La vida de la pequeña Rocío siempre fue un calvario

La vida de la pequeña Rocío siempre fue un calvario

La pequeña, de cuatro años, habría sufrido malos tratos. No se sabe cómo terminó con su madrina.

EL HOGAR. La casa donde Rocío vivía con su madrina y donde se habría cometido el crimen. la gaceta / foto de Analía Jaramillo EL HOGAR. La casa donde Rocío vivía con su madrina y donde se habría cometido el crimen. la gaceta / foto de Analía Jaramillo

La vida de Rocío Milagros Rojas, de 4 años, fue dura desde el primer momento. Nació en un hogar conflictivo según ha demostrado el inicio de la investigación que se viene desarrollando. Por la declaración de uno de sus parientes, se presume que la pequeña fue asesinada entre el miércoles y el jueves.

Rocío llegó al mundo y rápidamente la vida la apartó de sus progenitores. Su padre cayó preso, acusado por haber abusado sexualmente de las hermanastras de la víctima (de 8 y 10 años). Hasta el momento no está claro si por compromiso o por iniciativa propia (esto sigue siendo motivo de discusión entre los familiares de la niña), María Carolina Graneros, la madrina de la pequeña, quedó a cargo de su tenencia debido a un presunto consumo problemático por parte de la madre de Rocío. “Ella no tiene ningún problema de adicción. Se internó el 25 de marzo para que la operaran y cuando le dieron el alta, a las chiquitas se la llevaron. Nadie le dijo nada y no sabemos por qué”, dijo su representante legal, Humberto Castaldo.

Hace ya tres años que la crisis habitacional llevó a que un grupo de personas se asentaran alrededor de la entrada de Lules a la ruta 341, la cual lleva a Raco. En esa zona conocida como La Papelera, nació el asentamiento Chabela, y fue allí donde Graneros se fue a vivir junto a su hija, Rocío y su pequeño hermano. Un barrio carenciado donde la gente vive como puede.

Pocos son los vecinos que recuerdan a la niña. “A esa criatura la tenían encerrada. Quienes viven más cerca cuentan que le pegaban mucho. Hace unos días heló y la escuchamos llorar: le estaban pegando porque se hizo pis encima. La bañaron con agua helada en la calle, en plena noche”, describió Susana, que contó aterrada el hecho porque teme que familiares de la niña tomen represalias: “no quiero problemas. Son gente ‘quilombera’ que vive en el barrio de atrás de la Pepsi”.

“Yo sí la ubicaba a la nena. Una mujer colorada la llevaba de la mano hace unos días por esta calle. Me llamó la atención porque nunca vienen por esta cuadra, ya que la salida del barrio está del otro lado. Yo la ubicaba justamente porque para salir a la calle de acceso (la Neuquén, de Lules) pasaba por la cuadra de ellos”, indicó Graciela. La mujer dijo que también había escuchado rumores sobre maltratos. “Pero se dicen muchas cosas. Se creía también que algún familiar se la podría haber llevado, pero es raro que en ese caso no se lleven a su hermanito también”, agregó la vecina.

Cuando la Justicia consiguió el dato de que la niña podría estar enterrada en un lote del asentamiento San Ramón, en La Reducción, se desplegó un gran operativo en ese lugar cerca de las 11. A diferencia de otros casos, en los que los familiares son los primeros en llegar, la búsqueda de Rocío se hizo sólo frente a la mirada de los vecinos que estaban consternados por la noticia.

A las 13.30, cuando los investigadores ya se retiraban de esa zona, aparecieron dos tíos maternos de la niña.

“A la madrina y a sus familiares ya las tienen detenidas. La madre de Rocío está desesperada buscando a su hija. Tenía restricción por pedido de Graneros y de la Policía de Lules que no querían que ella se le acercara a Rocío y a Graneros. Todo esto para que la madrina le haga esto a la changuita”, señaló indignada Carolina, que aclaró que su prima no fue detenida por este hecho. “Le quitaron un hijo a una madre. Y miren lo que pasa cuando hacen esas cosas. Ella luchaba para recuperar a sus chicos y miren esta mujer cómo le entrega a su chiquita”, agregó con lágrimas en los ojos.

Por último señaló: “claramente no estaba bien cuidada, pero de maltratos no nos habían dicho antes”.

Puntos claves

Según la denuncia, Rocío Milagros Rojas, de 4 años, fue vista por última vez el jueves al mediodía en el barrio La Chabela de Lules, donde vivía.

Se desplegó un operativo de 200 policías para que buscaran a la pequeña. Una cifra récord para estos casos. También una perra entrenada en búsquedas.

La perra llevó a los investigadores hasta una finca de frutillas cercanas donde se cree que podrían haber matado a la pequeña. Se peritó ese lugar.

Varios testigos contaron que la habían enterrado en un lote en La Reducción. El Ministerio Público Fiscal llevó equipos de excavaciones.

Otra cuadrilla encontró bajo el puente del río Colorado restos óseos que serán peritados para determinar si corresponden a la niña.

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