Buenos números para la soja

Buenos números para la soja

El rinde de indiferencia se encuentra entre 1,2 y 2,2 t/ha: por debajo del histórico.

24 Julio 2021

Un estudio realizado por Daniela Pérez, jefa de la sección Economía de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc) expuso costos y puntos de indiferencia para el cultivo de soja en la campaña 2020/21 en Tucumán y zona de influencia.

Las determinaciones indican que el gasto por hectárea, desde el barbecho a la cosecha, varió en un rango de U$S 240 a U$S 370, sin IVA, según la problemática y la tecnología empleada. A este monto se debe agregar el gasto de administración y estructura, que puede haber variado entre U$S 70 y U$S 110 por ha; el gasto en flete, del orden de los U$S 34 por tonelada, y el arriendo. Este último pueda haberse negociado como un valor fijo de alrededor de U$S 120 por ha, o como porcentaje del rinde (entre un 17% y un 20%).

Los costos en dólares por ha fueron similares a los de la campaña pasada. Si bien, en general los insumos no aumentaron, sí lo hicieron los servicios de siembra y de cosecha, que crecieron en dólares (un 15%), en pesos (el 60%), y en litros de gasoil (un 15%). El servicio de aplicación tuvo precios crecientes en pesos (un 38%), pero decrecientes en dólares. Se observó además una disminución en la cantidad de aplicaciones. Esto último quizás en relación con el incremento de las rotaciones con maíz, la intensificación en el invierno (cobertura o renta), el uso de grupos de soja más cortos y la tecnología Intacta.

Respecto de los agroquímicos se destacó el fertilizante fosfatado, con una relación precio SPT/soja favorable desde julio del año pasado hasta abril del año en curso. Esta condición estimuló la fertilización, situación que quizás no se repita en 2021/2022 debido a la suba de precio del fósforo a partir de abril (el 70%). Los que invirtieron antes de abril en fertilizante para la próxima campaña 2021/22 tomaron una buena decisión.

Lo excepcional del ciclo 2020/21 fue la sustancial suba del precio internacional de la soja, que si bien no es percibida en su totalidad por los productores locales -debido a los derechos de exportación que paga la oleaginosa, de un 33%, y al retraso cambiario-, provocó un aumento del precio local, que oscila desde agosto del año pasado hasta la actualidad en valores que rondan los U$S 320 por tonelada. Con este nivel de precios y para el rango de costos determinados, el rinde de indiferencia -las toneladas que cubren el gasto- está entre 1,2 y 2,2 t/ha, valores más que interesantes ya que se encuentran por debajo del rinde promedio de 2020/21 y del histórico de 2,5 t/ha.

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