¿Por qué temen las mujeres al régimen de los talibanes?

¿Por qué temen las mujeres al régimen de los talibanes?

La toma del poder por parte del grupo fundamentalista disparó las alertas.

RETIRADA. Mujeres con sus hijos se encaminaban ayer hacia al aeropuerto internacional Hamid Karzai, en Kabul, para tratar de salir del país.  RETIRADA. Mujeres con sus hijos se encaminaban ayer hacia al aeropuerto internacional Hamid Karzai, en Kabul, para tratar de salir del país. REUTERS

Malala Yousafzai tenía 15 años cuando, luego de subirse a su colectivo escolar en Pakistán, un hombre armado entró y preguntó por ella, llamándola por su nombre. Le apuntó con una pistola y le disparó tres veces. Uno de esas balas le dio en el lado izquierdo de la frente, le atravesó la piel y su hombro.

La niña estuvo inconsciente, y su salud, en estado crítico. Afortunadamente fue trasladada a Inglaterra y pudo sortear la situación con una intensiva rehabilitación. Malala ya había iniciado su militancia a favor de la educación de las mujeres en Pakistán y bajo el régimen talibán y eso la había convertido en un blanco. En 2014, recibió el Premio Nobel de la Paz por su activismo.

Mucho tiempo antes, Zakia Kari, activista y periodista afgana, había denunciado que recibía amenazas de muerte de varios jefes mujaidines, especialmente luego de criticar a los talibanes.

En 2001, luego de la ocupación de Estados Unidos y la caída del régimen talibán, Kari fundó una radio y una escuela para continuar con su trabajo a favor de los derechos de las mujeres y sus libertades. En 2007, Zakia fue asesinada en su domicilio, delante de su hijo, que en ese entonces tenía dos años.

Estos son algunos de los casos más conocidos mundialmente de hasta dónde puede llegar el régimen talibán en su interpretación extrema de la sharía o ley islámica. “Afganistán es un país con una frontera pesada. Es importante a nivel geopolítico. Toma protagonismo en la década de 1990, cuando los talibanes toman el gobierno después de que se retiraron los soviéticos. Luego de una serie de revueltas, los talibanes ganan fuerza en una sociedad tribal, que cuenta con cerca de 14 etnias. En 2001, luego del atentado a las Torres Gemelas en Nueva York, Estados Unidos invade el país argumentando que fomentaban y encubrían a Al-Qaeda, a quienes señalaban como responsables de los atentados”, explicó Leila Mohanna, especialista y docente en relaciones internacionales.

“Los talibanes son una rama ultra conservadora de la interpretación de la sharía, una rama religiosa que se desprende de los musulmanes y que es la más extrema. La interpretación que hacen de las escrituras sagradas es muy literal”, declaró Mariel Lucero, magíster en Relaciones Internacionales de la Universidad de Cuyo, en Mendoza. “La mujer, según ellos, tiene que estar en la casa, no puede circular y si lo hace debe hacerlo acompañada de un varón, no se puede reír en público, tiene que estar completamente tapada, no puede educarse, ni trabajar”, agregó. A eso se le suma que, por supuesto no puede disponer de sus bienes ni decidir sobre su estado civil. “Pierden todas las cuestiones asociadas a las libertades. La voz de la mujer se desautoriza y el varón se convierte en su voz. No es solo una cuestión de circular, sino que pierde la posibilidad de tomar sus propias decisiones”, resaltó.

“El temor de las mujeres tiene que ver con lo que vivieron en los años 90, cuando se les prohibía tener vida pública. Así y todo, las principales víctimas de este tipo de grupos son los propios musulmanes que practican el Islam”, insistió Mohanna, que se desempeña como representante en Tucumán del Consejo Federal de Estudios Internacionales, CoFEI.

Los límites del Islam

El grupo talibán realizó ayer una inédita conferencia de prensa, con el objetivo de explicar su proyecto de gobierno para Afganistán. “El portavoz del grupo, Zabihullah Mujahid, trató de tranquilizar sobre sus intenciones tanto a los afganos como a la comunidad internacional. Reiteró la concesión de una amnistía general, (dijo) que van a respetar los derechos de las mujeres en el marco del Islam y que no van a permitir que el Emirato Islámico sirva de base para grupos que amenacen a otros países”, publicó el diario español “El País”.

Durante la conferencia, el Emirato Islámico de Afganistán, tal como denominaron al país afgano los talibanes, se comprometieron a respetar los derechos de la mujer: “Vamos a permitir que trabajen y estudien dentro del marco de la ley islámica”, declaró el portavoz . El mismo límite marcó para los medios de comunicación, dijo el diario español.

“Nuestras mujeres son musulmanas y también estarán contentas de vivir bajo la sharía, las mujeres podrán trabajar en la sanidad y otros sectores donde se las necesite”, indicaron.

Según los medios internacionales que cubren la situación, en los próximos días se pronunciarán leyes al respecto. “Va a ser un Gobierno islámico fuerte y que incluya a todos”, subrayó el portavoz talibán.

Visibilizar la lucha

Mientras se redactaba esta nota, un grupo de mujeres afganas salieron con carteles a protestar contra el régimen talibán en Afganistán. “Esa manifestación es muy representativa por lo que hay que ver cómo continúa todo. Es interesante que aunque el régimen indicó que está dispuesto a negociar y a incluir a las mujeres, ellas busquen visibilizar lo que están pensando. Básicamente están pidiendo por sus vidas y las de sus hijas. Hay muchas activistas entre ellas”, dijo Lucero quien dirige el Centro de Estudios de Relaciones Internacionales y Medio Ambiente, Cerima.  

Según Lucero, a pesar de la intervención de Estados Unidos en Afganistán que duró 20 años, las cosas no mejoraron para las mujeres. “Podían trabajar y circular pero hay ciertas leyes y situaciones que no mejoraron durante todo este tiempo para ellas. En las ciudades grandes como Kabul las cosas cambiaron, pero en las zonas rurales no cambiaron mucho. Hay muchos pueblos pequeños en donde persistía la mirada tradicional como los casamientos de niñas menores de edad”.
Las cifras de violencia contra la mujer estuvieron siempre bajo el ojo de la comunidad internacional. A inicios del 2001 el 62% de mujeres estaban casadas antes de cumplir los 18 años y el país tenía la segunda peor tasa de mujeres muertas durante el parto: 16 de cada 100 morían al dar a luz.

Por esa fecha, la ONG Physicians for Human Rights reportaba tasas altas de ansiedad, depresión y suicidio entre las mujeres afganas, según publicó CNN en su momento.
“Ante esta situación creo que solo resta esperar a ver qué pasa con los organismos internacionales y, especialmente, con países que se definen por tener una política exterior ‘feminista’”, expresó Lucero.

La pregunta es entonces: ¿Qué harán países como Suecia, Canadá, Francia, España o México?

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