Por qué en Tucumán se destruye el espacio público

Por qué en Tucumán se destruye el espacio público

Una urbanista y un psicólogo realizan un diagnóstico de un problema social y proponen formas de erradicar este problema.

14 Julio 2021

Una pedrada a un vidrio o al foco del alumbrado público. La rotura de una botella de alcohol, en una plaza donde asisten niños. Una banca de plaza al que le han arrancado sus piezas y sobre el cual ya nadie puede sentarse.

Los daños en la ciudad parecen ser parte de un problema crónico en Tucumán. Escuchá los crudos testimonios en este informe: 

En esta edición de Panorama Tucumano una arquitecta especializada en urbanismo y un psicólogo opinan sobre la estructuración de la ciudad y el vandalismo.

María Graciala Lombana, docente de la UNT, directora de la carrera en Especialidad Escénica, doctora en medio ambiente visual e iluminación eficiente y especialista en Ordenación de Territorio y en Iluminación dijo que para diseñar espacios es fundamental escuchar lo que las personas quieren.

“Desde nuestros saberes tratamos que estos espacios sean convocantes y que nos inviten a quedarnos. Los lugares se van conformando, y algunos espacios, adrede, están pensados para ser no lugares. No está pensado para que la gente permanezca, es un lugar de paso”, dijo.

Asimismo, Lombana afirmó que muchas veces se ataca un lugar porque una persona no lo considera como un espacio propio.  

Lombana afirmó que una plaza, por ejemplo, es un espacio público por excelencia, que debería estar diseñado para que la gente pueda mirarse la cara, compartir espacios, donde el espacio nos invite a quedarnos, donde estemos cómodos.

“Uno no daña lo que es lo de uno, pero daña un espacio público porque no lo considera propio. Todos los municipios del mundo destinan plata a reparar lo que se rompe durante el fin de semana, para que el espacio público pueda estar en condiciones”, dijo.

Roberto Gonzales Marchetti, Presidente del Colegio de Psicólogos de Tucumán, profesor adjunto de Recursos Humanos y terapeuta cognitivo conductual afirmó que hay diversas causas que pueden llevar a un acto vandálico, desde una predisposición genética a un problema estructural de la personalidad. 

“Pero también hay factores sociales que promueven el vandalismo. Por ejemplo veo que ahora es más amplio el vandalismo, antes era más en los jóvenes, ahora también en hombres y mujeres adultos y esto pasa porque hay una estructura social frágil. Para poder convivir, una sociedad heterogénea, como la tucumana, debe haber diálogo y consenso y eso no existe y eso trae como resultado una respuesta netamente impulsiva”, dijo.

Acotó el especialista que la respuesta de los gobiernos suele ser poner más policías, pero eso no sirve de nada. El vandalismo es consecuencia del descontento social, solo acabando con ese descontento se puede frenar el vandalismo.

Además del diagnóstico del problema, en el siguiente video vas a poder escuchar algunas propuestas de los especialistas: 



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