¿Por qué transgreden la cuarentena los más jóvenes?

¿Por qué transgreden la cuarentena los más jóvenes?

Carmina Varela, psicóloga de la Gestalt analiza la conducta de los que no cumplen las restricciones sanitarias.

VARELA. “Si no puedo ver que al asumir un riesgo expongo a otro; tengo poca capacidad de renuncia”, dijo.   VARELA. “Si no puedo ver que al asumir un riesgo expongo a otro; tengo poca capacidad de renuncia”, dijo.

Uno de los nueve primeros contagios con variante Delta, la más peligrosa de los coronavirus, llegó a la Argentina por avión. Lejos guardar cuarentena para evitar la propagación del virus, el joven infectado se escapó de su casa, en Buenos Aires, al cuarto día. ¿Qué lleva a los argentinos, y en especial, a jóvenes a transgredir las normas sanitarias?

La psicóloga gestáltica, Carmina Varela, analiza tres razones que podrían obedecer al incumplimiento que se repite en forma constante en nuestro país: la falta de educación, de información y de motivación. La educación no siempre se transmite a través de palabras.

“Cuando intentamos explicar a las nuevas generaciones (por ejemplo, entre 18 y 25 años) cómo debe ser el comportamiento en la vida, es posible que en la práctica no resultemos ser un modelo a seguir, porque a nosotros mismos no nos funcionó la receta. Hay una falta de coherencia entre lo que decimos y en cómo vivimos porque quizás estamos insatisfechos. No olvidemos que los padres (que rondan los 45 y 55 años) somos una generación bisagra, entre nuestros propios padres, que nos educaron con el concepto del sacrifico y el valor del esfuerzo, y nuestros hijos, que están en la cultura de la inmediatez y que todo lo quieren ya”, explica.

“Los jóvenes de hoy tienen muy en claro que la vida se ha hecho para disfrutar. Son disfrutadores seriales. Pensemos qué le hemos transmitido, como generación, muchas veces con nuestro cansancio e insatisfacción. Pensemos que somos la generación de los ansiolíticos porque siempre estamos necesitando un extra para poder cumplir con todo lo que nos impone la vida. Las nuevas generaciones, en cambio, miran con ojos muy críticos todo esto. Quizás porque representamos un contramodelo para ellos , y a partir de eso ellos tienen otros valores y otras prioridades”, sugiere.

En cuanto a la información sobre el coronavirus, no es que los jóvenes no la tengan, piensa Varela. “Lo que ocurre es que a veces es contradictoria y viene de fuentes que están cuestionadas, que no son confiables. Hay un vacío, y eso lleva a justificar en ocasiones el no cumplimiento de ciertas normas porque quien me lo dice o me lo pide no es confiable”, señala. “Grandes referentes como iglesia, el estado, la policía, los políticos y los comunicadores ahora son poco confiables para muchos jóvenes hasta que les demuestren lo contrario”, intuye.

Un tema no menor es la falta de tolerancia a la frustración, todo lo quieren ya y lo tienen a un click. Según Varela a las nuevas generaciones “les falta motivación para todo lo que implique un proceso en el tiempo. Viven y piensan el presente y el disfrute también pasa por lo social. Hace un año y medio que lo están postergando. Y cuando el deseo se reprime ocurre lo que con las dietas muy estrictas: el día del permitido te comes todo”, ejemplifica.

¿Hay individualismo en el acto de no querer cuidar a los demás?, se le consulta a la especialista. “Si como individuo, ciudadano o parte de una familia no puedo ver que al asumir un riesgo expongo a otro, significa que tengo poca capacidad de renuncia. Pero si además hay un mensaje muy fuerte de que es una enfermedad de viejos, el resultado es ‘a mí no me va a pasar’. El joven piensa: encima que estoy viviendo menos libres de lo que me merezco por mi edad voy a tener que quedarme 10 días adentro de mi casa”, señala Varela.

No es el miedo el que puede hacer frente a esta conducta de los jóvenes, opina, sino un mensaje que genere empatía. La lógica de la solidaridad: “ yo me cuido por mí y, cuidándome, te cuido a vos”.

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