Tomás Orduna: “la fiesta en Olivos fue un error que no puede ser justificado”

Tomás Orduna: “la fiesta en Olivos fue un error que no puede ser justificado”

El análisis de uno de los asesores presidenciales.

EXPERTO. Tomás Orduna es uno de los principales asesores presidenciales. EXPERTO. Tomás Orduna es uno de los principales asesores presidenciales.

A casi 17 meses desde que se decretó la pandemia en Argentina, la situación sanitaria sigue siendo preocupante a pesar de que en las últimas semanas el promedio de contagios diarios y por ende de internaciones y de fallecimientos descendió. Sin embargo, nadie puede bajar los brazos. Ver lo que sucede en el Hemisferio Norte alarma, con casos que se disparan por una sola razón: la circulación de la variante Delta. Según el infectólogo Tomás Orduna, uno de los principales asesores del presidente Alberto Fernández, Argentina debe acelerar el proceso de vacunación, y los argentinos no descuidar las medidas de seguridad, como base para evitar una nueva escalada. Pero, como el ejemplo es lo que debería primar, Orduna pide responsabilidad a todos. Y fue claro con respecto a la fiesta de cumpleaños que celebró la Primera Dama Fabiola Yañez el 14 de julio del año pasado en la que estuvo presente el presidente. “Fernández debe dar el ejemplo y disculparse con la gente”, afirmó. Desde su consultorio en el Hospital de Infecciosas F. J. Muñiz de Buenos Aires, donde es jefe del Servicio de Medicina Tropical y Medicina del Viajero, el especialista habló con LA GACETA en estos términos:

- ¿En qué situación sanitaria estamos actualmente?

- Es un momento de tranquilidad entre comillas, con números similares a la etapa más tranquila de febrero de este año, con un promedio de 10.000 casos por día, que sigue siendo un número alto. Creo que no pudimos presionar aún más para bajar ese número. Tenemos provincias como Córdoba, Santa Fe, Tucumán y Entre Ríos que tienen números complicados por cantidad de habitantes. Son números poderosos en función de la cantidad de gente que vive en esas provincias. Pero al mismo tiempo la cantidad de fallecidos fue descendiendo, pero con pacientes que pueden estar dos meses luchando y luego mueren. Estamos en una suerte de momento que puede ser interepidémico o inter ola. En Argentina tuvimos una primera ola, un rebrote de esa primera ola en febrero y una segunda ola muy clara y muy fuerte. Ahora estamos esperando la potencial circulación de variante delta, que puede ser preocupante.

- No deja de ser un dato alentador para el sistema de salud la baja en las internaciones...

- Sin ninguna duda. La cobertura de terapia intensiva está al 50 % y eso lo vemos en el número absoluto de casos. En lo peor de la segunda ola teníamos 8.000 personas en terapia y bajamos a 3.800 casos y seguimos descendiendo. A la luz de lo que puede ser producido por Delta, la tasa de ocupación de camas en terapia y de fallecidos van a ser dos variables más importantes que la cantidad de casos por día como ya lo especificó la ministra (de Salud, Carla) Vizzotti.

- ¿Y qué se puede esperar ante la llegada de Delta?

- Un aumento de casos, ya que  aun los vacunados pueden desarrollar algún caso leve. Si la gente que está vacunada se va a hacer el análisis van a dar positivo en PCR, como ya vimos en Gran Bretaña o en Estados Unidos, donde hubo una gran curva de contagios, pero no de internados o fallecidos. Habrá que estar atentos al movimiento crítico de contagios.

- Se dice que tenemos la suerte de ver la precuela de la película con lo que pasa en el Hemisferio Norte y eso nos permite tomar decisiones...

- Es exacto. Más allá de las particularidades de cada país, es como que el estreno de la película se da en el Hemisferio Norte y luego en el sur. Esto nos permite ir viendo muchas cosas y nos da un aprendizaje. Ante modelos de buen porcentaje de vacunación los casos críticos que requieren terapias y las muertes no acompañan la incidencia de casos. Pero para eso se necesita un gran programa de vacunación. Los países más fuertes tuvieron muchos casos pero achatada la incidencia de fallecidos y cuadros críticos. Podemos pensar que cuando llegue Delta, cuanto más gente tengamos vacunadas, con una o dos dosis, vamos a modificar en parte los registros que tuvimos en las olas previas.

- ¿Cómo analiza el avance de la vacunación?

- El objetivo fundamental es que todos se vacunen, que traten de tener las dos dosis, que tengan mucha confianza en las combinaciones, que son seguras y eficaces, que avance la vacunación de adolescentes y esperemos que en los próximos meses se pueda ampliar a los niños menores de riesgo, para que luego podamos seguir con la gran masa de niños y adolescentes sanos. Estamos viendo en Estados Unidos que al no tener vacunados por debajo de 12 años, hay muchos contagios por Delta, pero los que están vacunados sólo tienen síntomas leves. En los que no se vacunan hay que hacer foco. Hoy la oferta ya está para mayores de 18 y que no tengan temor a la segunda dosis. Que cuando los citan se vacunen. Ponerse las dosis significa tener un muro de resistencia, pero no podemos dejar de saber que igual podemos contagiarnos y contagiar a otros. Si estamos todos vacunados, el virus puede circular pero nadie va a tener un cuadro grave. No hay equidad en la vacunación. Tenemos un problema con los que no están recibiendo vacunas y con los que son antivacunas. La única manera de contener rápidamente la diseminación del virus o de cortarla de raíz es con la vacuna, pero eso no está pasando en muchos países del mundo.

- Ahora se está hablando mucho de la posibilidad de colocar una tercera dosis de refuerzo. ¿Qué opina usted?

- Lo mismo que dije antes. Habría que terminar de vacunar a todo el mundo con las dos dosis, de otra manera le estoy sacando recursos a los países más pobres. Hay gente que ya habla de una cuarta dosis y eso es delirante. Desde el comienzo de la pandemia sabemos que nos salvamos todos juntos y no se salva nadie. Pero es posible que tengamos que dar una tercera dosis o incluso darnos una todos los años, está en análisis. En principio creo que se podría dar en personas inmunodeficientes y después ver cómo está el abastecimiento en todo el mundo, que es fundamental.

- Todavía sigue habiendo cierta resistencia a la vacunación...

- En principio yo apostaría a todos los medios de comunicación para que lo alentemos, que tengan llegada a la juventud. Que determinadas personas con cercanías a ellos den los mensajes. No es lo mismo que lo diga yo, a que lo diga alguien con cercanía en ese grupo etario. Es un importante desafío convencer no solo a los adolescentes, sino a  los que tienen dudas, que no es lo mismo que los antivacunas. Algunas personas desconfían de esta vacuna, pero usan las otras vacunas. Hay que tener mucha paciencia, hay que seguir abogando, tratando de convencer de una manera que conquiste las ganas de  vacunar. Esta pandemia es nueva, las vacunas son nuevas. Y hay que repetir: el que tiene las dos dosis es muy difícil que se muera, se muere el que no se vacunó.

- ¿Cree que vamos a tener que sostener mucho tiempo las medidas de precaución?

- Por cómo vemos la cosa, la película del Hemisferio Norte, habían permitido que los vacunados no usaran más barbijo, pero tuvieron que dar marcha atrás sobre todo en lugares cerrados. Una cosa es estar al aire libre y otra en lugares cerrados. Con dos dosis puedo contagiarme y contagiar. Tengo que cuidar a las personas que están en el lugar al que ingreso que pueden no estar vacunadas. Con esto digo, vamos a tener varios meses de distanciamiento social. Todas las actividades están abiertas y eso está muy bien, pero hay que tener compromiso social.

- También se habla de la implementación de un pasaporte sanitario y de la obligatoriedad de la vacuna. ¿Qué opina?

- En algún momento puede llegar a regir un pasaporte para determinados escenarios cerrados. Y en el caso de la obligatoriedad ya hay una vacuna, contra la fiebre amarilla, que es obligatoria para ingresar a muchos países. No descarto que si se maneja una situación endémica y el virus se mantiene con mini brotes, con casos aislados y ante todo lo vivido por las pandemias, se pudiera que para el tránsito internacional sea obligatoria, como por ejemplo para subir a un avión. Pero todo es muy prematuro por el momento. Todavía ni sabemos cuánto va a durar la inmunidad con las vacunas. Por eso hay que apelar a la conciencia social. Seguir con los cuidados y vacunarse. Todo lo demás por ahora es aleatorio.

- ¿Qué le produjo la noticia del festejo de cumpleaños en la Quinta de Olivos? Usted es asesor del Presidente...

- No debería haber ocurrido bajo ningún punto de vista. Fue un error que no puede ser justificado. Uno a los líderes les pide que den el ejemplo a seguir. El haber roto la barrera sanitaria fue un error que genera mucha bronca para muchas personas, para la gente común y para la del mismo partido político. Uno no quiere que  los líderes hagan algo que en definitiva daña todo lo que se hizo, cuando a la gente se la obligó a estar en cuarentena encerrada. Fue un grave error. Lo que no me parece es que se haga un pedido de juicio político cuando hubo otro presidente que se fugó millones de dólares y no pasó nada. Eso sí, Fernández debe disculparse ante el pueblo por haber dado un mal ejemplo.

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