Fotia evalúa pedir la quiebra del San Juan

Fotia evalúa pedir la quiebra del San Juan

Palina, dirigente sindical, cuestionó la falta de inversión en la planta que impide al ingenio moler este año. Planteo a la jueza del concurso.

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El informe del perito mecánico sobre el estado de las instalaciones y las maquinarias del ingenio San Juan fue contundente: no está en condiciones de moler en el corto plazo y las reparaciones necesarias son numerosas dado su severo estado de deterioro. A partir de esta evaluación, solicitada por la doctora Mirta Estela Casares, jueza Civil y Comercial Común de la VII nominación, que entiende el concurso preventivo del Complejo Agroindustrial,  quedará esperar la resolución sobre que ocurrirá en el corto plazo con la fábrica y, quizá, también respecto de su futuro.

La inspección ocular que realizó el ingeniero mecánico José Katz en el ingenio coincidió con lo que había anticipado a LA GACETA el secretario de Fotia, Roberto Palina, que era “muy difícil que este año vaya a moler esta fábrica”.

La jueza Casares reclamó el peritaje a partir del pedido de verificación por parte de los empleados y obreros, ya que la administradora le había solicitado al Juzgado la autorización para el alistamiento. Es decir que tras el peritaje, la desconfianza de los trabajadores era cierta y puso en dudas ese plan de alistamiento confeccionado y que había presentado Constructora del Tucumán SA, administradora oferente o “cramdista” de los activos y pasivos de la firma concursada.

La quiebra

“Los trabajadores pidieron esa inspección porque están cansados que le mientan sobre la puesta en marcha; hace más de tres años que vienen soportando la incertidumbre y padeciendo por la falta de ingresos”, resaltó Palina.

Al respecto, indicó que son abultadas las cifras de la deuda salarial, como también por los aportes jubilatorios, sindicales y de obra social. “Ahora, con este nuevo parate, van a ser tres años de inactividad y perjuicios para los trabajadores en edad de jubilarse, ya que, como ocurrió con otros compañeros, pasan a cobrar el haber mínimo por la falta de aportes de la patronal durante ese tiempo”.

“Si esto sigue así, no nos quedará otra que pedir la quiebra de la empresa concursada. En todo caso, cambiaría la situación si  compra todo alguna empresa solvente. Tampoco es imposible poner al ingenio a moler, porque lo que se necesita para el alistamiento no es un monto exorbitante”.

Consultado sobre la actitud de Constructora del Tucumán, Palina dijo que sospecha que “ahuyentaron a todos los posibles arrendatarios”, ya que “no aparecen más oferentes”. También apuntó a los otros actores de la actividad: “creo que también hay  ingenios que mandan a ‘vender humo’ para que aparezcan y desaparezcan los interesados, con el fin de dilatar los alistamientos, que no muela la fábrica, y al final queden con uno menos en la competencia”.

La decisión

Al evaluar que desde 2018 a la fecha, con la administración del Grupo Omil, el ingenio San Juan solamente molió 9 días, Palina no dudó en el planteo: “la jueza tiene que tomar esta situación para toma una decisión definitiva, ya que la empresa a la que le concedieron el salvataje no está cumpliendo con ese fin”.

“Se supone que era una firma solvente, pero en tres años se ratifica -con el informe del perito- que es una fábrica vieja, tiene un edificio viejo, cosas viejas, y tecnología vieja. No hubo una inversión real, ni ánimo para poner en marcha el ingenio. Es que con las 120.000 hectáreas que forman parte del activo de la concursada, el actual administrador las podría estar arrendando. Y eso significa que, sin mayor esfuerzo, obtendría unas 10.000 toneladas de azúcar por ese alquiler”.

Finalmente, Palina resaltó que el proyecto de recuperar la fábrica a través de una cooperativa de trabajadores es una buena idea, pero que el costo del financiamiento necesario es un escollo, por lo elevado. “Hoy se necesita la ayuda del Estado para los 360 trabajadores del ingenio San Juan”.

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