Una víctima despegó al acusado de un transfemicidio

Una víctima despegó al acusado de un transfemicidio

El testigo presencial del hecho, que recibió cuatro disparos, no pudo identificar a Puenzo como el autor del crimen de Alejandra Benítez.

ACTO. Por seguridad, los testigos fueron convocados en grupos para recibir instrucciones de los jueces.  ACTO. Por seguridad, los testigos fueron convocados en grupos para recibir instrucciones de los jueces.

“Soy inocente y en este juicio se sabrá la verdad”, fue la única declaración que hizo Ricardo Horacio Puenzo, el imputado por el transfemicidio de Alejandra “Power” Benítez y por la tentativa de homicidio de Diego Mercado. Sus palabras fueron tomadas como una estrategia defensiva, pero con el correr de las horas, su vinculación quedó en dudas por el testimonio del único testigo presencial del hecho y sobreviviente del ataque registrado el 5 de noviembre de 2020.

El fiscal Carlos Sale contó con detalles cómo se había producido el crimen. Dijo que ese día Benítez y Diego Mercado se encontraban charlando en una casa de avenida Roca y Ayacucho. Que al lugar se había presentado Puenzo y después de haber discutido con ella, la asesinó de varios disparos e hirió a su amigo. “Aquí hay un responsable de que la voz de Alejandra se haya enmudecido para siempre y esa persona es el acusado. En base a la gran cantidad de casos se ha creado una importante cantidad de leyes para, señores jueces, lograr una conciencia en la sociedad de que este tipo de crímenes no se puede tolerar más. Este Ministerio Público Fiscal va a tratar de que este caso no sea un número más, sino que se haga Justicia”, alegó el acusador que insistió en acusarlo de homicidio agravado por odio de género.

Por su parte, el representante de la querella Carlos Garmendia, después de adherirse a todos los planteos del fiscal, agregó: “la sociedad coloca a la población trans en situación de prostitución porque no le da otras posibilidades. Ese fue el destino de Alejandra. De pronto, se cruza con un vecino que la mató. Esta parte también hará lo imposible para que reciba la peor de las condena: prisión perpetua”.

La actora civil Soledad Komaid indicó que Benítez era el sostén económico y emocional de su madre y de gran parte de su familia. “Pero también era la voz de sus compañeras trans. Era la que encabezaba todas las luchas a favor de sus derechos. Sus compañeras le decían ‘Power’, y también ‘Mamá trans’. Pero ella ya no está más”, indicó. Juan Carlos Valor, representante de Mercado, el sobreviviente del ataque, aportó poco al debate y sólo se adhirió a lo planteado por las otras partes.

Cergio Morfil, que ejerce la defensa de Puenzo junto a Silvia Furque insistió en la inocencia del acusado. “Un juicio no sólo sirve para condenar, sino para analizar si realmente corresponde una pena. Mi defendido estaba en el lugar y el momento equivocado. Espero que no quede como un chivo expiatorio por culpa de una mala identificación”, sostuvieron.

“Aquí no hay odio de género porque él frecuentaba el ambiente y no tiene ni un solo antecedente sobre violencia contra una chica trans”, agregó.

Momento cumbre

Los primeros en declarar fueron dos policías que hablaron sobre qué hicieron al llegar al lugar donde se desencadenó el hecho. Mercado pidió a los jueces que le permitieran declarar primero porque no se sentía bien. Él era el testigo clave en la audiencia, el hombre que en la etapa de la investigación había contado cómo se había producido el hecho y que había señalado a Puenzo en una rueda de reconocimiento. Sus palabras eran vitales para enterrar la estrategia defensiva del acusado.

El sobreviviente contó que estaba conversando con Benítez cuando se presentó un joven al que se le presentó no por su nombre, sino por su apodo. “Ella me dijo ‘te presento al gran Cupé’”, explicó el testigo, sabiendo que al imputado en el ambiente trans lo conocían como “Ricky”. Después dio una versión sobre cómo se produjo el ataque. “Me fui hacia atrás, escuché que comenzaron a discutir entre ellos, no sé por qué. Vi unos fogonazos y salí corriendo”, agregó.

Mercado contó todas las secuelas que le quedaron por haber resultado herido. “Nadie me fue a golpear la puerta para preguntarme si necesitaba algo. Sólo me ayudó el doctor Valor y el gobernador (Juan) Manzur que me dio una prótesis”, destacó sin que nadie se lo haya preguntado.

Sorpresa

Luego reconoció que cuando estaba internado, otro enfermo le mostró una foto de Puenzo como el autor del crimen y por eso lo pudo reconocer en la rueda de reconocimiento. Esta confesión podría hacer caer esa prueba. Pero hubo más.

“No pude ver quién le disparó a Alejandra ni quien me hirió. Sólo escuche varios gritos de otras personas. Me pegaron por la espalda, porque salí corriendo hacia la Roca. No pudo verlo”, declaró.

Los acusadores, después de protestar por sus dichos y tratar en vano de hacerle recordar sus dichos, solicitaron que se lo impute por falso testimonio y que sea inmediatamente detenido. El tribunal, integrado por María Alejandra Balcázar, Isabel de los Ángeles Méndez y Néstor Macoritto, decidió resolver esta situación al final de debate.

“La actuación del testigo fue realmente avergonzante. No hay dudas de que a ese hombre le pusieron dinero para que declare a favor de Puenzo. El intento burdo de Mercado de mejorar la situación del acusado queda al descubierto al contradecirse con su declaración ante el fiscal y por lo que hizo en la rueda de reconocimiento. Estuve presente ahí y en cuestión de segundos lo reconoció, no dudó”, señaló ofuscado Garmendia. “También fueron lamentables las preguntas que le hizo su propio abogado. Él lo llevó a decir que estaba ebrio en ese momento y el que lo indujo a cometer algunas imprecisiones”, concluyó. La polémica audiencia continuará hoy.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios