Copa América 2021: el ida y vuelta de las dudas

Como en esos partidos de fútbol ida y vuelta, de resultado incierto. Así estamos. Los tiempos pandémicos, en los que las cosas cambian de un momento a otro, a tono con un virus al cual la humanidad está tratando de descifrar mientras la crisis sanitaria no da tregua, han ocasionado efectos colaterales. Sobre todo, en la economía. Con vista gran angular, covid-19 y descontento social por una reforma impositiva que el gobierno terminó por retirar (aunque con ello no frenó la movilización popular), dejaron en una situación muy difícil a Colombia, país que, como muchos, sufre los avatares de la pandemia. En partidos de las copas Libertadores y Sudamericana se llegaron a escuchar los estampidos y se vio el efecto de los gases lacrimógenos en la represión frente a las protestas. De todos modos, el fútbol siguió. Despertando críticas, pero siguió. Hay veces en las que las cosas caen por su propio peso. Pero el país caribeño se resiste a ello. Y aunque se pensó que iba a pedir bajarse de la organización de la Copa América (que debe compartir con Argentina desde el 13 de junio), lo que hizo fue pedir una postergación del torneo. Ahora, la Conmebol tiene la palabra final.

Por el lado argentino, el presidente, Alberto Fernández sostuvo en su momento: “podemos analizar la posibilidad de ser únicos organizadores en la medida de que todos estrictamente cumplan las condiciones de controles. Lo que pasó en River demuestra lo que objetivamente puede pasar. No tiene sentido cargarle las culpas a River porque le puede pasar a cualquiera”. En horas de un nuevo Decreto de Necesidad y Urgencia, que limitó aún más las actividades y el tránsito de las personas en el país (“estamos en el peor momento”, dijo anoche Fernández) para evitar que la segunda ola de covid-19 ponga en jaque el sistema de salud, que desde nuestro país se mantenga la idea de seguir adelante es pretender una “coronita” de excepcionalidad insólita. Tal vez, sea hora de tener cordura y, por qué no, tomar en cuenta el pedido colombiano.

Puntualmente, Colombia pedirá postergar la Copa América para diciembre. Se piensa que, si así ocurre, no sólo ya habrá quedado atrás la difícil situación social del presente, sino que la pandemia habrá ofrecido una tregua. De este modo, esto último otorgará la posibilidad de albergar en los estadios al menos un 50% de espectadores.

Lógicamente, la idea es temeraria frente a los actores financieros que imprimen presión en eventos de esta envergura. Sobre todo uno, la televisión. Pero además hay cuestiones logísticas, administrativas y técnicas que ya están en marcha y que requieren de tiempo. Sin soslayar las pérdidas económicas que representaría una postergación.

Antes de que los colombianos se inclinaran por esta idea, y aún sin saber si la Conmebol la analizará (y eventualmente darle curso), hubo un hecho a tomar en cuenta. Existe la presunción de que se habrían tomado los partidos por las copas continentales como pruebas laboratorio para ver si el conflicto social colombiano se colaba o no en el ámbito del fútbol. Claramente eso no sucedió y, lo que es peor, las dificultades para organizar partidos habrían llevado a omitir acciones sanitarias fundamentales para evitar contagios. Medios del continente indican que los casos más resonantes fueron los de Nacional de Montevideo y River, luego de sus visitas a las ciudades de Pereira y Barranquilla, respectivamente. Algo difícil de comprobar, pero que no se puede descartar, dado el actual estado de las cosas.

Como se ve, la incertidumbre es dominante. El horizonte lleno de compromisos exige decisiones de fondo, no parches ni insólitas decisiones movidas por intereses que pueden esperar.

Notas coperas

Una condición y posibles nuevas sedes

Una condición impuesta en la idea de Argentina como sede única -que todavía no cuenta con el anuncio oficial de la Conmebol-, es que los partidos que estaban programados para realizarse en Colombia se disputen fuera del AMBA, la zona con una situación sanitaria más complicada. Esto deja desactivados los supuestos ofrecimientos de Paraguay, Chile y Uruguay para ser sedes. Si esto prospera, a los estadios sede (el “Mario Kempes” de Córdoba, el “Madre de Ciudades” de Santiago del Estero, el “Malvinas Argentinas” de Mendoza y el Monumental de River, en CABA) se van a sumar otros. Pican en punta La Bombonera, de Boca (también en CABA), el estadio “Libertadores de América”, de Independiente (en Avellaneda), el “Único”, de La Plata y el “Del Bicentenario”, San Juan.

Un partido de Eliminatorias, en veremos

Independiente de la falta de confirmación de sede única para Argentina y la salida de Colombia, queda otro punto por atender para las asociaciones madres del fútbol de ambos países: dónde jugar el partido que deben sostener entre sí por la fecha 8 de las Eliminatorias. Se habla de una sede alternativa como Lima y Miami, con público, o invertir la local.

La postura colombiana

El ministro del Deporte de Colombia, Ernesto Lucena dijo ayer: “nuestro gobierno solicitará formalmente a la Conmebol, a través de la Federación, el aplazamiento de la Copa América. Creemos que lo más importante en un evento de esta magnitud es el aforo de público, y como lo ha dicho el presidente de Argentina y lo hemos reiterado nosotros, la imposibilidad de tener aforo hace que la copa no sea un evento con el que todos soñamos”.