Por Santiago Re
14 Septiembre 2021
VÍCTIMA. Paula Argañaraz atravesó un difícil proceso de recuperación.
El acuerdo entre una joven y la persona que la atropelló deberá esperar hasta el jueves para cerrarse. Tras cuatro años de litigio, el caso podía darse por cerrado hoy mediante una reparación, pero por una diferencia de criterios entre el fiscal y la jueza interviniente, sobre un formalismo, se postergó la resolución para el 16 de septiembre. La audiencia de ayer se destacó por haber tenido el último cruce de palabras entre la víctima, Paula Argañaraz, de 24 años, y Serafín Ríos, de 20, quien le pidió disculpas por lo que había causado cuando aún era menor de edad.
El hecho
El domingo 4 de junio de 2017 en avenida Aconquija al 1.200, de Yerba Buena, un Honda Fit color gris arrolló a Argañaraz. El conductor, viendo lo ocurrido, se fue del lugar y abandonó a la estudiante. La joven sufrió una fractura de pelvis y un coágulo en la cabeza, por lo que fue inducida al coma hasta que los médicos lograron estabilizarla. A lo largo de todo el proceso atravesó al menos cuatro cirugías, debido a que le había quedado una secuela respiratoria y lesiones en la tráquea luego de su internación.
Una mujer se presentó días después del hecho en una comisaría y declaró haber sido la autora del accidente, pero el fiscal Diego López Ávila no tardó en descubrir que en realidad el responsable había sido el hijo de la declarante, Serafín Ríos.
El adolescente de 16 años finalmente confesó el hecho y fue alojado en el Instituto Roca por dos semanas, luego la Justicia determinó que fuera alojado en casa de unos tíos, que viven en el mismo country donde vivía su madre al momento del accidente.
En marzo de este año, la víctima había rechazado un ofrecimiento económico por parte de la defensa para renunciar a la acción penal. “Era una burla, el dinero que ofrecían pagar en cuotas ($ 1 millón) no cubría los gastos que mi familia hizo para que yo pudiera recuperarme”, explicó por entonces Argañaraz en una entrevista que le brindó a LA GACETA.
Acuerdo y disculpas
En la audiencia de ayer, el defensor de Ríos le planteó a la jueza Judith Solórzano que las partes habían llegado a un acuerdo que era además autorizado por la fiscalía. Se solicitaba el sobreseimiento tras cumplir con una reparación. La víctima aún no estaba presente, lo que generó una demora en esta etapa final.
Ya con Argañaraz presente, el auxiliar fiscal Rogelio Rodríguez del Busto confirmó lo que se había adelantado: “se acordó mediante un acta firmada el arribo de este acuerdo, además ya se depositó el 8 de julio lo pactado. Por ello, Señoría, el ministerio Público Fiscal desestima continuar con la acción penal”.
La jueza, atenta a lo planteado, le recordó al auxiliar que el titular de la fiscalía, en este caso Claudio Bonari, debía ratificar lo que él estaba planteando para que ella pudiera considerar dar lugar a la resolución. Le explicó que es un requisito planteado por la ley 9.377 artículo 94. Bonari, que estaba afectado en otra audiencia, no pudo conectarse en esta y solicitó mediante su auxiliar que la audiencia se postergara para cumplir con esa orden.
Antes de que se resolviera aplazar la resolución para el jueves, previo a escuchar que el fiscal ratifique o rectifique lo ayer planteado, la jueza le permitió a Ríos expresarse.
“Le quería pedir perdón de corazón a Paula por todo lo que ha tenido que enfrentar en la vida por culpa del error y la irresponsabilidad que causé cuando aún era menor y que no supe manejar”, explicó el joven, llevándose la mano al pecho. “Hoy después de esos errores me volví una persona más derecha y responsable, y pude darme cuenta del gran daño, irreparable, que le hice”, añadió. Argañaraz, tras escucharlo, sintetizó: “sólo espero que sirva el aprendizaje”.
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