Por Santiago Re
25 Mayo 2021
Un joven fue acusado de haber asesinado de una puñalada a su padrastro en el barrio Lola Mora, del sudeste de la capital. Según los primeros indicios de la investigación, la víctima, que fue identificada como Daniel Eduardo Cajal, de 47 años, y el acusado, Lucas Ezequiel Rivero, de 18, habrían estado bebiendo hasta que comenzaron a discutir, situación que ya se habría dado anteriormente según le dijeron los vecinos a la Policía. El crimen ocurrió ayer en la madrugada.
Mortal pelea
Las cámaras de seguridad de un vecino captaron el momento del crimen en la esquina de García Hamilton y pasaje Reyes Peñaloza. En la imágenes que se ya circulan en las redes sociales se puede ver una discusión entre un hombre y un joven. El mayor de ellos (de negro) empuja al más joven cuando se le acerca para ponerse cara a cara. El segundo (de rojo) retrocede y comienza a sacar algo de su cintura, luego se acerca nuevamente a su adversario y, tras seguir con la discusión, el joven desenfunda un elemento punzocortante con el que apuñala a la víctima. El herido responde con un latigazo que hace caer al asesino pero que no evita su escape. El hombre de negro se queda inmóvil en el medio de la calle mientras escucha cómo el criminal, antes de fugarse, sigue gritándole cosas desde una de las veredas. Finalmente, el herido cae de rodillas y luego se desploma en el piso de la fría calle.
MORTAL SECUENCIA DE LOS HECHOS. La cámara de seguridad de un vecino registró cuando Daniel Eduardo Cajal fue herido de muerte. CAPTURA DE VIDEO
Ese hombre, que era Cajal, fue trasladado de urgencia en la Renault Kangoo de un vecino hasta el hospital Padilla donde los médicos no lograron estabilizarlo. La puntada le dañó el lado izquierdo del abdomen.
La detención
Cerca de las 17 horas de ayer, la Policía localizó y aprehendió al sospechoso en las inmediaciones del barrio. Según informaron fuentes de la investigación, en uno de los domicilios vinculados con el joven y su padrastro, la Policía ya había realizado allanamientos por otras causas, sin embargo hasta anoche no se informó si la víctima o el presunto implicado tenían antecedentes por algún delito.
Lo que sí pudieron corroborar los investigadores es que “Menor”, como se apodaba en el vecindario al acusado, sería una persona problemática que había tenido conflictos con varios de sus vecinos. “Hay testigos que manifestaron que al joven lo ayudaban con comida y que lo mismo él entraba a robarles cuando podía. Eso último aún se está investigando conforme a las denuncias que se hayan radicado”, precisó una fuente del caso.
Los vecinos también señalaron que la noche del crimen, como otras tantas veces, padrastro e hijastro se habrían juntado a beber a 50 metros de donde ocurrió el hecho de sangre. Para muchos testigos no fue novedad escucharlos pelear y que Cajal amenazara al más chico de darle un latigazo “si no se calmaba”.
En la escena del crimen intervino la Fiscalía de Homicidios a cargo de Ignacio López Bustos, quien delegó las medidas de campo al auxiliar Ramón Soria. También intervino el ECIF y la división Homicidios de la Policía a través de los comisarios Diego Bernachi, Juana Estequiño, Marcos Soria y Jorge Dib.
Con el de anoche, ya son 51 los crímenes registrado en Tucumán este año.
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