“Han desfigurado la palabra democracia”, alerta la Iglesia

“¿Qué significan hoy algunas expresiones como democracia, libertad, justicia y unidad?” La voz de monseñor Carlos Sánchez retumba en la Catedral vacía de fieles y de toda autoridad civil. La ausencia de gobernantes rompe con una tradición de 205 años, iniciada por los congresales de 1816, cuando apenas declarada la Independencia se fueron al templo San Francisco a agradecer en el Tedeum (A ti, Dios) por la nueva nación. Ayer las autoridades prefirieron ver la ceremonia por televisión para evitar aglomeraciones.

Por primera vez no hay un encuentro entre las principales autoridades civiles y eclesiásticas. La homilía de monseñor Sánchez es particularmente dura. Se refiere a “las nuevas formas de colonización cultural” de las que habla el papa Francisco. Dice que “el pueblo argentino tiene su identidad, valores y tradiciones” y que no debe sucumbir ante esas “nuevas esclavitudes”.

Explica que cuando palabras “grandes” como “democracia, libertad, justicia y unidad” se vacían de contenido, de sentido, licúan “la conciencia histórica, el pensamiento crítico, la lucha por la justicia y los caminos de integración”. En su opinión esas palabras “han sido manoseadas y desfiguradas para ser utilizadas como instrumento de dominación, como títulos vacíos de contenido que pueden servir para justificar cualquier acción”, advierte con rigor.

Monseñor Sánchez señala que “la forma de dominar (a la sociedad) es sembrar desconfianza, desesperanza y negar el derecho a existir y a opinar”. Pero también “la agresión y la división” son mecanismos usados para la dominación de las sociedad. En ese panorama “no hay proyectos a largo plazo pensados en el bien común, sino recetas inmediatistas que destruyen”, sentencia. En consecuencia se pregunta: “¿somos un pueblo independiente? ¿Qué es lo que nos domina y no nos deja crecer en fraternidad?”

La homilía de este año es más dura que la del año pasado, también sin fieles, pero con la participación de las principales autoridades. El año pasado el arzobispo le hablaba a un pueblo unido por la desgracia de la pandemia. Lo exhortaba a cuidarse, a valorar la vida, a seguir las medidas de prevención sanitaria. Esta vez, más allá de reconocer que hubo “mezquindades, atropello e injusticia” durante la pandemia destaca a los “argentinos que se han jugado la vida y la siguen gastando en los diversos servicios esenciales”.

Como respuesta a este clima social, monseñor Sánchez propone el diálogo como lo pide Francisco en Fratelli Tutti, y la “cultura del encuentro”. Y advierte que hay que evitar caer en “el individualismo indiferente”, que puede ser producto de “la pereza de buscar valores más altos”, en el “relativismo” que puede llevar al “poderoso o al más hábil” a imponer “una supuesta verdad”.

Obispo: se recordó a monseñor Chávez

En su homilía monseñor Carlos Sánchez recordó de modo especial a monseñor José Melitón Chávez, que fue  obispo de Concepción y de Añatuya y que falleció a causa de complicaciones por coronavirus. El arzobispo también hizo mención al personal de la salud y a los docentes que han continuado prestando servicio durante la pandemia. Monseñor Chávez fue también vicario general de la arquidiócesis durante el gobierno pastoral de monseñor Luis Villalba.

Religiosa: falleció la hermana Gladys

“Hoy estamos velando a una religiosa tucumana que ha gastado su vida en el servicio y la entrega a los demás”, expresó el arzobispo Carlos Sánchez, durante el oficio del solemne Tedeum. La religiosa era Gladys Manzur y pertenecía a la congregación de las Hermanas Dominicas. “Su entrega y generosidad nos impulsa a seguir el camino de ayuda al prójimo”, expresó al referirse a la religiosa. También recordó a todos los que fallecieron durante la pandemia.