“Trabajamos para que exista orden en El Cadillal”

“Trabajamos para que exista orden en El Cadillal”

El Titular del Ente Tucumán Turismo, Sebastián Giobellina, dijo que es la única manera de que lleguen más inversiones.

UN PAISAJE ENCANTADOR. Las costas de El Cadillal se transformaron en el tesoro de esa villa turística que necesita orden para seguir creciendo. la gaceta / foto de Ines Quinteros Orio UN PAISAJE ENCANTADOR. Las costas de El Cadillal se transformaron en el tesoro de esa villa turística que necesita orden para seguir creciendo. la gaceta / foto de Ines Quinteros Orio

“Estamos trabajando para que exista orden en todo El Cadillal. Es la única herramienta que tenemos para que ese lugar siga creciendo como centro turístico de la provincia”, explicó el titular del Ente Tucumán Turismo Sebastián Giobellina.

En los últimos días, los problemas de inseguridad y de las usurpaciones de tierras volvieron a quedar al descubierto en ese paradisíaco lugar que está a unos 40 minutos de la plaza Independencia. En esta oportunidad, los inconvenientes afectan a las zonas más vírgenes del lugar: Ticucho y la desembocadura del río Tapia en el espejo de agua.

En junio, el club de Caza y Pesca de la UNT sufrió el robo de la casilla que había instalado en un predio de Tapia, que le fue cedido por Turismo. Sin embargo, nunca pudo explotarlo porque no consiguió que el supuesto propietario de la tierra les otorgue la servidumbre de paso. Y el martes a la madrugada, Hugo Torres, propietario del camping de Doña Chepa, sufrió un violento asalto.

Por esos dos hechos de inseguridad salieron a la luz algunas usurpaciones que se estaban registrando en la zona. Uno de los casos más polémicos es el del camping La Soñada, un emprendimiento privado que se montó en tierras fiscales. El delegado comunal de Tapia Pedro Acosta, en una entrevista con LA GACETA, negó que esas tierras pertenecieran al Estado, sino a un tal López. Indicó además que proyectaban hacer un loteo de cabañas en la zona, aunque aclaró que hasta el momento no habían presentado ninguna documentación pidiendo autorización para hacerlo y, mucho menos, para demostrar que las tierras eran de su propiedad.

Esa versión coincide con los testimonios recogidos por LA GACETA entre lugareños y pescadores. “Abrieron un camino a la par de la soñada y marcaron terrenos. Evidentemente eso es para vender. Hasta hace poco tiempo por aquí sólo ingresaban los pescadores para realizar su actividad desde la costa y comer un asado. No sé si el año que viene podremos hacerlo, pero con seguridad tendremos que utilizar el predio de La Soñada para hacerlo, claro que ya no será más gratis”, comentó Fernando Medina.

Justamente, el director de Catastro, Alejandro Navarro, señaló que el tal López es dueño de tierras en la zona, pero que no todas eran de él y que muchas de ellas pertenecían al Estado. “Tenemos un conflicto porque estamos determinando a quien pertenecen las tierras que él dice que son suyas”, explicó el funcionario. Esa persona que está enfrentada con el Gobierno es la que le niega el acceso al club de la UNT para que pueda desarrollar el proyecto que ya fue aprobado por Turismo.

Simbiosis

Giobellina destacó que gracias al trabajo de reordenamiento que se viene realizando en los últimos años en la zona de El Cadillal, los empresarios comenzaron nuevamente a invertir en el lugar. “Nos costó muchísimo hacerlo, pero ese es el camino que debemos recorrer”, explicó el funcionario.

“Hay una simbiosis entre las diferentes reparticiones para evitar que se sigan apropiando de las tierras fiscales”, agregó el titular. “Se frenaron las usurpaciones porque intervino Flora y Fauna, Catastro, Fiscalía de Estado, Turismo y la Policía, que brindó el apoyo para que no se registraran incidentes. Hasta Vialidad prestó sus máquinas para que se derrumbara todo lo que estaba de manera ilegal”, indicó.

Giobellina señaló, además, que hasta la Nación está dispuesta a colaborar para que El Cadillal siga avanzando. Contó que el año pasado, en una visita que realizó la ministra de Seguridad, Sabrina Frederic, la entrevistó para solicitarle apoyo.

“Al mes de ese encuentro, me dijeron que enviarían personal de Prefectura Naval a cambio de que nos hiciéramos cargo del alojamiento y de la comida. Aceptamos y El Cadillal en el verano contó con la presencia de prefectos con sus recursos. Este año haremos exactamente lo mismo, puesto que nos interesa que haya seguridad en tierra y en agua”, concluyó.

Ojos y oídos

Los pescadores se transformaron en los ojos y oídos de las autoridades, ya que ellos quieren seguir practicando el deporte que tanto aman en libertad. “Para que este lugar crezca hay que poner más controles. No puede ser que uno venga a un lugar se encuentre con una persona que se avivó, puso una casilla y cobre peaje para llegar al lago. Eso es público, de todos los tucumanos”, explicó Jorge Olmos, de Tafí Viejo.

“Me parece perfecto que todos estos temas salgan a la luz. Es la única manera de que los tucumanos se enteren de lo que está pasando en El Cadillal. Si esto no se sabe, en cualquier momento Ticucho se transformará en una ciudad sin que nadie controle”, destacó Olmos. “Lo hermoso de este lugar es porque es bien salvaje por su flora y fauna. ¿Sabe usted lo que daría un europeo por disfrutar todo esto? Mucho”, agregó.

Su amigo Hugo Carrizo se sumó a su postura, pero también les envió un mensaje a sus comprovincianos. “Los tucumanos no podemos permitir que algunos pícaros vengan, pongan unos alambrados y después vendan tierras. Eso no es de ellos, sino de nosotros y serán de nuestros hijos y después de nuestros nietos. No podemos regalarlos”, concluyó.

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