Los vecinos llenan de color su propio barrio

Los vecinos llenan de color su propio barrio

En Santa Ana están pintando las casas.

TODO A PULMÓN. Los vecinos hicieron rifas para comprar pintura. la gaceta / fotos de rodolfo casen TODO A PULMÓN. Los vecinos hicieron rifas para comprar pintura. la gaceta / fotos de rodolfo casen

En el barrio Nuestra Señora de Luján de Santa Ana se respira trabajo. De a poco “la cambian la cara” con una tarea solidaria que emprenden los propios vecinos. Se trata de un proyecto que contempla la refacción y embellecimiento del frente de las casas, de la iglesia y de la escuela del lugar. Utilizan pinturas de colores intensos, atractivos, y que van borrando las huellas de deterioros que dejaron los años sin mantenimiento. Hay casas antiguas, algunas que se remontan a principio de siglo, que se levantaron en la época de florecimiento del ingenio y otras más humildes y más recientes.

Hombres, mujeres y hasta adolescentes están embarcados en el trabajo. El impulsor de la idea es el comisario retirado Pedro Gómez. “El abandono o falta de aprecio a lo que tenemos, a lo que nos cobija o a nuestro suelo, es revelador. Es lo que deprime. A veces esto se da también por falta de recursos o por acostumbrarnos a vivir esperanzados en que el Estado nos brinde la solución. Y cuando eso no sucede debemos poner en práctica nuestras ganas de vivir mejor” dijo. “Vamos a tener un pueblo que nos haga sentir orgullosos. El Luján va a transformarse en un barrio colorido, que transmitirá entusiasmo” remarcó.

EMPEÑO. Los vecinos quieren que el barrio se vea mucho mejor.  EMPEÑO. Los vecinos quieren que el barrio se vea mucho mejor.

Cuando se lanzó la iniciativa el primer obstáculo fue la falta de recursos. Entonces los vecinos propusieron el lanzamiento de una rifa. Así adquirieron pinturas y materiales de la construcción. “Este es un pueblo de muchos años y que desde el cierre del ingenio nunca logró salir de la postración. La falta de trabajo hace estragos. De ahí la enorme cantidad de obreros golondrinas que tenemos. Y el drama de la gente se refleja en las condiciones de vida”, dijo el vecino Víctor Flores. “Las ganas de salir adelante tiene que comenzar por nosotros. Y de ahí que nos pusimos de acuerdo para trabajar en el embellecimiento de nuestro barrio. En eso estamos”, contó el vecino Angel Gordillo que con muletas se suma a la tarea de pintar los frentes de las casas. “Una vivienda con pintura nueva y de colores alegres cambia el ánimo de sus ocupantes. Y cuando todos los del barrio consigamos pintar nuestras casas, este lugar será distinto. Y la gente también”, apuntó entusiasmado. “Siempre hace falta que alguien estimule las buenas acciones. Aquí tenemos un vecino que lanzó el proyecto con ideas de cómo ponerlo en marcha”, dijo Flores. Varios albañiles de la zona también colaboraron. Los vecinos esperan ahora que las autoridades los ayuden. “No vamos a descansar hasta que la última casa, incluida la iglesia y la escuela, queden pintadas”, concluyó Ramón Romano.

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