¿Qué pasará con la economía hasta fin de año?

¿Qué pasará con la economía hasta fin de año?

La creatividad dialéctica argentina

Mayo 2021. Vencimientos con el Club de París. U$S 2.400 millones. Pagar o no pagar. Esa es la cuestión.

Pagar implica desprenderse de los dólares adicionales acumulados gracias al extraordinario desempeño del precio de commodities. Debilitar la posición de reservas equivale a perder fortaleza para defender la moneda en un año electoral. Un eventual salto cambiario corrompería el ya alicaído poder adquisitivo de los trabajadores. O “salario real”, como nos gusta llamarlo a los economistas. ¿Debilitar el poder de compra en un año electoral? No ha lugar, señor juez.

La alternativa, no pagar los vencimientos, resentiría adicionalmente la delicada economía. Si algo demostró este gobierno en su corta gestión, más allá de su revolucionaria dialéctica, es voluntad de pago.

Finalmente se acordó desembolsar un pequeño porcentaje a fines de sentarse a renegociar recién en marzo de 2022.

¿Qué ganaron ambas partes? El Club de París podrá seguir devengando una jugosa tasa del 9%. Nada mal si se considera que un Bono a 10 años en los EEUU rinde el 1,5%. Negoción.

El gobierno, en el mientras tanto y en palabras del Ministro Guzmán, logró crear un “puente de tiempo”.

“¿Qué es poesía? ¿Y tú me lo preguntas? Poesía…eres tú”, remata la Rima XXI de Bécquer sin imaginar la vigencia de sus palabras 150 años más tarde.

Dólar y Expectativas

Marzo 2022 no es una fecha elegida al azar. Nuevamente se inicia el ciclo dorado del agro y comienzan a ingresar los dólares de la cosecha en un comportamiento con marcada “estacionalidad”. La “estacionalidad” se define como un patrón de comportamiento regular que facilita el estudio y predicción de ciertas variables.

En Argentina, en los primeros 6 meses del año aumenta “estacionalmente” la oferta de dólares gracias a la liquidación de exportaciones. El aumento de la oferta, disminuye el precio y en este caso, facilita al Gobierno la acumulación de reservas.

¿Qué pasa la segunda mitad del año? La oferta de dólares disminuye y existe una presión alcista. Si se agrega la tradicional dolarización de portafolios en períodos pre elecciones, se genera una fuerte incertidumbre sobre el comportamiento de la moneda.

“La Economía es una Ciencia Social. Por eso en Economía es todo una cuestión de expectativas”, resumía el reconocido economista tucumano Fernando Marengo, en una charla a inversores.

Si se trata de expectativas, ¿qué espera el mercado? “No vemos un salto discreto de tipo de cambio hasta fin de año” fue quizás la frase más repetida a lo largo de esta semana. La disciplina fiscal mostrada hasta mayo, la acumulación de reservas para afrontar eventuales “corridas” cambiarias y la decisión de recuperar el poder de compra de los asalariados para lograr un mejor desempeño en las urnas, avalan esta afirmación.

El Presupuesto 2021 establece una devaluación del 25% y por ende un dólar a $102,4, un 7% superior al actual. De continuar con el ritmo diario de devaluación, el Gobierno podría ubicarse cercano a esas cifras, muy por debajo de los $115 del contrato de futuro de rofex para esa fecha.

La decisión de usar el dólar como ancla inflacionaria sin embargo tiene un riesgo. La desaceleración esperada en los precios puede tambalear producto de la presión de los Gremios. Con paritarias superiores al 40%, la amenaza está al acecho.

¿Y la brecha?

Si la solución no es un salto del dólar oficial, ¿cómo reducir su 70% de diferencia con el dólar paralelo? “No se puede vivir con brecha cambiaria tanto tiempo. Y tanto tiempo es el que pasó. ¿Se puede hacer esto sin un plan? No. Y lo peor es pensar que la brecha se soluciona devaluando. El problema es que la devaluación se traslada a precios rápidamente”, afirma el ex Viceministro de Economía Emanuel Alvarez Agis,.

El “puente de tiempo” creado hasta 2022 pareciera indicar que luego de las elecciones el ritmo devaluatorio se incrementaría y que, de llegar un Plan que renueve la confianza, la recuperación de la economía y de la demanda de dinero podrían ir cerrando levemente esa brecha sin mayores consecuencias. 2015, es un buen ejemplo de ello.

Querido Hijo, estás despedido

Desordenado. Desobediente. Travieso. Sin interés por los estudios. Así es Miguel. Confiado en el amor de sus padres nunca imaginó lo que pasaría. ¿Puede una madre “despedir” a su hijo? Parece que si. Es al menos lo que narra el fantástico libro de Jordi Sierra i Fabra, “Querido Hijo, estás despedido”.

Esta semana, se conoció la reclasificación Argentina por parte de MSCI. Dos escalones más bajos que el previo, hoy formamos parte del selecto club de países standalone, en una especie de limbo financiero. La categoría no hace más que confirmar lo que ya sabíamos: Argentina no es destino de inversores extranjeros. Riesgo jurídico, cepo y mercado muy pequeño, desvían la atención.

La buena noticia es que más allá del último escalón uno no puede caer. Cuando se toca fondo, solo queda rebotar. Los países no desaparecen. La recuperación, tarde o temprano, llegará.

Como Miguel, seguramente Argentina logrará el perdón de su madre. De momento, ya tenemos el guiño del Club de París y al menos lograremos llegar hasta fin de año.

¿2022? En Argentina ya es largo plazo. Por ahora, solo pensemos en cómo cerrar este año.

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