Por Pablo Hamada
19 Septiembre 2021
La pérdida de su padre fue un punto de inflexión en su vida. Martín Parlato tenía solo siete años cuando le tocó despedir a la persona que lo inspiraba y desde allí tuvo que hacerse “emprendedor por vocación y necesidad”.
Cuatro décadas después de una de las etapas más difíciles de su vida, hoy Parlato dirige una compañía dedicada a crear impacto social. Posibl produce contenidos audiovisuales e iniciativas alrededor del mundo y su objetivo es promover cambios positivos a través de alianzas con organismos como las Naciones Unidas o bien con referentes de la cultura y del espectáculo. Sus producciones llegaron a más de 75 millones de personas en el mundo y desde el inicio ha contado con el apoyo de celebridades como Javier Mascherano, Neymar JR, Dani Alves, Valeria Mazza, Axel e Iván de Pineda entre otros.
Esta semana Parlato participó de los “mano a mano” de la Fundación del Tucumán y en este diálogo con LA GACETA cuenta los orígenes de su proyecto, qué cosas lo inspiraron y comparte, según su visión, cómo el emprendedurismo social puede cambiar al mundo.
EMPODERAMIENTO. Se buscan líderes para el cambio.
- ¿Cómo fueron tus orígenes en el mundo del emprendimiento y cuánto tuvo que ver tu experiencia de joven?
- Nací en Buenos Aires, en Lomas de Zamovra hace ya 44 años y la verdad que mi infancia tuvo un impacto directo en todo lo que hago hoy. A temprana edad, a los siete años, tue que experimentar un momento muy difícil que fue la partida de mi padre en mis brazos. Eso obviamente fue algo que me marcó para siempre porque mi viejo era una persona muy particular que se dedicaba a ayudar a otros, a cumplir sus sueños y sus iniciativas. Luego, durante los siguientes 15 años perdí prácticamente a casi toda mi familia, mi madre se enfermó y tuve que salir a vender mi ropa, mis libros y todos los bienes que teníamos familiares para poder comer. Por eso, por necesidad y vocación, desde muy chico quise emprender.
A los 18 ya puse mi primera empresa, que tenía que ver con el tema de inversiones y es algo que hoy sigo teniendo. En los siguientes 25 años me dediqué a trabajar en la creación de negocios y de startups de distinta índole. Hace 10 años llegó la idea de Posibl a mi vida, que es un gran resultado de muchas de las cosas que me inspiran y que tenía ganas de hacer por el mundo. Tomé la decisión de crear una compañía que no solamente nos muestre la realidad, sino que también nos ayude a transformarla. La compañía, a través de los formatos multimedia, distribuye iniciativas de impacto social en el mundo pero también permite que los espectadores no solamente vean el mundo sino también que lo transformen.
HISTORIAS QUE INSPIRAN. Salieron a buscarlas en el mundo.
- A diferencia de otros emprendimientos que tienen a la ayuda social como algo lateral, en tu empresa es el corazón del negocio. ¿Cómo definirías a los proyectos de emprendedurismo social?
- Mirá, yo creo que fuimos los primeros que estuvieron hablando de esto en Argentina pero en realidad afuera, principalmente en Estados Unidos, ya se venía hablando de este capitalismo de impacto con impacto. Yo creo en el capitalismo y realmente creo que en el mundo de los negocios existe la posibilidad de hacer impacto social. Siempre dije que el mundo de las ONG y el mundo de las compañías deberían acercarse muchísimo más para poder generar proyectos sostenibles. Desde el comienzo nuestros objetivos eran ir por ese modelo y afortunadamente nos ha salido bastante bien. Llevamos ya 10 años con un impacto bastante grande en distintos lugares del mundo, así que estamos contentos.
- ¿Cómo miden el éxito de sus proyectos?
- Nosotros tenemos una misión que es identificar y empoderar socialmente a líderes de cambio. Pueden ser organizaciones o individuos. Estamos enfocados a contar aquellas historias que mueven el mundo hacia un lugar mejor porque lo inspiran y porque también muestran acciones de cambio concretas y reales. Obviamente hay objetivos de negocio que tienen que ver con temas financieros, de negocio y demás, pero una de las principales medidas que medimos es en cuántas vidas impactamos, es decir, cuántas vidas ayudamos a cambiar. Si eso no está, no tendría sentido nuestra misión.
La idea de Posibl surgió de una enorme incomodidad que me generó el mundo después de hacerme cuatro preguntas: cómo veía el mundo hoy, cómo me gustaría que fuera el mundo, cómo me veía yo en el mundo actual y cómo me gustaría verme a futuro. La realidad es que yo continúo haciéndome esas preguntas todos los días y todavía el mundo me sigue generando una profunda disconformidad e incomodidad porque estás plagado de desigualdades, de injusticias y te diría que esos son los momentos en donde uno reafirma la misión y el compromiso con todas estas causas que nosotros movemos a nivel global.
-¿Cuáles son los proyectos que tiene la compañía de aquí a 10 años y cuáles son tus proyectos personales?
- La misión de la compañía es llevarla a más millones de personas. Posibl ha alcanzado a 75 millones de personas a través de diferentes formatos, incluyendo a los audiovisuales y los eventos que hacemos con Naciones Unidas una vez al año. Queremos llegar a más millones de personas y seguir impactando. Somos una compañía que tiene base en Estados Unidos y Argentina, ahora estamos sentando bases en España para trabajar en el continente europeo.
En términos de negocios tenemos más de 500 aliados internacionales que involucran a grandes empresas, a pequeñas empresas, a ONGs, a gobiernos, organismos multilaterales y la idea es continuar expandiendo esa red de capital social, que es una de las cosas más ricas que tiene nuestra compañía buscando nuevos formatos para poder llevar adelante la misión.
Y en lo personal, mi búsqueda es siempre la misma, seguir cambiando vidas e impactar desde el mundo de los emprendimientos, porque estoy convencido de que es por ahí. Ahora estoy co-fundando una nueva compañía de la cual muy pronto voy a poder dar a conocer pero que persigue el mismo fin de compartir esta prosperidad entre todos y de que tengamos un mundo muchísimo más justo y equitativo.
IMPACTO SOCIAL. Parlato dice que el mundo de las ONG y el de las compañías deben acercarse para poder generar proyectos sostenibles.
- ¿Cuál es la visión que tenés respecto al rol del Estado y cómo se podría vincular con proyectos como Posibl?
Yo creo que el Estado tiene que ser lo más chico posible. No creo en el Estado omnipresente y presente en todos lados. Creo que el Estado tiene que dar un marco de tranquilidad, seguridad y tiene que garantizar derechos fundamentales. Pero a su vez tiene que atender las emergencias y tiene que dar un marco regulatorio para que la justicia funcione. Después tiene que apostar al libre mercado y a que las personas puedan trabajar de manera organizada entre sí. Tenemos ejemplos sobrados, Argentina es uno de ellos, de países con una profunda deficiencia de Estados presentes en todos lados. En realidad eso no es lo que la gente necesita ni quiere. La gente quiere ser autosuficiente, ser feliz, quiere cumplir sus sueños y no depender de lo que le den todo.
- ¿Cómo creés que los jóvenes que quieren ser emprendedores puedan tener también una visión global de sus proyectos, con ideas que vayan más allá de su comunidad?
- Creo que las dos visiones son válidas. No soy quién para decir que un modelo no es válido y el otro sí. Definitivamente uno va a impactar más o menos en la sociedad y los jóvenes tienen un mundo a favor con más ventajas de las que tuve yo. Es un mundo globalizado en donde tu idea puede saltar segundos a cualquier parte del mundo. Obviamente existe muchísima competencia, pero la competencia tiene que ser bienvenida y sana porque te obliga a mejorar, a perfeccionar errores e innovar. Si yo tuviera que decir algo a un emprendedor joven le diría que sueñe lo más alto pero siempre teniendo en cuenta que a los aviones para aterrizarlos hay que sacarles el tren de aterrizaje y en algún momento tocar tierra. Es decir, que no vivan en las nubes, que a los sueños hay que ponerles metas muy concretas, de corto plazo y ser muy obsesivos para poder lograrlas.
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