La trama desconocida del crimen de Rocío

La trama desconocida del crimen de Rocío

Aunque la investigación apenas comienza, en las últimas horas se conocieron detalles del homicidio de Rocío Rojas, de 4 años. Los investigadores creen que la asesinaron para evitar que se conociera que sufrió abusos sexuales por parte de un cuidador.

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- ¿Quién era la pequeña Rocío?

- Rocío, de cuatro años, había sido entregada, con una supuesta orden judicial, a la custodia de su madrina, María Carolina Graneros. Al parecer, un juez de Familia habría tomado esta decisión luego de que su progenitora fuera denunciada por sufrir problemas de adicción y porque la sometía a malos tratos, al igual que a su hermanito dos años más pequeño.

El magistrado interviniente tampoco pudo otorgarle la tenencia a su padre biológico, ya que se encuentra detenido, acusado de haber abusado de las dos hermanastras de Rocío de 8 y 10 años.

“Ella me dijo que a sus hijos se los quitaron injustamente. Supuestamente se la entregaron a alguien para que la cuidaran, pero la terminaron matando. Hubo un error garrafal y alguien se tiene que hacer cargo. No tiene problemas de adicción”, dijo Humberto Castaldo, el representante legal de la madre de la niña.

¿Por qué la pequeña se encontraba viviendo con su madrina?

- En 2019, ingresó a una fiscalía de Violencia de Género una denuncia por maltrato infantil. Un fiscal -no trascendió su nombre- actuó de inmediato: logró que se le dictara una prohibición de acercamiento a favor de Rocío y en contra de la madre. Y, como establecen las normas vigentes, envió el expediente a un juzgado de familia. El magistrado, cuya identidad no se conoció hasta el cierre de esta edición, le entregó la tenencia a la madrina. La madre de la víctima dijo que a ella nunca le mostraron un papel sobre esa medida.

Antes de hacerlo, el personal de la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (Dinayf) debe realizar diferentes tipos de informes para determinar si es factible que sea entregado a ese grupo familiar para su cuidado. Posteriormente, se debe hacer un seguimiento para transmitirle las novedades al juez quien debe resolver cómo seguir el expediente.

Hasta el cierre de esta edición, LA GACETA intentó infructuosamente comunicarse con algún funcionario de la Dinayf para que explicara cómo venía desarrollándose el expediente. Esta cuestión también está siendo analizada por los fiscales Alejandro Noguera e Ignacio López Bustos, que intervinieron en el caso.

En principio, según las primeras averiguaciones, la niña y su hermanito menor vivían en una humilde vivienda del asentamiento La Chabela junto a su madrina y a su pareja Hernán Edgardo Caro, la hija de ambos y su concubino Mauro Leonel Véliz, otro matrimonio más y varios menores de edad. 

No habrían tenido las condiciones acordes para que un niño crezca sanamente, ya que la vivienda estaba ubicada en un asentamiento que, por ejemplo, no tenía agua corriente. Una versión indica que la mujer se mudó hacia ese lugar y los responsables de la Dinayf no habían estado al tanto de esta situación.

- ¿Cómo comenzó todo?

- El jueves, pasadas las 16.30, Graneros se presentó en la comisaría de Lules para denunciar que Rocío había desaparecido de su hogar.  Pasadas las 17, personal de la Unidad Regional Oeste hicieron un rastrillaje por la zona para tratar de encontrarla. Pero la búsqueda no duró mucho, ya que la noche obligó a detener el operativo que habían montado.

Mientras ello ocurría, los investigadores de la Policía, al mando de los comisarios Julio Fernández y Jorge Dib comenzaron a realizar un trabajo paralelo, supervisado por el fiscal Noguera, que instruía la causa por desaparición de personas.

Analizaron la denuncia y encontraron varias inconsistencias. Entre otras: la mujer tardó casi cinco horas en avisar a las autoridades que la pequeña había desaparecido. En el barrio, muy pocas personas sabían que no la encontraban. Por último, la denunciante señaló que la pequeña llevaba puestas unos “sapitos”, un calzado muy poco común para el clima invernal. Decidieron aguardar hasta ayer para despejar todos esos interrogantes. Hicieron un recorrido por el asentamiento y encontraron las respuestas.

- ¿Por qué se cambió el giro de la investigación?

- Un testimonio fue clave. Esa persona habría contado detalles  sobre cómo era la vida de la familia. Relató que las personas que habían sido elegidas para cuidar a la niña la maltrataban. También indicó que Véliz podría haber mantenido una relación paralela con su suegra. Dijo que había escuchado rumores que Caro podría haber abusado de la pequeña en varias oportunidades.

Otra persona le dijo a uno de los investigadores que un miembro de la familia le habría comentado que la pequeña podría haber fallecido por un problema respiratorio y que decidieron ocultar el cuerpo porque quedarían al descubierto los malos tratos y los supuestos abusos que había sufrido.  “Dicen que Rocío se le dibujaba el pánico en su rostro cada vez que lo veía”, le explicó la vecina a un policía.

Los investigadores sospechan que Caro podría haber sido sorprendido por sus familiares abusando de la pequeña y, para evitar tener problemas legales, la habrían matado.

Ante este panorama, Noguera le comunicó la novedad a López Bustos para que se hiciera cargo de la pesquisa, ya que sospechaba que estaba ante un homicidio. De todas maneras, después de haberse reunido, el primero aceptó colaborar con su colega para esclarecer con mayor rapidez el caso.

¿Cuándo se habría producido el crimen?

- En base a los testimonios y los indicios que se consiguieron hasta ahora, la muerte de la pequeña se habría producido en el mismo domicilio de la víctima el miércoles por la tarde o por la noche. Esa hipótesis surgió en base a los movimientos que tuvieron los sospechosos ese día.

Según esa línea, en moto, trasladaron el cuerpo de Rocío a un descampado ubicado a unos tres kilómetros de su casa donde podrían haberle prendido fuego y, al no haber cumplido con el objetivo, decidieron eliminar los restos. Con pericias se puede determinar que nivel de combustión se necesita para desintegrar el cuerpo de una niña de su edad.

En un primer momento pensaron que lo podrían haber enterrado, pero hasta ayer no lograron confirmar esa posibilidad. Pero el campo de búsqueda se amplió cuando una persona dijo haber visto a dos de los acusados -no trascendió cuáles- transitar en una moto por las márgenes del río Colorado.

¿Encontraron el cuerpo de Rocío?

- Por el momento no. Bajo el puente del río los peritos encontraron pequeños huesos que estarían carbonizados. El fiscal López Bustos ordenó que se realicen pericias para determinar si son humanos. Si se confirma esta posibilidad, se hará un estudio genético para confirmar o descartar si pertenecen a la pequeña.  Los pesquisas, hasta ahora, no descartan que hayan sido diseminados en distintas partes. Por ese motivo, los rastrillajes continuarán hoy.

¿Cuántas personas permanecen detenidas por el hecho?

- Tres personas. La madrina y su yerno Véliz fueron detenidos en La Reducción, cuando estaban pendientes de la búsqueda. En tanto que a Caro, lo tuvieron que ir a buscar a la finca donde trabajaba. Sus compañeros de labor dijeron que en ningún momento estuvo preocupado por la desaparición de la pequeña. Todavía no se pudo determinar qué rol cumplió cada uno de ellos en el homicidio.

Los otros mayores que convivían en la casa siguen en libertad porque no se encontraron indicios en su contra.

Al cierre de esta edición, los peritos del Equipo Científico de Investigación Fiscal (ECIF) y de la Policía, realizaban un allanamiento para tratar de encontrar evidencias en contra de los sospechosos.

Los tres fueron enviados a centros de detención que se mantienen en reserva por cuestiones de seguridad, ya que temen que los vecinos  quieran tomar represalias.

¿Se registraron otros casos similares en la provincia?

- Sí. El año pasado Abigail Riquel fue asesinada después de haber sido abusada por José Antonio “Culón” Guaymás, quien murió por el linchamiento que sufrió días después en el sur de la ciudad, cuando la policía aún lo buscaba. Pero este caso también trae a la memoria el crimen de Érica, la pequeña que murió por los golpes que habría recibido por parte de sus abuelos. En este hecho, se cuestionó a la Dinayf por no haber intervenido a tiempo, pese que se habían realizado varias denuncias por los malos tratos que recibía por parte de sus tenedores legales.


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