INSTITUCIÓN. El hall del colegio Tulio García Fernández. La madre de un alumno que sufrió un abuso pidió que se investigue a todo el personal. LA GACETA / FOTO DE INÉS QUINTEROS ORIO
El pedido, que enmudeció a todos los presentes, tuvo un tono de súplica combinado con exigencia. “Quiero que se investigue a todas las personas del colegio y no sólo a esta”, habría declarado la madre del niño que fue abusado en el colegio Tulio García Fernández.
El pequeño sufrió el ataque hace dos semanas en el interior del establecimiento educativo. El padre, en base a la persona que identificó su hijo como “el hombre malo”, realizó un retrato hablado del supuesto abusador.
Los fiscales María del Carmen Reuter y Fernando Blanno sumaron más indicios y señalaron como posible autor del hecho a un hombre que cumple con tareas de maestranza en el lugar. El jueves a última hora solicitaron una orden de detención en su contra, pero un juez rechazó el planteo. Entendió que aún no tenían las pruebas suficientes como para privarlo de la libertad. Sí consideró el magistrado que la cámara Gesell que se realizará el lunes será clave para definir la situación procesal del señalado.
El juez, cuyo nombre no trascendió, sí pidió que se lo notificara al hombre sobre la medida que se realizaría y de la que debía presentarse. Se solicitó al personal de la división de Delitos contra las Personas que realizaran esta tarea. Los efectivos se presentaron en su domicilio legal, pero sus familiares les avisaron que se encontraba en una casa que tiene el colegio para realizar retiros espirituales o actividades recreativas en El Cadillal.
Sorprendidos por la novedad, los pesquisas se trasladaron hasta esa localidad. Lo encontraron en el lugar llamado “Complejo Don Bosco”, que está en la ruta que une el dique con la zona de los campings del río Loro. El ordenanza los atendió, se dio por notificado y dijo que siempre estuvo a disposición de la Justicia.
Fuentes judiciales confirmaron además que la persona podría haber estado realizando tareas de mantenimiento en ese lugar, al que habría llegado junto a su esposa, posiblemente antes de que se conociera el caso.
Esta situación se contradice con lo informado por la mediadora externa del colegio Dolores Suárez, que actuó como vocera del establecimiento educativo. “Los padres dijeron que posiblemente era una persona y, por disposición de las autoridades del colegio fue separado de sus funciones”, indicó en una entrevista realizada por Angie Macome para LG Play.
La mujer después agregó que la Justicia era la que debía definir la situación del empleado y que hasta que no ocurra, no podían despedirlo o tomar alguna medida de esas características. “Hemos decidido separarlo de todo tipo de contacto con los pequeños y con la comunidad salesiana”, agregó la mujer que dijo que no le correspondía brindar más datos sobre la persona sospechosa.
Pero más allá de esta situación en particular, los investigadores continúan recolectando indicios para que la psicóloga pueda ampliar la entrevista que le realizará a la víctima. Por ese motivo, ordenaron que se realice un nuevo material fotográfico y un croquis en los lugares donde se podría haber cometido el abuso.
Semana difícil
Fue una semana difícil para los papás de los alumnos del Tulio, que se solidarizaron con la víctima y su familia, y pidieron que la Justicia aclare todo lo ocurrido y saque de circulación al autor del aberrante hecho.
A la salida del colegio, uno de los temas de los que hablaban los progenitores era la presencia de los medios de comunicación en el lugar. El otro, sobre el comunicado que habían recibido el martes y que generó la preocupación de muchos que se llegaron en la semana a hablar con los directivos de la institución.
“Quería consultarle sobre este hecho de público conocimiento...”, no hacía falta agregar nada para que los padres dieran su postura o bien prefirieran el silencio. “Pedimos discreción para esta familia y esperar a que la Justicia aclare este caso. No sabemos quién es el sospechoso todavía. Sabemos lo que nos informaron en el comunicado y lo que nos dijeron en una reunión de ayer, donde nos explicaron de qué se trataba el caso puntual. Para mí el colegio dio la cara, no nos ocultaron nada”, señaló J., la mamá de un alumno de nivel inicial. Fue la única del sector de jardines que accedió a darle unas breves palabras a LA GACETA para pedir calma.
“Este es un colegio prestigioso, por eso traemos aquí a los chicos, pero lo cierto es que muchas mamás aquí somos nuevas y no nos quedamos con la misma tranquilidad después de esto”, añadió.
A la salida del secundario, los chicos del Tulio y del Massa cruzaban la calle 12 de octubre hacia el complejo Ateneo para jugar “el clásico salesiano”. Allí Pablo Domato esperaba a su hijo y contó su experiencia. “Desde el primer grado que traigo a mi hijo y desde el primer día hubo un acompañamiento tremendo de la institución. Más que un colegio, esto es una familia, por eso elegimos una casa salesiana. Cuando tenía más tiempo incluso podía acompañar a la agrupación de padres”, explicó el hombre, que justamente leía la nota de LA GACETA sobre el caso mientras esperaba a su hijo.
Domato elogió la mediación y resolución de los conflictos en el colegio. “Siempre que hubo incidentes se hicieron cargo, aunque obvio, algo como esto nunca había pasado hasta donde yo sé. Esto nos duele a todos, nos dejó susceptibles, y no puedo dejar de solidarizarme con los papás de este nene y acompañarlos en este momento”, argumentó.
Sergio, quien prefirió no dar su apellido, contó: “mis dos hijos pasaron por aquí y nunca tuvieron un problema, por lo que mi imagen del colegio es muy buena, es una institución muy familiera. Claro que de este caso de público conocimiento no tenemos todas las piezas para poder darle una opinión, sólo puedo pensar en que evidentemente uno puede encontrarse con un enfermo en cualquier lado, y que espero de todo corazón que esta familia tenga justicia y se detenga al culpable y no a cualquier señalado”.
Las claves del caso
El niño sufrió el ataque sexual en el interior del establecimiento educativo hace más de dos semanas, según la denuncia.
El pequeño le dijo a su padre quién habría sido el atacante. Con esos datos se hizo un retrato hablado del supuesto atacante.
El sospechoso fue ubicado trabajando en una casa de retiro que tiene el colegio en El Cadillal. Un juez negó que se lo detuviera.
El lunes se realizará la cámara Gesell. En esa pericia el niño podría informar quién fue el responsable del abuso sexual.
