
SÓLO PARA DESCANSO. Las camas están hechas de cartón, pero son resistentes.

Una de las curiosidades que tendrán los Juegos Olímpicos de Tokio serán las 18.000 “camas anti-sexo” que estarán repartidas en las 3.800 habitaciones de la Villa Olímpica. Elaboradas a partir de materiales renovables, pueden resistir un peso de hasta 200 kilos, aunque son susceptibles de romperse ante movimientos bruscos. El objetivo de estas curiosas unidades de descanso es desalentar las relaciones sexuales entre los deportistas, como medida para limitar el contacto estrecho y reducir la posibilidad de contagios.
Por eso mismo, la organización tampoco repartirá preservativos, práctica habitual desde los Juegos de Seúl 88, cuando se la implementó para concientizar sobre la prevención del sida. En un principio, se tenía pensado repartir unos 160.000 condones, pero sugiriendo que no se los utilice y se los guarde como recuerdo, aunque al final se resolvió entregarlos recién cuando los atletas se vayan.
Vedado el sexo, los deportistas sí podrán apelar al consumo de bebidas alcohólicas para lidiar con el estrés. No obstante la habilitación por parte de la organización, habrá ciertas limitaciones que apuntan a evitar beberajes: no se puede beber en áreas comunes ni tampoco en grupos. “Básicamente, les pedimos a las personas que beban solas en sus habitaciones”, especificaron.







