El freestyle, en su edad de oro en Tucumán

El freestyle, en su edad de oro en Tucumán

Ayer se realizó una nueva edición de la “DNG Free”, un concurso entre freestylers tucumanos y de otras provincias, que reunió a más de 100 participantes, lo que demuestra que el movimiento está más vivo que nunca.

El freestyle, en su edad de oro en Tucumán

Son un grupo multitudinario y están por todos lados aunque la sociedad -dicen sus miembros- los hace a un lado. Con la boca como única herramienta desprenden realidad a más no poder y emocionan a propios y extraños con su arte, ahora en gran expansión. Estamos hablando de los freestylers, personas de todas las edades que recitan con ritmo versos creados al pasar, pero poéticos. “Abran la cabeza y disfruten, que lo único que estamos haciendo son payadas modernas con otra labia”, resume Owen, freestyler y uno de los representantes tucumanos más famosos del género.

Ayer, desde las 15, artistas tucumanos y de diferentes puntos del país se dieron cita en la plaza Independencia para la realización de la “DNG Free”, una competencia que enfrenta a personalidades de este género en busca de los mejores. ¿La meta? Que los ganadores sumen puntos para la Freestyle Master Series (FMS), una liga que reúne a los 10 mejores freestylers del país, por la cual ya han pasado figuras como Wos y Trueno. El evento fue auspiciado por la Municipalidad de San Miguel de Tucumán y contó con más de 100 participantes.

Cambios

“Antes nosotros nos parábamos en la plaza a hacer freestyle y la policía nos decía que no se podía. Hoy estamos compitiendo aquí”, remarca contento Zorro MC, uno de los participantes. Como él, muchos otros vivieron situaciones de marginación por su arte. Pero en Tucumán, el freestyle está atravesando su edad de oro.

“Cuando tenía 13 años intenté armar una competencia, ahorré mucha plata, alquilé un lugar, pero el dueño se fue con todo el dinero. Y ahora... no entiendo nada de lo que está pasando, estoy viviendo un sueño”, dice Vego, uno de los mayores impulsores de la movida en la provincia, quien, literalmente, no puede creer que el evento sea una realidad. “El movimiento está creciendo y Tucumán se está convirtiendo en foco -cuenta-; pero todavía no se acepta del todo. Hay quienes se siguen quejando y nos tildan de irresponsables, de gente mala. Somos personas como cualquiera, que por ahí sueltan todo lo que tienen adentro a través de rimas. Podemos descargarnos, desahogarnos y sanar a través de eso”

Crece la familia

Owen, que es escritor, está en este mundo desde hace 13 años. “Es un movimiento que se visibiliza cada vez más, y en mucho de eso tuvieron que ver los medios digitales”, afirma. “En Tucumán ya hay muchísima gente que lo hace, y a nivel nacional el ambiente es de mucho respeto”, añade.

“Es una cultura que tiene 40 o 50 años, que es muy nueva si la comparamos con otras, pero creo que se le está dando de a poco el lugar que debería tener por la cantidad de gente que la desarrolla. Hoy en día se ven hasta partidos políticos usando nuestras bases o algún freestyler, lo que denota que hay público para eso”, indica Tom, de Rapceados. Es cordobés y vino a Tucumán para ser jurado en el concurso. “Cuando un evento, como este, da puntos para una liga nacional, se suma mucha gente. Eso se está buscando, dar puntos para todas las provincias para que el movimiento siga creciendo -comenta-; lo que tiene de bueno es que es una forma de expresión que tienen los pibes, más que todo para salir un poco de lo normal. Que sé yo, juntarse con amigos y hablar de lo que a uno le pasa es súper sano. Y esta es una disciplina que te permite hacerlo y está encuadrada en una cultura que pregona el respeto, la hermandad y todo este tipo de valores, que hacen un combo perfecto”.

Dar examen

Entre los que vinieron a concursar se encuentra Tesla, uno de los más famosos freestylers de Córdoba. “Este tipo de concursos son como ir a dar un parcial a tu facultad. Sabés que estás invirtiendo tiempo en vos y en tu futuro”, enfatiza.

Para este tipo de actividades, lejos de lo que se cree, es necesario mucha dedicación y preparación: “soy muy exigente en lo que es la construcción de la rima, la seriedad con la que se toma el micrófono, el profesionalismo, el argumento...”, cuenta Tom sobre los criterios de evaluación.

En pocas palabras, quien no conoce lo subestima: “es como un deporte: si lo ves desde tu casa decís ‘uh, mirá, hizo un mal tiro’... es fácil verlo y decir que lo hizo mal, pero es difícil estar adentro, tener ideas, soltar algo a la gente que los motive, que genere esa explosión”, justifica Tesla.

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