Buena manera de variar la dieta: el mijo no es sólo para los pájaros

Buena manera de variar la dieta: el mijo no es sólo para los pájaros

Como grano o en forma de harina, aporta nutrientes muy importantes, es apto para celíacos... y rendidor

MIJO. Un cereal poco conocido y que tiene gran cantidad de nutrientes. MIJO. Un cereal poco conocido y que tiene gran cantidad de nutrientes.

Aunque entre nosotros este cereal no suele ir a la mesa sino a las jaulas, su consumo en el planeta es muy, antiguo (más de 5.000 años), y todo indica que es originario del África, así como América le dio al mundo el maíz. Hace tanto tiempo que sirve como alimento que, como crece en forma silvestre se piensa que fue el sustento de la humanidad hasta que esta dejó ser nómada, y en ese ir y venir desde África, terminó siendo adoptado por países de Oriente, como India.

Hoy, y a pesar de que primero los conquistadores europeos y luego la globalización introdujeron otros, el mijo sigue siendo el cereal que más consumen en su tierra natal, tanto para acompañar pescados, carnes y verduras (en general con un buen toque picante), en la zona de Camerún, como para prepararlo dulce y con leche de camella, en Somalía y en Sudán.

Precio

Entre nosotros se consigue en semillerías y dietéticas. “Un kilo cuesta $ 300 y rinde un montón; hay que pedirlo como ‘mijo pelado’”, cuenta sonriente, detrás de su barbijo, Malena Cuesta, empleada de una semillería tucumana.

Es una familia de cereales de semilla pequeñita (se parece a la quínoa, aunque, recordemos, esta no es un cereal); y el miembro más conocido es el mijo perla. Se presta para ser cultivado en tierras poco fértiles y con poca agua (también, como la quínoa); y es en casi todo el mundo, un cultivo de subsistencia para el consumo local, informa el sitio de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Como la quínoa, otro “olvidado” por el mundo occidental, a pesar de sus muchas virtudes (además del precio)

Propiedades

Tiene alta proporción de proteína vegetal, hierro, fósforo, potasio y magnesio, y buen contenido de fibra. No contiene gluten, así que en grano o como harina, su consumo es apto para diabéticos. Aporta vitaminas del grupo B (B1, B3 y ácido fólico)...

Punto de partida

Como sucede con los otros cereales, debe ser bien lavado y luego hervido para su consumo; pero si lo tostás antes no sólo tendrá un rico sabor extra sino que se apelmasará menos cuando lo hiervas. Por otro lado, como consejo práctico para el día a día, se puede cocer una buena cantidad, para distintos platos: se guarda en la heladera en recipiente hermético tres días; y más en el freezer. En este caso, no es preciso descongelarlo previamente antes de preparar tus platos.

Vegano

verduras asadas con mijo y salsa de cúrcuma  Para dos personas: trocear en piezas de tamaño similar 1 pimiento de cada color (verde, rojo y amarillo),  10 tomates cherry, 1/2 calabaza chica (sin cáscara ni semillas), 2 cebollas coloradas y una berenjena; llevar al horno a 180° unos 30 minutos, en asadera con un chorro de aceite de oliva. Mientras, lavar bien 1 1/2 taza de mijo crudo, tostarlo en una sartén caliente (estará listo cuando sientas un aromo como a nuez) y hervirlo; si se usa caldo de verduras en vez de agua saldrá más sabroso. Para la salsa: mezclar 1/2 taza aceite de oliva con las hojas de 1 ramita de romero fresco picado chiquitito, 2 cucharadas de cúrcuma, el  jugo de 1 limón, dos cucharadas de miel, sal y pimienta a gusto. Poner en cada plato una base de mijo con un chorrito de oliva crudo; servir sobre él las verduras y aliñar todo con la salsa.

Buena manera de variar la dieta: el mijo no es sólo para los pájaros

Galletas de semillas

Hidratar en 6 cucharadas de agua 2 cucharadas de semillas de lino molidas y revolver bien; dejar reposar un rato. Mientras tanto, mezclar 1 taza de mijo molido finito (es la harina de la receta) con 1/2 taza de almendras molidas y 1/2 cucharadita de polvo leudante. Agregar luego 4 cucharadas al ras de aceite de coco, 1/2 taza de azúcar, la cáscara rallada de 1 naranja (lavarla antes de rallar) y media cucharadita de esencia de vainilla. Agregar el lino hidratado, mezclar bien hasta que se integre a la masa, y luego 30 g de chocolate oscuro cortado en trocitos. Mezclar de nuevo para que se distribuya por toda la masa. Unir bien y llevar al freezer unos minutos para que se endurezca. Precalentar el horno y estirar la masa (1 cm de espesor), cortar las galletas y llevar a una placa lubricada. Hornear hasta que se vea que empiezan a dorarse.

Buena manera de variar la dieta: el mijo no es sólo para los pájaros

Africano y aromático

Por cada porción, lavar bien 75 g de mijo y luego remojarlo unas dos horas; entonces, cocinarlo con apenitas un poquito de sal. Debe hacerse a fuego lento con el doble de agua (150 mililitros, en este caso), removiendo de vez en cuando, hasta que haya absorbido todo el agua; dejar enfriar. Mientras tanto, mezclar 200 ml de yogur natural sin endulzar con 1 cucharada de miel y 3 de azúcar impalpable; batir bien a mano hasta obtener una crema homogénea. Agregar el mijo cocido, 1/2 cucharadita de clavo de olor en polvo y 1 de esencia de vainilla; por último, 1 cucharada sopera de agua de azahar.  Poner en las copas en las que se servirá y dejar enfriar al menos media hora en la heladera. Se puede añadir  a la crema fruta fresca picada, y decorar con pistachos, o nueces, y unas hojas de yerba buena.

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