Cómo combatir el sedentarismo en tiempos de pandemia

Cómo combatir el sedentarismo en tiempos de pandemia

Todo está al alcance del la computadora o el celular, desde trabajar hasta comprar. Estar quieto hace que se pierda masa muscular.

SIN ACTIVIDAD FÍSICA. La pandemia hizo que los cuerpos tengan menos movimiento, lo que afecta la salud.  SIN ACTIVIDAD FÍSICA. La pandemia hizo que los cuerpos tengan menos movimiento, lo que afecta la salud.
30 Julio 2021

La virtualidad nos permitió eficientizar el modo en que organizamos nuestro tiempo y nos dio la posibilidad de reconectarnos con la familia y los amigos y hacer aquellas cosas que, por la urgencia de las obligaciones, habían quedado olvidadas. Pero todas las comodidades también tuvieron una connotación negativa para nuestra salud: desde el año pasado tendimos al sedentarismo.

Pedir comida, trabajar, entretenerse: todo se puede hacer desde el celular con solo unos clicks. Esas ventajas han salvado nuestras rutinas, pero también nos han condenado a pasar extensas jornadas inmóviles, resolviendo todo desde la cama o el sillón, sea para el esparcimiento o el trabajo. Entonces, ¿cómo equilibrar una vida signada por las pantallas con el bienestar de nuestro cuerpo? Voluntad y organización son, a priori, las claves.

“Al no realizar actividad física y comer mucha comida chatarra, nuestro cuerpo quema menos calorías y esto hace que subamos de peso; no estimulamos nuestros músculos y perdemos masa muscular”, explica el profesor de Educación Física (egresado de la UNT), Emiliano Bejas e indica que las causas del sedentarismo pueden relacionarse con el estrés, el dolor de cuerpo, los cambios en el sueño y la depresión, entre otros.

Entre las distintas consecuencias que trae, esta inactividad duplica el riesgo de enfermedad cardiovascular, de diabetes tipo II y de obesidad. También aumenta la posibilidad de sufrir hipertensión arterial y enfermedades crónicas no transmisibles, sostiene la profesora de Educación Física y especialista en preparación deportiva, Camila Coria (@locuratrekk.arg).

Más que estética

“Hoy nos movemos cada vez menos y eso hace que nuestra salud vaya empeorando. Esto se da principalmente por la sarcopenia, que es la pérdida de masa muscular. Y si perdemos músculo, todo irá mal”, afirma el entrenador físico y especialista en Hipertrofia American Society of Excercise Physiology, Ángel Álvarez Gambino (@angel.coach_).

Estar en movimiento nos ayuda a mantener nuestra cantidad de masa muscular, “pero hay que intentar ver esa masa no como algo meramente estético, sino como lo que es: algo vital para nuestra buena salud”, asegura.

“Ella se encarga de enviar señales a diferentes partes del cuerpo que intentan contrarrestar la enfermedad y, ante menor cantidad de masa muscular, más difícil será que combata cualquier la enfermedad”, alerta Coria.

Lo ideal

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que niños y adolescentes de entre cinco a 17 años realicen “actividades físicas aeróbicas moderadas durante al menos 150 a 300 minutos por semana; o actividades físicas aeróbicas intensas durante al menos 75 a 150 minutos en el mismo lrapso de tiempo; o una combinación equivalente de actividades moderadas e intensas durante la semana. Además, sugiere poner foco en actividades moderadas “o más o menos intensas” que fortalezcan nuestros músculos durante, al menos, dos días a la semana.

En el caso de niños, niñas y adolescentes de entre cinco a 17 años, la entidad sugiere que dediquen “un promedio de 60 minutos al día a actividades físicas moderadas a intensas, principalmente aeróbicas, a lo largo de la semana”.

Álvarez Gambino, por su parte, sostiene que es necesario esforzarse un poco más e intentar hacer ejercicios de fuerza. “Hay trabajos de investigación que sostienen que las personas que, dos veces a la semana, hacen ejercicios intentando mover su peso corporal, logran con el tiempo mejorar la sarcopenia”, sostiene.

“Lo ideal sería hacer ejercicios que generen una gran demanda, por ejemplo sentadillas, flexiones de brazos o extensiones de tríceps en bancos. Siempre ajustándonos a la necesidad y al estado físico de la persona. Estos ejercicios se pueden hacer en cualquier lado: en casa, una plaza, etcétera”, indica.

Dar el primer paso

La mejor opción es mantener un plan que combine actividad física con buenos hábitos alimenticios. Coria sugiere implementar el NEAT (“Non-exercise activity thermogenesis), que engloba a toda la actividad física no asociada al ejercicio programado que genera un gasto calórico. “Son acciones rutinarias que no se consideran actividades deportivas como tal pese a que requieran de un esfuerzo físico”, indica. Limpiar la casa, hacer jardinería, arreglar artefactos del hogar, bailar, ir al súper en vez de hacer pedidos on line, utilizar las escaleras en vez del ascensor, caminar al trabajo siempre que se pueda, son algunos ejemplos.

“Para los papás que se mantienen en casa, es recomendable que destinen una hora por día a ejercitarse, esto lo pueden hacer con un profesional capacitado que trabaje a domicilio o a través de actividades como poner música y bailar o hacer desafíos manuales y corporales con los chicos”, añade.

(Producción periodística: Guadalupe Pereyra).

Pequeños ejercicios

hacen la diferencia

La profesora Camila Coria propone opciones para la ejercitación de los niños, como seguir cuentas de TikTok que propongan retos coreográficos o, para quienes tienen mascotas, que jueguen con ellas en el patio. “Eso implica ejercitarse un poco mientras esperan entre una sesión virtual y otra”, sostiene. Emiliano Bejas, por su parte, sugiere realizar actividades aeróbicas moderadas durante al menos 30 minutos al día, como caminar moviendo los brazos hacia arriba, hacia los costados, adelante y atrás, tomando aire por nariz y expulsando por la boca. O correr coordinando los brazos y piernas, siempre manteniendo una postura correcta del cuerpo (flexión de codos, torso estable, levantar y flexionar rodillas mirando hacia adelante).

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