Ni veganos ni vegetarianos: ¿qué son los flexitarianos?

Ni veganos ni vegetarianos: ¿qué son los flexitarianos?

La nueva tendencia en alimentación gana terreno después de la pandemia.

FUENTE DE VITAMINAS. Las verduras son imprescindibles para una alimentación adecuada. ARCHIVO LA GACETA FUENTE DE VITAMINAS. Las verduras son imprescindibles para una alimentación adecuada. ARCHIVO LA GACETA
08 Septiembre 2021

La pretensión de comer sano se está volviendo una tendencia creciente en el mundo, especialmente tras la pandemia de coronavirus que nos ha llevado a replantearnos muchos aspectos de nuestras vidas. En este tren, las proteínas de origen vegetal crecen dentro de las opciones de consumo. Los productos que se basan en plantas (plant-based, como se denominan en inglés) comienzan a verse en las góndolas, restaurantes, dietéticas y menúes hogareños. Gran parte de sus consumidores no son necesariamente veganos o vegetarianos. Se los conoce -más bien- como flexibles o flexitarianos. El segmento se ubica entre los 18 años y los 35 años. Pero, ¿esta alimentación es adecuada nutricionalmente? ¿Qué rol juega en nuestro país, donde la carne es protagonista? ¿Cómo reacciona la industria alimentaria? "Toda alimentación bien estructurada, completa, sostenible y balanceada es adecuada", contesta el nutriólogo, psicólogo y cocinero profesional Guillermo Omar.

No obstante, enseguida advierte que ciertas dietas, más allá de que cumplan con los requisitos de equilibrio, pueden carecer de algunos nutrientes o vitaminas. En la alimentación vegetariana, por ejemplo, suele faltar la vitamina B12, prosigue. Es por eso que se suele acudir a suplementos. En la alimentación vegana, en tanto, se agrega calcio y vitamina C, ejemplifica. "La combinación de los alimentos es importantísima. Las única proteína completa es la de origen animal. Por eso, se deben mezclar cereales y legumbres", remarca Omar ("el huevo, en tanto, es un alimento completo y de alto valor biológico").  

Como fuere, las dietas veganas y vegetarianas tienen más adeptos. La diferencia entre una y otra radica -básicamente- en la ingesta de productos lácteos. Los veganos no los comen, mientras que los vegetarianos sí toman leche o yogurth y comen huevos y mantecas, por ejemplo. Los flexitarianos se sitúan en el medio de ambas posturas, pues consumen todo lo que comen quienes llevan una alimentación vegana pero tienen algunos permitidos de lácteos y carnes, en cantidades moderadas.

Frutas, verduras, frutos secos, granos, legumbres y semillas son las principales fuentes de alimentación de este consumidor flexible. De acuerdo a un nuevo informe de Bloomberg Intelligence, una empresa mundial de información financiera y noticias, el mercado de los alimentos de origen vegetal podría representar hasta el 7,7 % del mercado mundial de las proteínas en 2030, con un valor de más de 162.000 millones de dólares, frente a los 29.400 millones de dólares de 2020. "La alimentación basada en plantas es muy amigable con el planeta. Creo que es la alimentación no sólo del presente, sino del futuro. Tiene que haber un gran cambio de consciencia. Se tiene que comer menos carne. Eso ayudaría a preservar nuestro planeta", apunta el especialista.

De hecho, Omar dice que la industria alimentaria ha demostrado una buena reacción ante este movimiento. "Toda alimentación masiva genera muchos recursos económicos. Entonces, siempre hay empresas involucradas. En el caso de las dietas basadas en plantas, para que las cosechas tengan mayor rédito se les agrega agroquímicos. Lamentablemente, algo de esos químicos quedan en los vegetales que consumimos. De todos modos, sería un gran paso el dejar un poco las carnes y aproximarnos más hacia las plantas", considera.

Llegado este punto, ¿cómo sería una dieta de este tipo? Omar espanta prejuicios y responde que es muy sencilla. Para el desayuno, por ejemplo, sugiere una infusión acompañada con unas rodajas de pan francés untadas con pasta de maní. A continuación, detalla un menú completo para un día vegetal:

Desayuno: pan tostado, palta, tomate picado.

Almuerzo: hamburguesa de lentejas, ensalada de lechuga, tomate, chia, jugo de limón y aceite de oliva.

Merienda: licuado de banana con leche de almendras.

Cena: milanesa de coreanito con vegetales salteados (cebolla, pimiento, zapallito).

Como colaciones, el experto recomienda ensaladas de frutas, acompañadas con avena, para darles más consistencia y energía, o frutas. Con respecto a las porciones y a los nutrientes, aclara que eso depende del comensal, pues un deportista requiere más nutrientes que aquel que lleva una vida sedentaria. "Todas las personas tienen su forma de ver el mundo. No todos deben ser vegetarianos ni veganos. Si se puede reducir el consumo de carnes, ya está bien. Lo importante es tener consciencia sobre lo que uno come y alguna aspiración de cambio. Y para esto, el conocimiento es fundamental", reflexiona.

"Como todo en la vida, es una cuestión de costumbre y práctica. Poco a poco, uno puede conectarse con esta alimentación. No tiene la misma saciedad que la alimentación con carne; es mucho más liviana. Eso se traduce en menos sueño y más energía. Tal vez el punto en contra es que, justamente como son alimentos fáciles de digerir, se tiene hambre con más frecuencia. Ante esto, son fundamentales las colaciones", concluye.


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