Sexualidad: ¿qué es esto?... guía de juguetes sexuales

Sexualidad: ¿qué es esto?... guía de juguetes sexuales

Consejos para comprar y utilizar sex toys. Cuales son sus características, funcionalidades y los productos más vendidos en Tucumán.

EL ABC. Hay juguetes sexuales que son de uso terapéutico y otros novedosos para configurar la intensidad estando a kilómetros de distancia.  EL ABC. Hay juguetes sexuales que son de uso terapéutico y otros novedosos para configurar la intensidad estando a kilómetros de distancia.

Esto es como en el supermercado: habrá quienes sepan el estante exacto en el cual buscar las conservas y otros a los que les cueste diferenciar hasta los tipos de harinas y leches.

La diversidad de juguetes que existen en las tiendas sexuales es inmensa y puede, de primeras, llegar a confundirnos u horrorizarnos. Por eso, antes de ingresar a este mundillo hay algunos tips a tener en cuenta.

Va la regla de oro: el uso de sex toys debe ser progresivo. Resulta mejor arrancar por productos simples (sin tantas funcionalidades) y luego avanzar a opciones complejas cuando nos sintamos cómodos.

“Mucha gente cree que las alternativas realistas (similares en tamaño y aspecto a nuestras zonas genitales, con venas y color piel) son mejores. Al contrario, en este caso el tamaño importa y es aconsejable utilizar al inicio juguetes sencillos que sean pequeños o medianos para contrarrestar la impresión, la ansiedad o el temor que aparece en algunos al intentar una nueva experiencia sexual”, comenta la sexóloga Natalia Zerda.

Lo siguiente es pensar en el contexto ¿Lo vas a disfrutar solo/a o en compañía? ¿En qué momento íntimo lo querés (en la previa, durante el sexo o en el después)? ¿En qué zona del cuerpo deseas la estimulación?

Los materiales también difieren y podemos hallar aparatos de vidrio, metal o plástico. Lo mejor es la silicona médica al ser hipoalergénica y suave al tacto. Por el resto, todo depende de nuestros gustos estéticos.

“Siempre resulta necesario colocarle al sex toy lubricante (al agua) para que se deslice y no duela la fricción. Además, debemos tomarnos un tiempo para estar excitados previamente y entrar en ambiente”, agrega.

De compartir nuestros chiches nunca hay que olvidarnos de colocar un preservativo para prevenir enfermedades de transmisión sexual.

Es moneda corriente escuchar que los sex toys sirven de consuelo ante la ausencia de otro cuerpo. Gran error.

“El sexo o autoestimulación con juguetes no es mejor ni peor que los encuentros que mantenemos con una persona, solo son diferentes. En algunas ocasiones quizás nuestro interés apunte a tener sexo sin tantas vueltas y entonces es más sencillo abrir un cajón y poner algún video XXX antes que programar una cita. Sin embargo, cuando lo que buscamos es afecto, mimos o cucharita sabemos a quien recurrir”, enfatiza Zerda.

Según detalla la terapeuta, los hombres suelen mostrarse reticentes a la incorporación de ciertos objetos en la cama. “Muchos rechazan los juguetes porque se sienten internamente desplazados de su rol de protagonistas y encargados de brindar placer. Cabe aclarar que hay sex toy pensados ‘para dos’ y que algunos se implementan en terapias para tratar disfunciones”, explica.

Vibradores y dildos

Los dildos vienen en un montón de tamaños y con o sin función de vibración (algunos contemplan hasta 15 intensidades distintas y evolutivas).

Dentro de esta categoría, en los sex shops tenemos los vibradores con forma de conejito (traen unas “orejas” que rozan el clítoris) o con la punta curvada y más gruesos para centrarse en la fricción del punto G. La mayoría se recargan con USB.

Entre los elegidos para testear en dúo figuran las pinzas (parecen un gancho curvo). ¿Cómo funcionan? Uno de sus brazos se introduce en la vagina y el otro tocando el clítoris. Al adaptarse a la anatomía femenina luego, durante el coito, la vibración repercutirá a la vez en el pene.

“Las balitas (similares a un proyectil y tan pequeñas que caben en un bolsillo o cartera) van perfectas para las mujeres. Suelen aconsejarse para la exploración corporal o los toques en los senos y los pezones”, agrega.

Succionadores

El año pasado fueron tendencia en Twitter y reventaron internet con reseñas. Como indica su nombre, este producto ofrece un efecto preciso (de succión) y se centra en el clítoris. Algunos funcionan mediante ondas sónicas o de presión sobre el área genital.

Al tocar este botón con 8.000 terminaciones nerviosas, la promesa es obtener orgasmos el doble de intensos, pero vamos a hacer una advertencia porque su uso puede resultar doloroso para los principiantes.

Sexo anal

A este grupo pertenecen las bolas tailandesas (varas con esferas adheridas que van de un menor a mayor grosor) y los plugs. Ambos sex toys ayudan a dilatar el esfínter de manera progresiva.

Los plugs vienen en varias medidas y algunos sirven de accesorio en disfraces o para cumplir ciertas fantasías. Por ejemplo, lucen como colas de animales, traen componentes o dijes de strass.

Atención porque la aventura por la puerta trasera no es al tun-tún. Antes de intentar con sexo anal es indispensable estar super excitados y relajados. Por otro lado, si o si requerimos sumar un gel especial (los anales son más densos y tardan el doble en absorberse) porque la zona no posee una capacidad de lubricación natural.

Mangas y dedales

Las mangas y los dedales poseen en su superficie determinadas texturas o entramados elásticos y porosos. Al frotar estos juguetes por el cuerpo o masturbarnos las sensaciones que despiertan son únicas.

En esta línea, para los varones existen las fundas de penes: son colocadas igual que un preservativo y al mover el juguete con la mano sus púas internas masajean todo el miembro.

Bolas chinas

Las bolas chinas fueron pensadas para introducirse en la vagina y “entrenar” la musculatura del suelo pélvico (esta rodea la cavidad abdominal inferior y sostiene la vejiga, uretra, útero, vagina y recto).

Cada bola tiene en su interior una canita más chica que choca contra el exterior y las paredes vaginales. Al hacerlo, los movimientos provocan contracciones involuntarias que nos permiten trabajar este conjunto de músculos y ligamentos. “Según lo indique un profesional de salud, las bolas chinas se emplean para recuperar la tonicidad perdida al envejecer, tras un embarazo o al practicar deportes de alto impacto. Además, sirven para tratar el prolapso y la incontinencia urinaria. Su funcionamiento se complementa con ejercicios hipopresivos, de Core o Kegel”, acota.

Para penes

Los anillos aparecen en el top de ventas de cualquier sex shop. Se trata de anillas que se colocan alrededor del pene (en la base, delante o detrás del escroto) para aumentar el flujo sanguíneo y conseguir -a cambio- erecciones más potentes y retrasar la eyaculación. También aumenta (solo de momento) ligeramente el grosor del miembro.

“Son bastante populares entre las parejas porque su impacto se siente durante la penetración. Algunos modelos traen vibración, aros de varios diámetros o doble estructura para presionar los testículos. Estos se colocan cuando el pene yace en un punto de erección intermedio y no hay que mantenerlos por más de media hora”, especifica.

Los anillos carecen de contraindicaciones, pero es mejor evitar este juguete de tener algún problema cardíaco o de circulación.

Como fetiche, este año se popularizaron los dilatadores uretrales: unos palitos metálicos delgados que se insertan en la uretra. Este orificio mantiene un contacto directo con la próstata y posee muchísimas terminaciones nerviosas que incrementan el erotismo. “Este juguete debe utilizarse con cuidado porque resulta una sensación rara y fastidiosa de insertarlo torpemente”, aclara Zerda.

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