del papel moneda refleja una realidad signada por una inflación tan alta.
El valor real de los pesos es cada vez menor y el del billete de $1.000 se redujo un 77% en relación a su poder de compra inicial.
Este billete se lanzó en diciembre de 2017 y desde esa fecha sigue siendo la unidad de mayor cifra en circulación. "Desde entonces, la inflación ha menguado su poder de compra, por lo que se estima que hoy este papel sólo permite acceder apenas a un 23% de la canasta de bienes y servicios que posibilitaba adquirir hace casi cuatro años", dijo Andrés Méndez, director de AMF Economía, en iProfesional.
Es decir, si con una unidad de $1.000 se adquiría 100 de equis producto en 2017, hoy con el mismo ejemplar se puede acceder a sólo 23 de ese artículo. El máximo billete de Argentina vale menos que un cuarto de su poder de compra de cuando fue lanzado.
Según el relevamiento realizado por AMF Economía, en base a datos de la canasta básica, hoy un billete de $1.000 ya ni siquiera alcanza para comprar un kilo de queso en barra, tampoco para adquirir un kilo de jamón cocido, y apenas cubre un kilo de manteca, una docena de empanadas o un kilo de cuadril de carne.
El dato alarmante es que, en diciembre del 2017, ese mismo dinero alcanzaba, como mínimo, para adquirir 4 kilos (o docenas) de cualquiera de los mencionados productos.
"De forma cada vez más notoria el billete de mayor denominación pasa a ser la forma de pago más utilizada para efectuar pequeñas transacciones, algo que en el mundo desarrollado lo suelen cubrir las monedas. En consecuencia, no resulta extraño que ante cualquier consumo y/o transacción deban entregarse varios billetes de $1.000 a cambio del bien o del servicio que se desea", agregó Méndez.
En base a los datos reflejados, al momento del lanzamiento de la máxima denominación hace cuatro años atrás, determinados consumos requerían aproximadamente algo más de 20% de cada billete, por lo que implicaba recibir un vuelto. "En cambio, en la actualidad, esos mismos consumos tienden a demandar una unidad o más de los de $1.000", explicó Méndez.
En relación a los billetes de mayor denominación que tienen los países vecinos, como Brasil (200 reales), Uruguay ($ur2.000) y Chile ($20.000), la consultara aseguraró que estos superan por lejos el valor en dólares que representa el de $1.000 en Argentina, que equivale apenas unos u$s5,8 al billete oficial "solidario".
Para ejemplificar, en Argentina se requiere casi un billete de máximo valor para comprar un kilo de manteca de primera calidad. En tanto, en los países vecinos, ese mismo producto, apenas representa en precio un cuarto de la mayor denominación que tienen cada uno de ellos en circulación.
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