Esteban Palazzo: “La pandemia ha sido una máquina de generar emprendedores”

Esteban Palazzo: “La pandemia ha sido una máquina de generar emprendedores”

El tucumano, diseñador de McLaren, contó en Experiencia Endeavor NOA cómo llegó a esa compañía a través de “microéxitos”.

El tucumano Palazzo El tucumano Palazzo

Se animó a soñar en grande y luchó para concretarlo. Desde muy joven, Esteban Palazzo fue explorando el mundo emprendedor y ayer contó cómo llegó a ser parte del equipo de diseño de McLaren, en el marco de la Experiencia Endeavor NOA.

Desde Inglaterra, de manera virtual, Palazzo se definió como un “dreamers” que tuvo que convencer a medio mundo para irse del país y estudiar diseño y, de ese modo, consolidar su meta. Así, con 18 años, llegó a Barcelona, donde se graduó y a los 25 emprendió su camino a Londres. “Cuanto más edad tengo, más me doy cuenta de lo sofisticado de mi sueño”, reconoce. Hoy se desempeña como Principal Designer en McLaren Automotive.

Durante la charla, presentada por el consultor en Liderazgo Eduardo Braun y por Ricardo Neme, presidente de directorio de Endeavor NOA, el diseñador tucumano trazó una diferencia entre el soñador y el emprendedor. “La principal está en contar con una visión hacia dónde uno quiere llegar y no quedarse con la idea; es tener la capacidad de ir dando pasos sin perder la visión”, fundamenta.

A su entender, “el éxito es una anécdota; es más lo que te pasa en el medio, la forma con la que te comunicas, la gente que escuchas y te rodeas, los trabajos equivocados que tomás y te proporcionan la experiencia”. Palazzo, además, describe que el soñador se queda con la idea, esperando que las cosas suceden por sí. 

“El emprendedor, en suma, busca comunicar su idea y de alguna manera la pelea, con la acción cotidiana para convertir su sueño en emprendimiento. Son los que denomino microéxitos”, describe. “Te vas comiendo al elefante de a poco, paso a paso, trabajando para hacer bien las cosas, con pequeñas metas de la acción para cumplir la misión”, agrega.

¿Cómo llegó a McLaren?, consulta Neme. En plena crisis en el mercado europeo de los autos, Palazzo se graduó y buscó la oportunidad de insertarse en el mercado. Confiesa que tuvo que trabajar en diseño de barcos (“no era mi pasión y era como un sándwich de chaucha para mí”, ironiza) y, cuatro años después, concurrió a una conferencia en Inglaterra dictada en una universidad por Frank Stephenson, un diseñador nacido en Marruecos pero con nacionalidad estadounidense, que estaba a cargo de las unidades de McLaren.  

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En esa charla, Stephenson contó la anédocta que la madrugada de la presentación del modelo de MiniCooper, se dio cuenta que le faltaba el caño de escape. Le pidió a uno de sus colaboradores, que estaba tomando una cerveza en lata, que le incorporara, pero éste se negó a hacerlo por falta de tiempo.

 Fue así que tomó dos latas, las pintó de negro y la incorporó al modelo que, en definitiva, fue aprobado para su producción en serie. Al terminar la charla, Palazzo intentó acercarse al prestigioso diseñador, en medio de una inmensa cantidad de potenciales candidatos a un puesto en la fábrica. 

¿Qué le digo a este hombre para que se acuerde de mí?, se preguntó. “Me mira y lo miro. Le pido que venga, por favor. Él da medio paso y yo 14. Me presento y le digo que soy el abogado de la cervecería que fabricó las latas. Stephenson tomó distancia y le dijo que no hablaría conmigo”, relata. Al final, Palazzo confesó que no era abogado, pero sí un admirador de su trabajo. “Quiero saber de ti”, le respondió con una sonrisa; metió la mano en su saco y le entregó una tarjeta. El 9 de julio de 2010 fue la entrevista. Duró ocho horas y convenció a Stephenson.

Allí se reafirma el espíritu emprendedor. “Empecé en el estudio (de McLaren) y sentí que estaba en un ring peleando contra Mike Tyson, con todos los pesos pesados de la industria. Me sentí chiquito, pero sólo era cuestión de cambiar la perspectiva y saber que estaba rodeado de maestros”, apunta el diseñador tucumano. La clave del sostenimiento de esa compañía pasa por un mix de la nueva sangre, de los talentos frescos, con los más seniors, con la experiencia misma. “Es la representación de la pasión intergeneracional”, acota.

Esteban Palazzo: “La pandemia ha sido una máquina de generar emprendedores”

La pandemia de la Covid-19 fue otro gran desafío para la industria. Palazzo indica que, como sucedió en todo el planeta, la incertidumbre sobre el futuro era moneda corriente, pero había que continuar, cada uno desde sus países o desde sus hogares, en la difícil tarea de armar un automóvil. “De pronto cada uno era su propia empresa, pero debo admitir que la pandemia de la Covid ha sido una máquina de generar emprendedores. Cada uno tenía su emprendimiento desde casa, pero había un enorme sentimiento de pertenencia (hacia la compañía”, puntualiza. 

El retorno a la planta fue, según su experiencia, una alegría espectacular al estar físicamente todos juntos. “Nos humanizamos a un nivel más elevado, dejando de lado el ego. Lo que la Covid hizo es poner a todos en el mismo lugar; fue un gran ecualizador para que todos hablemos el mismo idioma. Sensorialmente nos sentimos en el mismo equipo, porque compartíamos la misma misión y preocupación, pese a las circunstancias”, afirma.

Palazzo expresa que hoy siente más orgullo de pertenecer al equipo de trabajo del que forma parte. Y sugiere a todos aquellos que pasan las mismas vivencias en la pandemia que no pierdan el sentido del humor. “No hay que dejar de pasarla bien y entretenernos en el trabajo; hay que seguir comiendo sándwich de chaucha y empanadas de tornillos o lo que haga falta”, finaliza

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