Mitos y verdades sobre el frío y los niños

Mitos y verdades sobre el frío y los niños

Están aumentando las enfermedades por virus respiratorios en los chicos. Los padres están preocupados. ¿Cuál es la verdaderaincidencia de las temperaturas bajas?

Bajan las temperaturas y la frase más común que llega a los oídos de los chicos es: “abrigate que te vas a enfermar”. Otros consejos infaltables son: “no estés descalzo”, “no salgás con el pelo mojado o te va a dar una neumonía”, “tenés que comer más para levantar las defensas”. Y ahora resulta que se suma un nuevo escenario: si queremos evitar la covid-19, hay que pasar frío, estar toda la mañana en un aula helada, con las ventanas abiertas, o viajar en colectivo y en auto sintiendo sobre el rostro el viento congelado.

“Tal vez no se contagien de covid mis hijos en la escuela, pero seguro van a volver resfriados y con tos. Por eso, no los mando a clases”. Este es un argumento que recibe a diario Lorena Salomón, docente de la primaria. Como ella, son muchos los docentes que están viendo cómo la llegada del invierno impacta en la cantidad de chicos que conforman las burbujas.

La pregunta es: ¿qué hay de cierto en estas creencias tan arraigadas a nuestra cultura? ¿son sólo mitos o la ciencia ha logrado demostrar que el frío puede enfermarnos?

Lo primero que señala el doctor Ernesto Ways, especialista en enfermedades respiratorias, es que desde el punto de vista científico, el frío no enferma. La pandemia nos ha enseñado que un virus que afecta las vías respiratorias se contagia mayormente de persona a persona y que el frío no tiene nada que ver de manera directa. Este se relaciona con los contagios de forma indirecta, ya que cuando hace frío, la gente se encierra en casa y no se abren las ventanas. Otras condiciones que influyen: la falta de lluvia en esta época y el hecho de que el aire invernal es más seco, lo que facilita el transporte del virus por el aire (cuando hay más humedad, en verano, el viaje por el aire es más difícil para el virus).

“Entonces, el frío lo que puede hacer es predisponernos a enfermarnos. Pero nada más que eso”, aclara el médico. Lo que sí es cierto, según el experto, es que las bajas temperaturas pueden ser enemigas de las defensas. Se ha demostrado que el frío dificulta los movimientos de los cilios, que son una especie de pelitos muy finos que recubren por dentro el aparato respiratorio, cuya función es atrapar los gérmenes y expulsarlos.

Cuidado con el “sobreabrigo”

En estos días en que los chicos pasan bastante frío en las escuelas e incluso hay quienes llevan mantas, Ways opina que hay que tener cuidado con el “sobreabrigo”. “Siempre pasa lo mismo, hay niños que parecen robots de tanto abrigo que les ponen; no se pueden ni mover. Con el paso de las horas, comienzan a transpirar y eso es contraproducente porque quedan mojados”, remarca. “Respecto de las ventanas de las aulas, no hace falta abrirlas de par en par. Con abrir un poco dos hojas enfrentadas es suficiente para garantizar la circulación del aire, lo que previene los contagios de covid”, señaló.

Otros mitos que no son ciertos, según el pediatra, es que salir con el pelo mojado nos enferme o que es necesario comer más para mantener elevada la temperatura corporal. “Hay que poner en los platos alimentos saludables y comer la misma cantidad razonable que acostumbramos. Es bueno incorporar verduras y frutas, sobre todo los cítricos, que tienen vitamina C”, aconseja.

Más consultas

Ways, responsable de la División de Salud Respiratoria del Siprosa, comentó que en estos días hubo un incremento de más del 30% en consultas pediátricas por virus respiratorios y hasta un 50% en la ocupación de camas por la misma causa. ¨El año 2020 fue más tranquilo, de baja notable con respecto a la bronquiolitis. Este año se vienen multiplicando los casos semana a semana. Hay dos hipótesis: una es que la cuarentena estricta y el cuidado de los niños durante el año pasado evitó que se registren muchos casos. La otra podría ser que cuando hay un virus preponderante no hay mucha circulación de otros”, explica. Lo cierto es que no debemos relajarnos porque las medidas que todos hemos aprendido en esta pandemia serán las que minimicen el contagio de enfermedades víricas de las vías respiratorias. Con los más chicos de la casa (menores de dos años especialmente) es con los que más cuidado hay que tener para prevenir la bronquiolitis: tratar de mantenerlos aislados, no sacarlos y que no reciban visitas es esencial, subrayó.

La pregunta de siempre

¿El frío los puede enfermar? Es una pregunta muy frecuente en estos días en todos los consultorios de Tucumán más que nada por la obligación de que las ventanas de las aulas estén siempre abiertas, contó el pediatra Federico Caillou.

“Arraigado en nuestra casa y en el decir de nuestros padres y abuelas, se continúa trasmitiendo este mito”, remarcó. Y luego aclaró: “un proceso infeccioso estacional se asocia con una época específica del año, en este caso relacionado a las bajas temperaturas, pero se podría presentar también en los meses más cálidos. Muchas de las actividades diarias se desarrollan en ambientes interiores para permanecer en una zona de confort térmico. En este punto es donde se puede inferir que las infecciones por virus respiratorios aparecen con más frecuencia”.

La situación epidemiológica que estamos viviendo, debido a la pandemia por coronavirus, nos deja muchas certezas y dudas también, pero según Caillou, una recomendación fundamental es la ventilación cruzada. Este tipo de ventilación en ambientes cerrados genera corrientes de aire natural, evita acumulación de aerosoles y podría disminuir el riesgo de contagios”.

A menudo los padres le aseguran: “no es un virus, está enfermo porque se enfrió”. “Las personas podrían contraer una infección por virus respiratorios de manera directa o indirecta, por las microgotitas de saliva o aerosoles, pero no por el frío. Una persona que se encuentra enferma puede contagiar a otra, susceptible”, les aclara.

E insiste: lo mejor que podemos hacer para limitar la transmisión de virus respiratorios en invierno es mantener al día la vacunación de los chicos, procurar que los ambientes ventilados, sostener una alimentación adecuada (sostener la lactancia materna), realizar actividades al aire libre y lavar frecuentemente las manos.

Aunque a veces los tratemos como extraterrestres, los niños son humanos. Con un pantalón, una camiseta y un abrigo (varias capas de ropa para aislar mejor el cuerpo del frío) los chicos pueden salir a la calle a jugar aunque haga bastante frío e ir a la escuela, sin riesgo de sufrir hipotermia o de resfriarse, siempre que respeten las medidas de bioseguridad: barbijo, uso de alcohol en gel y distanciamiento social.

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