De los relatos familiares a la obra artística

De los relatos familiares a la obra artística

Cuenta Federico García Hamilton (en la foto junto al folclorista Rubén Leiva) que su romance sobre Bernabé Aráoz “nació como un homenaje a mi madre, quien siempre nos hablaba orgullosa de él y de sus hazañas, ya que fue el bisabuelo de su abuelo José Ignacio”. “Lo escribí basado en los relatos familiares y en lo que he leído después, dado el interés que estas historias y este personaje despertaron en mí”, agrega.

Esa motivación derivaron en las coplas que hacen referencia a quien llama “El prócer olvidado”, y que forman parte de su libro “Sentires”. Del papel pasaron a la partitura, con música de Leiva, para construir la cantata que esta noche se estrenará en el teatro San Martín, dentro del Septiembre Musical y con entrada gratis.

No es casual la fecha del debut. La función servirá de una suerte de vigilia patriótica por un nuevo aniversario de la Batalla de Tucumán, para la cual Aráoz tuvo determinante participación. “Aclaro que no soy historiador, ni mucho menos. Pero indudablemente la Batalla de Tucumán no hubiera existido sin Bernabé, como así tampoco la de Salta. De hecho, como todos sabemos, el general Manuel Belgrano iba retrocediendo hacia Córdoba, tal como lo habían ordenado las autoridades desde Buenos Aires. Si Aráoz -y los tucumanos- no hubieran convencido a Belgrano de quedarse a dar batalla al Ejército realista de Pío Tristán en la provincia y hubiera continuado su marcha, esta parte de lo que hoy es nuestro país habría quedado bajo dominio español. Su intervención fue trascendental”, asevera.

Pese a la importancia histórica de su figura, García Hamilton insiste en aseverar que su ancestro “es uno de los tantos olvidados, y así lo nombro en el romance que publiqué en ‘Sentires’; por suerte, hay quienes están trabajando fuertemente para su reivindicación, como el doctor José María Posse, que tiene un muy interesante libro publicado sobre su vida”.

“Empecé a escribir poesía de grande, y durante al menos una década lo hice solo para mí, hasta que hace algunos años empecé, de a poco, a compartir mis poemas con mi familia y con algunos amigos. Supongo que una de las razones por las que me inicié en la escritura fue por el temor a perder la memoria, como tristemente le ocurrió a mi madre siendo aún bastante joven. Y por la misma razón, decidí publicar mi primer libro (’Sentires’) en 2018, para que mis futuros nietos -aunque yo ‘ya no esté’- sepan lo que alguna vez su abuelo ha sentido o ha vivido. Pero nunca pude haberme imaginado que el romance iba a derivar en la cantata, era algo que nunca pensé que podría suceder”, concluye.

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