

En esta época de frío, consumir diariamente cítricos es una forma de intentar evadir los estornudos y narices tapadas. ¿Qué beneficios nos aportan estas frutas?
Según detalla el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, las naranjas y las mandarinas contribuyen a fortalecer nuestro sistema inmune dado al ser una rica fuente de sales minerales y vitamina C.
Ambos componentes aceleran la producción y movilidad de los glóbulos blancos, lo cual genera un efecto preventivo sobre la gripe, resfríos y ciertos tipos de cáncer.
También los cítricos se caracterizan por su función antioxidante (al evitar la formación de radicales libres sus aceites esenciales suelen verse en cremas antiedad) y depurativa. En casos de estreñimiento y tránsito intestinal lento, lo ideal es beber un zumo de pomelo.
Con grandes producciones en el NOA, el limón es otro aliado para desintoxicarnos después de comer en exceso (con una infusión caliente). “El limón funciona como astringente natural y es antibacteriano. Resulta eficaz para curar heridas bucales, cortar diarreas y controlar los niveles de colesterol y ácido úrico”, agrega el INTA en sus fichas técnicas.
Recomendaciones
- Si tenés acidez: es preferible consumir los cítricos después de otros alimentos y obviar el café como acompañamiento.
- Horarios: de optar por hacer jugos, bebelos a la mañana y en ayunas.
- Porción: es innecesario llenar un vaso grande de jugo y gastar más de cinco unidades de fruta. En adultos, lo aconsejable es nutrirnos a diario con 60 mg de vitamina C y eso queda cubierto con una naranja grande. Lo importante es ser constantes en el tiempo.
- Colación: al cocinar o exprimir los cítricos perdemos algunas de sus propiedades (como las fibras presentes en la pulpa y gajos). En tus breaks mejor comé la fruta entera y fresca.







