PREOCUPACIÓN CONSTANTE. Las personas con hipocondría viven pendientes de las señales de su cuerpo y con temor a sufrir una patología grave.
Tienen un radar hiperactivo orientado a detectar enfermedades que pongan en riesgo su salud y, por ende, su vida. Una tos puede ser sinónimo de cáncer de pulmón. Un dolor de cabeza, señal de un posible tumor cerebral. Cada día, se revisan buscando nuevos signos de que algo no anda bien. Viven con miedo. No importa cuántos estudios y análisis se hagan para desmentir cualquier patología. Ellos seguirán sintiéndose enfermos.
Si ya es complicado el día a día para cualquier persona que sufre hipocondría, la pandemia se convirtió en una verdadera pesadilla, que activó fantasmas y obsesiones, y abrió un universo de nuevas amenazas.
Lucas (42 años, licenciado en administración de empresas) cuenta que con la llegada de la pandemia empezó a lavarse las manos tanto que la piel se le resecó e irritó. Una posible enfermedad grave siempre anda rondando en su mundo consciente. “Yo pienso que todo empezó en mi infancia, que fue bastante traumática. A los tres años, me operaron de la cadera. A los cuatro pensaron que tenía leucemia, pero en realidad tenía mononucleosis y debía hacerme análisis de sangre todos los lunes. Después, me hicieron una cirugía de amígdalas y el médico pronostico que podía sufrir asma”, detalla.
El profesional reconoce que lo suyo es casi patológico, aunque nunca se hizo tratar. “Cuando me duele algo me bloqueo totalmente, me angustio, me agarra ansiedad; es muy estresante. Cualquier dolor de cabeza, para mí, es un tumor cerebral o un ACV. Por todo voy al médico. Me hago chequeos cada seis meses porque tengo una enfermedad de base y análisis generales cada año. Esperar los resultados me provoca una terrible angustia”, confiesa. La peor pesadilla fue para él desde que se declaró la pandemia. “Al principio, prácticamente no salía. Cualquier mínimo resfriado o una tos a la mañana me empiezo a hacer la cabeza; me bloqueo, no puedo seguir con nada. Ya pienso que tengo covid, que me van a internar y que quedaré intubado y solo. Si fuera por mí me haría un hisopado cada 15 días”, confiesa.
“Desde que me vacuné estoy un poco más tranquilo, pero igual no afloje con las medidas de cuidado: a todos lados voy con alcohol en gel y exijo siempre las ventanillas abiertas”, apunta Lucas, que jamás se sube a un colectivo si hay más de 10 personas.
¿Qué es?
La hipocondría es un trastorno de la ansiedad. “Ese trastorno se caracteriza por una preocupación constante y excesiva por la propia salud y por padecer una enfermedad grave”, explica Oscar Fiorio, psiquiatra y especialista en fobias y estrés.
Según el experto, es normal que todos tengamos alguna vez temor a enfermarnos. Lo preocupante sería que ese miedo sea constante, dure más de seis meses y persista a pesar de los controles médicos. “Hablamos de patología en función de cómo eso interfiere en la vida de las personas. Si la angustia es tan intensa que afecta la vida laboral y social, estamos ante un problema”, señala.
En el fondo, los hipocondríacos sí están enfermos, pero no de lo que creen. Sus familias, sus amigos e incluso sus médicos muchas veces se enojan con ellos por esto. En este último año, en el contexto de pandemia, se ha observado que muchos de estos pacientes que estaban mejorando hicieron una regresión, volvieron a ponerse más cuidadosos y puntillosos.
Si bien los pacientes con rasgos extremos de hipocondría son una porción pequeña de la población, en la era del coronavirus una enorme cantidad de personas pueden sentirse identificadas con sus temores. Una prueba de esto es la creciente automedicación que se registra desde 2020.
En general, en los consultorios de salud mental lo que se ha visto son muchos pacientes que tienen temor a salir de su casa, trastornos de ansiedad generalizada, hay casos de obsesión con el alcohol en gel y la limpieza de objetos. Hay miedo a enfermarse, a sentirse desamparados internados en un hospital, según comenta la psiquiatra Myriam Figueroa.
Según ella, más allá de los que sufren hipocondría, desde hace un año se percibe mucha angustia y pensamientos catastróficos. Entre los síntomas que pueden indicarnos que estamos ante un problema aparece la hiperactivación: las personas están todo el tiempo alertas a las noticias. Se ven alteraciones en el sueño y apetito, problemas digestivos, sensación de falta de aire, sudoración y taquicardias.
“La gente recibe demasiada información; muchas veces errónea y eso empeora la cosa”, explica Fiorio, para quien la ansiedad social aumentó de manera preocupante desde hace un año. Las famosas fake news aumentan la ansiedad, la preocupación y el miedo.
“Siempre, desde que tengo uso de razón, me levanto a la mañana y presiento que estoy enferma. Cualquier señal del cuerpo, entro en pánico. De todas mis experiencias, la pandemia fue la peor. Empecé a tomarme la fiebre todos los días. No salía a la calle por nada del mundo al principio. Hice todo tipo de videoconsultas con los médicos: problemas gástricos, dolores de cabeza, mareos, resfríos. Por suerte, estoy haciendo homeoffice. Aunque vivo sola, abro las ventanas de par en par a toda hora. La verdad, la estoy pasando muy mal”, confiesa Cristina, de 33 años, empleada de una ONG.
Ramiro (39 años, contador) es hipocondríaco en continuo tratamiento. “El pánico a enfermarte de covid no se pasa ni siquiera cuando te contagiás. Fue una tortura esos 15 días enfermo. La cabeza no paró un minuto. Me la pasaba googleando todo lo que me podía ocurrir. Aún busco en todas partes las consecuencias que me puede causar a largo plazo y me encuentro señales todo el tiempo. Ya fui al cardiólogo, al neurólogo, al clínico, al neumonólogo y al dermatólogo. Es enloquecedor estar expuesto a todo eso, la paranoia no se corta nunca”, cuenta el profesional, a dos meses de su alta.
En el sitio “Hipocondría” justamente una de las pautas que le dan a quienes participan con sus testimonios es que está prohibido consultar y citar a Doctor Google. Los hipocondríacos saben mejor que nadie que puede ser su peor enemigo. “No puedo dormir; llevo 4 días de dolor de cabeza y como es un síntoma de covid, pienso que puede ser eso. O tal vez un derrame cerebral. Ya me hice dos veces tomografías cuando tuve algo parecido en 2017 y en 2019, todos los resulados dieron bien. ¿Será que esta vez sí tengo algo grave?”, es la consulta de Julio Q.
Se puede salir
Aunque la vida de los hipocondríacos transcurre entre demasiadas angustias, no hay por qué vivir así, aclara Fiorio. Existen terapias, técnicas cognitivas, que ayudan a superar el padecimiento. “Hay que pedir ayuda. Después de una evaluación del paciente, se empieza a tratar esa tendencia a tener pensamientos catastróficos. Hay distintas técnicas, una de ellas es la que enseña a pensar en las probabilidades antes que las posibilidades”, detalló. que resolverlo con terapia y medicación en la mayoría de los casos.
Aunque no hay una única respuesta, global, para todos los casos, hay distintas formas de tratamiento que incluyen desde terapia hasta medicación. La meta es intentar evitar que la hipocondría se haga crónica y dificulte la cotidianeidad.
Cómo controlar los síntomas
- Limitar la cantidad de tiempo que nos exponemos a las noticias y a las redes sociales.
- Evitar pensar en escenarios que no nos ocurrieron y que probablemente jamás nos sucedan.
- Evaluar las probabilidades (con datos concretos), no las posibilidades de que algo nos suceda. Por ejemplo, hay personas que no caminan por las veredas ante la posibilidad de que se caiga un balcón. Las probabilidades de sufrir un accidente al caminar por la calle son mucho más altas que las chances de que se caiga un balcón.
- Analizar: de qué me sirve pensar que me voy a enfermar, cómo me voy a curar, qué pasa si no me curo y me muero, Hay que romper el circuito y pensar en otra cosa, hacer énfasis en el autocontrol y evitar la ansiedad.
- En tiempos difíciles, ahuyentar fantasmas es prioritario si queremos reservar energía para las amenazas reales: el consejo es que la gente siempre acuda a la información oficial o de medios confiables.
Fuente: psiquiatra Oscar Fiorio








