En busca de resolver la tragedia educativa

En busca de resolver la tragedia educativa

16 Julio 2021

Guillermo Jaim Etcheverry, médico, ensayista y ex rector de la UBA, escribió “La tragedia educativa” (1999) y, en 2019, “Educación: la tragedia continúa”. En sus entrevistas y declaraciones se muestra siempre crítico con el sistema educativo en nuestro país y con el hecho de que la dirigencia, en plena crisis por la pandemia de covid-19, no parece encarnarla como algo urgente. La tesis del libro publicado hace 22 años planteaba que la educación estaba bajando su calidad y que, si bien estos resultados se refieren a aprendizajes escolares, todo eso llevaba a una sociedad deshumanizada.

Mientras transcurren estas dos semanas de vacaciones escolares, el reloj continúa corriendo para quienes deben ser jueces de la disputa presencialidad vs. virtualidad. Especialistas y académicos observan atentos y levantan la mano para expresar lo que vienen estudiando desde hace tiempo ¿los escucharán?

Mario Carretero, doctor en Psicología e investigador en Flacso-Argentina explicó a LA GACETA que la escuela aporta a los niños la posibilidad de construirse como personas. “En el ámbito cognitivo en primer lugar, en lo social, emocional y como ciudadano. Un chico que está dentro del sistema educativo tiene más capacidades, en todos los sentidos, que quien no está. Los chicos, especialmente los menores de 10 años, no deben estar privados de la educación presencial”, aseguró, a la vez que advirtió sobre la posibilidad de aprovechar el material digital disponible para potenciar el trabajo en las aulas. No se trata de elegir entre presencialidad o virtualidad, especialmente en el contexto de pandemia, sino de incluir ambas posibilidades en el sistema educativo. “Las dos cosas tienen sentido y son útiles”, aseguró: “Es necesario que la escuela se conecte con lo digital porque cada vez tendrá una presencia más grande y la escuela no puede vivir al margen”.

Investigadores consultados por nuestro medio en el último año y medio aseguran que desde hace tiempo alertaban sobre la necesidad de contar con dispositivos tecnológicos en las escuelas. Sin embargo, el escenario de pandemia evidenció que no solo la escuela debe tenerlos, sino también los hogares. “Antes veíamos que con una computadora alcanzaba pero con la pandemia, dos adultos en casa trabajando y tres hijos en edad escolar, no alcanzó. El año pasado se instaló el derecho a la inclusión digital para cada estudiante, para cada docente de todos los niveles para poder estar conectado no solo en el contexto de pandemia”, dijo Mariana Maggio, doctora en Educación y autora de “Educación en Pandemia. Guía de supervivencia para docentes y familias”.

Es que si hay algo urgente y que la pandemia debería haber puesto en el ranking N°1 de problemas a resolver es a la Educación: nuestro sistema, los edificios y la tarea docente deben ser algo que movilice a la sociedad en general para generar un mejor sistema educativo, inclusivo y que apueste a construir una sociedad más igualitaria de cara a un futuro cercano.

¿Hacia dónde debería ir la educación para poder brindar enseñanza de calidad?, preguntamos a los expertos. Y todos coincidieron en que la respuesta no es una sola pero incluye abordar a la educación desde todos los ámbitos posibles: políticas, diferencias sociales y culturales entre otras cosas. Pero, como prioridad, no pueden sostenerse una buena calidad educativa sin la capacitación de los docentes que permanecen en el sistema. Y segundo, es decisivo comenzar a pensar en que las jornadas sean extendidas. “Una enseñanza de calidad requiere una estancia en la escuela de entre seis y siete horas, un turno completo. Todo lo demás es un simulacro”, advierten Carretero y otros especialistas sobre el horizonte a seguir, a lo que volvemos a preguntar: ¿los escucharán?

Esta nota es de acceso libre.
Tamaño texto
Comentarios
Comentarios